25 abril 2018

Fuego amigo apuntilla a Cifuentes


Lo que faltaba. Ahora resulta que Cifuentes chorizeaba para atender a su cutis clavelino. Y la pescaron. Allá por 2011, en un vídeo que está batiendo récord de visitas, la pillaron con el carrito del helado.

La pobre, que entonces sólo era vicepresidenta de la asamblea de la CAM, debía sufragar ciertos artículos con su manga ancha. ¡Justificadísimo!, según me han contado ella entonces sólo ganaba, entre picos palas y azadones, unos seis mil euros mensuales. ¡Una miseria! Y tenía que cometer ‘actos impropios’ para obtener las cremas necesarias y así mantener esa cara dura en forma. Por cierto, a los ocho meses la hicieron Delegada del Gobierno en Madrid, o sea jefa de la policía en esta Comunidad. Nunca mejor dicho: la zorra a cuidar a las gallinas.


Justo eso, ha sido la puntilla, que no la razón. Ya estaba prevista dimisión, era cuestión de días y quien ha obligado a que así ocurra ha sido Nacho Escolar y su equipo de Eldiario.es, que ha sido quien sacó a la luz la película macabra del máster. Una investigación de primera que hay que valorar y que en otros países supondría un premio periodístico de primera magnitud. Aquí, tratan de tapar este trabajo con otros medios que después se han apuntado al carro y con el vídeo de hoy del impresentable Inda.

Y hoy, el siempre ínclito Eduardo Inda, un hombre profundamente derechista, siempre al dictado del PP –hay que ver cómo defendía hace veinte días a Cifuentes, o cómo lo ha hecho con Espe Aguirre--, ha sido quien la ha empujado, ordenado por Génova, para que provocase la caída de quien quería postergar su muerte política lo máximo posible.

Inda, este personajillo que destaca por insultar y querellarse contra Podemos e Izquierda Unida, aunque siempre pierde y paga las costas, ha lanzado a viento y marea un vídeo de hace siete años que debería haber sido destruido y que alguien se lo guardó para mejor o peor ocasión, según se mire. Y mira por dónde, hoy aparece en la red Dª Cristina apropiándose indebidamente de unas cremitas en un supermercado. ¡Qué casualidad!

Y es que en Génova no sabían como acelerar la baja de la Presi de la CAM y han tirado de su lacayo mediático más repugnante para que la sufrida Cristina no tenga más remedio que salir por patas de la Puerta del Sol. O sea, el fuego amigo ha apuntillado a Cifuentes, aunque sea ella, con sus mentiras, sus tejemanejes y su historia personal, la responsable, por mucho que ahora eche las culpas a una campaña de desprestigio y persecución de la izquierda.

Otra más a sumar a la lista de delitos de esta mafia que se hace pasar por un partido político y que no acaba nunca de actuar. Y cuidado, porque Ciudadanos sigue apoyando al PP, aunque sea con otro candidato. Otros que tal bailan, a sabiendas de que el PP es un partido corrupto, lo mantienen en el poder, pactando a cualquier precio, con el único fin de seguir recogiendo los electores peperos que se les caen por la gravedad (de los hechos). Así es que, son corresponsables de las barbaridades que cometen los peperos. Ellos podrían evitarlo.

Por último, no debemos olvidar que esta señora era la regeneradora del PP. ¡Poca vergüenza y mucha guasa hay que tener para mantenerlo! La mafia pepera sólo se puede regenerar –y tengo dudas-- desde las profundidades del averno, lejos del poder.

Salud y República

24 abril 2018

Del amarillo al naranja


No sé si confesarlo. Cualquiera sabe lo que me puede pasar. Seguro que me tienen fichado. No me fío de los ministros del Interior de este país. Entre, el anterior, Jorge Fernández y el ínclito Zoido me quedo con ninguno.

Y es que me gusta el amarillo. Ese color que me recuerda al sol, que me parece lleno de vida, que deslumbra. Y resulta que ahora están prohibiéndolo. Ir de amarillo es ser independentista, lo cual no hace, como lleva haciendo el PP desde hace diez años, sino aumentar el número de independentistas.

Además, creo que desnudar al vestido no es precisamente una obra de misericordia y, sin embargo, estos peperos, ávidos de misticismo cínico, hicieron desnudarse a medio estadio el otro día, con motivo de la final de la Copa, para requisar las camisetas amarillas. Todo un espectáculo digno de un gobierno como éste. Ahora les da por perseguir colores y, claro, hasta ahí podíamos llegar.

