Meme: seis motivos de felicidad

Sólo una persona me podía hacer esto. Memeficarme y quedarse tan pancha, esperando que me descubra ante los visitantes kabileños y quede desnudo frente al mundo.

Sabiendo que precisamente no son mi debilidad los memes (peor me van los premios que le sientan mal a mi espíritu por la inyección de soberbia que suponen, incluso el de mirarme al espejo todos los días), en alguna ocasión he comentado que tienen su lado amable, el de ayudar a conocernos, un poco más, salvo en el caso de algunos que esconden su verdad tras su concha de galápago satírico y que conste que no va por Adanero.

Bueno pues dejemos esta verborrea mañanera poco edificante y empecemos a elaborar el invento. Se trata de un meme simple pero íntimo, y esto es lo que hay que hacer:

Enlazar a la persona que me lo ha enviado

La persona que me ha memeficado ha sido mi muy querida Condesa, desde el su "Variaciones Goldberg", que como no podía ser de otra forma, se ha fijado en mi para tan alto honor, la muy truhana.  

Se han de enumerar seis cosas sin importancia que nos hagan felices:

1. Leer los comentarios jocosos y/o competitivos que se hacen en bitácoras como: Variaciones Goldberg, Le télèphone pleure o Aidarte, además de los que siguen a mis entradas de juegos culturales de los domingos. Una delicia, no saben ustedes lo que se pierden si no los siguen.
2. Que mis hijos vengan a comer a casa cuando no tengo comida, avisando una horita antes, y además lo hagan como el efecto de la caída de las fichas de dominó --uno detrás de otro, sin compasión--, y tengamos que inventarnos una comida, con la mirada desconsolada al frigorífico, que hace eco (suele ocurrir a menudo).
3. Evocar a alguien que ya no está y sentir su presencia como si estuviera.
4. Una buena charla de lo que sea con alguien que me interesa.
5. Comer lo que me gusta y tripitir (repetir es poco y los cinco platos de lentejas ya me pillan mayor) hasta quedar totalmente satisfecho.
6. Levantarme por la mañana, tempranito, y poder ver que mis naúticos maravillosos siguen ahí, sin que me los haya tirado Lola (este punto es para iniciados, si no lo entendéis no os preocupéis).

Que conste que me he saltado en alguno de los puntos lo de "sin importancia", pero en mi descargo diré que otros blogueros también lo han hecho (me refiero como podéis suponer al punto seis).

Otro requisito es hacer constar las reglas del meme

¿Y qué puñeta estoy haciendo si no? (están puestas en cursiva).

Elegir a seis personas que continúen este meme y avisarles

Éste es el que menos me gusta, cada vez noto que me gusta menos elegir, por aquello de que hay que dejar fuera. Pero en fin, uno es hombre de orden y aquí está la elección:

Selma, a quien le aflora la sensibilidad y sé que tampoco le gustan demasiado estas cosas (solidaridad).

Geni, que como buena catalana nos dirá cinco cosas en vez de seis, sólo por ahorrar.

Manuel, que tampoco le gusta demasiado estas cosas, para que se fastidie como lo he hecho yo (sigo siendo solidario).

Antonio, que siempre nos deleita con sus entradas leñeras y aguerridas. Que cambie el chip y nos cuente algo de sí mismo.

Sònia, esa catalana tan vitalista y luchadora. ¡Que lo baile!

Mega, esa maga de la palabra, capaz de escribir un micro-relato de una palabra y dejarte pensando horas (ya sé que estás en Chile, pero si no encuentras el momento allí, aquí te espero).

María, para que nos deleite con una pieza literaria sacada de esta cosa tan común como es un meme.

Y, por último, avisar a los elegidos para que continúen el juego

Como ven, he conseguido terminarlo. ¡Pues hala a seguirlo! ¡Es una orden! Y no valen deserciones que si no, yo no lo hubiera hecho.

Salud y República