¿Qué hago yo ahora? Les confieso que mi ficha jugando al parchís siempre fue la amarilla, que tengo dos polos amarillos y que me gustan unas zapatillas deportivas amarillas. Les ruego que no se lo digan a Zoido y prometo empezar a cambiar. Desde ahora para jugar al parchís utilizaré el azul gaviota, los polos los teñiré y las zapatillas se las regalaré a un primo nacionalista que tengo en Girona. Prometo cambiar y evitar el amarillo.

Nunca diré que me gusta el amarillo. Claro que mi cuestión personal, doliéndome mucho, no es lo más grave. Porque si nos fijamos el mundo está amarilleado, el amarillo es un color predominante y además, por su fuerza, canta enseguida. Como diría mi hija, se nota mogollón. ¿Y Zoido qué hará para combatirlo?

Me pregunto con qué camiseta van a jugar los muchachos del Las Palmas o del Cádiz para que no les desnuden. ¿Qué será de Piolín, Los Simpsons, Winnie de Pooh o Bob Esponja? ¿Se atreverán a cambiarles de color? ¿Prohibirán las exhibición de sus aventuras?

Mi preocupación aumenta cuando pienso en el sol. Al astro rey, siempre representado en amarillo, ¿lo imputarán por independentista? O qué va a pasar con el oro, ¿se atreverán a teñirlo?, Y la bandera española, ¿en qué color convertirán el gualda?

En fin, es lo que tiene este gobierno. La ley mordaza fue la muestra más significativa, y sus actuaciones contra la libertad de expresión son hoy más frecuentes que nunca. Cantantes, escritores, titiriteros y artistas en general están acosados y algunos encarcelados. La censura está volviendo y hasta un color, el amarillo, está siendo perseguido. ¿Se puede ser tan mentecato? Pues sí.

Esta gente no cree en la libertad de expresión. Cualquier crítica que se les haga tratarán de penalizarla. Con sus errores en diez años duplicaron el número de independentistas catalanes, pero ellos son así. Y ahora confunden el amarillo con el independentismo. No atienden a razones y simplifican de tal forma que caen en errores garrafales. El lazo amarillo no nació como emblema independentista sino como reacción para pedir libertad para los presos independentistas, que no es lo mismo. Por ejemplo, yo no soy independentista y, sin embargo, no puedo entender que Oriol, los Jordi y demás políticos estén presos de forma preventiva. De hecho, creo que son presos políticos y defiendo su excarcelación.

Pero lo grave está por venir, ya lo verán. Se oye, se comenta, se rumorea que Ciudadanos quiere convertir en naranja todo lo que es amarillo, y el PP tan contento. Ya lo saben, estamos en un periodo de transición, del amarillo al naranja. El azul ya cotiza a la baja.

Salud y República

19 abril 2018

Cifuentes decide morir matando: Lleva a la fiscalía las cuentas de la Ciudad de la Justicia


¡Qué bella forma de morir! Pasará a la historia. El daño que está haciendo a su partido y a sí misma es digno de alabanza. La fosa séptica de Madrid se divide en dos bandos de ranas, y en el medio Rajoy mirando a Molina.

Sí señores, por arte de birlibirloque, “Doña Cristina me quiere gobernar” se ha sacado de la manga un órdago. Y es que no se podía esperar menos. Como buena jugadora de mus ha echado el resto.

No tengo ninguna duda, a esta presidenta le quedan los días contados, o bien la reemplaza M punto Rajoy, en un alarde de actividad inusitada, o bien cae en una moción de censura. Y lo sabe. Por eso ha actuado como lo que es, una moribunda política que se quiere llevar por delante todo lo que pille.

Se ha comentado que el asuntillo del Máster era una cuestión de fuego amigo y que lo habían destapado desde el círculo de Aguirre. Y ahora ya no me queda la menor duda. Cristina, llevando a la fiscalía la Ciudad de la Justicia busca una venganza contra su amiga Esperanza, importándola un bledo lo que ocurra con su partido, al que sólo le faltaba esta puntilla.

Un caso que toda la oposición de la CAM ha denunciado, y que se trata, según la Cámara de Cuentas, de una dilapidación de 130 millones de euros, que se han tirado a la alcantarilla (quizá a la ciénaga de las ranas de Aguirre). Millones despilfarrados en dejar un desierto como estaba, con un edificio ejemplar medio derrumbado, como ejemplo de cómo se malgasta dinero, tiempo y vergüenza en un proyecto faraónico.

Eso sí, ahora Cifuentes, después de tres años defendiendo este proyecto fantasma y tapando sus irregularidades, que son todas, ante la oposición en bloque que ya lo ha llevado a la fiscalía, ha decidido cambiar de estrategia y morir matando. ¿A qué se debe?

La cosa parece sencilla, una venganza personal que se puede llevar por delante al PP madrileño, mientras que Cifuentes muere poco a poco y Génova está a punto de apuntillarla.

Eso sí, morirá con las botas de Aguirre puestas, y en su misma ciénaga mientras que la Fiscalía, si demostrara su imparcialidad, debería, de una vez por todas, imputar a Aguirre.

Hoy las ranas de la ciénaga madrileña del PP, están divididas y viven sin vivir en sí, pues las han descabezado y ya no saben a quién seguir, si a la Aguirre del chotis desabrido o a la Cifuentes que se hace la rubia. Y así es difícil.

El descalabro parece inminente. Y qué quieren que les diga, yo estoy contento con la traición de Cifuentes, a ver si despellejándose y apuñalándose entre ellos son capaces de conseguir lo que no consigue la oposición. Irse a tomar… vientos.

Salud y República

15 abril 2018

Ascensión Mendieta y la Memoria Histórica


Ayer se celebró en Rivas la proclamación de la III República Española (que no se asuste nadie, simbólicamente. Eso sí, con pasión y esperanza). Y se otorgaron los premios anuales del 14 de abril, organizados por Izquierda Unida, en su sexta edición. Una de las personas premiadas fue Ascensión Mendieta.

Ascensión es una mujer con noventa y dos años, dulce, cariñosa, tímida y aparentemente débil. Y digo aparentemente, porque basta conocer un poco la historia de su vida, para darse cuenta de que es fuerte, luchadora, tenaz y constante. Se ha pasado toda su vida buscando los restos de su padre. Luchando contra la dictadura primero y después contra esta democracia vil, incapaz, después de cuarenta años, de devolver la dignidad a aquellos que, por el mero hecho de ser defensores de la República, fueron torturados, asesinados y mal enterrados en cualquier lugar.

Contra esta gente insensible a las víctimas republicanas del franquismo, mientras que alzaba a los altares a las víctimas rebeldes franquistas, ha tenido que luchar y, con mucho esfuerzo y ayuda de su familia, de algún juez como Garzón, de una jueza argentina (María Servini), de alguna abogada como Ana Messuti, de la ARMH (Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica) ha conseguido, antes de irse para siempre, cumplir su mayor anhelo, poder recuperar los restos de su padre, el año pasado.

Es un hito singular, por desgracia. En este país, donde se ha dignificado, como debe ser, a las víctimas del terrorismo islámico y de ETA, los diversos gobiernos no han hecho –salvo algún esbozo mínimo en el caso del PSOE, como la ley de la Memoria Histórica, que sólo ha servido para cambiar algunos nombres franquistas de calles  y poco más—nada para honrar a las víctimas del genocidio franquista, sin ninguna duda, víctimas del terror como las otras. Pero claro, los herederos del franquismo, hoy dentro del PP, con el beneplácito del PSOE, que podría haber hecho mucho más en veintidós años de gobierno, nunca han estado por la reparación, se siguen considerando vencedores.

Ascensión Mendieta no sólo ha tenido que luchar sin que los distintos gobiernos hayan ayudado en algo, sino que ha tenido que, por desgracia, luchar contra los obstáculos que, sobre todo los gobiernos peperos, le han ido poniendo, utilizando el poder del Estado para impedir que pudiera encontrar los restos de su padre.
Ascensión Mendieta en Rivas el 14 de abril de 2018

Ayer fue un gran día en Rivas. Pudimos homenajear en nombre de todos los republicanos del Estado a una mujer ejemplar, cuyo principal objetivo vital ha sido recuperar los restos de su padre, asesinado por el mero hecho de ser rojo. Y podrá, como dijo ante la jueza Servini, llevarse a su tumba un hueso de su padre. Al honrar a Asunción, lo hemos hecho por extensión a todas las víctimas de este Estado insensible, que mantiene cerrada por odio la necesaria reparación.

Hoy España sigue siendo el segundo país del mundo –se dice pronto--, después de Camboya, en número de desaparecidos, mientras que este gobierno vengativo, insensible y despiadado va dejando que las ‘Asunción Mendieta’ que quedan, vayan muriendo sin conseguir enterrar con dignidad a su gente. Pero se equivocan si piensan que nos rendiremos, somos muchos, también de generaciones posteriores, los que, con el espíritu y el ejemplo que hemos aprendido de gente como Asunción, seguiremos luchando hasta que las víctimas del genocidio franquista consigan: Verdad, Justicia y Reparación.

Salud y República

12 abril 2018

Soy rebelde y terrorista


Carta dirigida al Presidente del Gobierno y a los Ministros de Interior y Justicia;

Señores del gobierno, ya está bien la broma, dentro de poco tendremos que pedirles permiso para respirar. Lo que ustedes están haciendo no tiene nombre. Mira que la mayoría de los juristas independientes –no los que politizan la Justicia— les dijeron que se estaban equivocando cuando decidieron que los suyos acusaran de rebelión a los independentistas y además les confinaron en prisión preventiva. Pero nada, ustedes a lo suyo. La venganza por encima de todo. Y ahora, para más inri, a los manifestantes independentistas les acusan de terrorismo. Parece una broma macabra.

Pues bien, el que suscribe esta carta quiere comunicarles que, si de verdad ser rebelde es pretender, por ejemplo, otra forma de Estado como la República y actuar para tratar de conseguirlo pacíficamente, yo me reconozco como rebelde. Y si ser terrorista es cortar una calle o una carretera, sin permiso gubernativo, interrumpiendo el tráfico, yo lo he hecho hace ya unos cuantos años para poder tener colegios para mis hijos o tratar de impedir que Rivas fuera el basurero de la Comunidad de Madrid, así es que también soy un terrorista.

La verdad, hasta ahora, yo creía que ser terrorista era poner bombas, atentar contra personas o pegar tiros en la nuca. Está claro que estaba equivocado. Eso era cuando ETA estaba en pie de guerra. Hoy la cuestión se ha extendido a la carta de su gobierno, que conculcando la división de poderes, impidiendo la libertad de expresión, manejando a fiscales y jueces, y actuando con ansias de venganza contra cualquier disidencia, pretenden que cualquier tipo de manifestación sea considerada terrorismo, sobre todo si viene de independentistas catalanes.

Los retrocesos en derechos humanos, en libertad de expresión, son un hecho constatable en este país, donde ustedes pretende, aprobando leyes y saltándose la división de poderes, callarnos a todos, buscar un estado de ciudadanos mudos y quedos, súbditos sumisos a su poder. Y si además, los hechos se producen en Cataluña, miel sobe hojuelas: rebeldes y terroristas, fijo.

Y no lo digo yo solo, lo dicen sus amigos alemanes, belgas, suizos, además de organizaciones como la ONU o Amnistía Internacional. Están abusando de sus atribuciones y como tal están dejando la marca España en mínimos, haciendo el ridículo en Europa, cuyos medios de comunicación, en gran parte, nos empiezan a considerar un Estado autoritario.

Pues bien, les comunico que quedo a su disposición por si quieren acusarme de rebelde y terrorista, ya les he reconocido los hechos, así es que aquí me tienen. En todo caso, como su trabajo de acusaciones y detenciones se ha multiplicado, debido a que este país está lleno de actores, cómicos, cantantes, periodistas, novelistas y gente de mal vivir que incumple sus leyes y ataca sus valores (únicos y verdaderos), les facilito mi situación. Con el fin de ahorrarles tiempo, si les parece, puedo auto-detenerme, y sin que intervengan, prometo solemnemente auto-castigarme y ponerme unas esposas para dormir, además de asegurarles que en mis sueños aparecerá la policía deteniéndome, el juez Llanera y la cabra de la legión, cantando conmigo “Soy el novio de la muerte”. Y así sufriré una pena indefinida hasta que consiga darme cuenta de las bondades de su gobierno y me adhiera solemnemente a sus valores: Autoritarismo, Corrupción y Mentiras, y termine cantando “La Banderita Española”.

Salud y República (con perdón)

11 abril 2018

La CRUE, corporativista, no aclara nada del Máster de Cifuentes


Pues sí, lo de Cristina Cifuentes ya empieza a oler a ciénaga, a presente acabado, a cadáver político refrito. Sus mentiras, los delitos de algunos próceres de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC), el principio de abandono de los suyos, la posible moción de censura y el inevitable empuje que se ha visto obligado a hacer Ciudadanos, hablan mucho de su próxima dimisión. Ya es historia. ¡Pobrecilla!

La mentira tiene las patas cortas, y las de Cifuentes eran falsedades de tercera, de una factoría barriobajera con las que pretendía engañar a los madrileños. ¡En qué poco valor tiene a los ciudadanos! Creía que se les podía engañar con milongas medio cocinadas y tan burdas como ella misma.

Así es que lo de Cristina ha pasado a la historia. Y siendo grave, no lo es menos lo que sucede en la Universidad Española. Ya conocemos gran pare de los hechos que han sucedido en la URJC y en su IDP (Instituto de Derecho Público), donde no sólo se han cometido faltas, también posibles delitos. Desde la falsificación de las firmas de profesores en actas a la corrección de evaluaciones años después, a expedir un título sin Trabajo Fin de Máster, y a permitir y elaborar otras cuantas fechorías con el fin de que Cristina tuviera su falso Máster.

Pero es que la cuestión universitaria va más allá. La CRUE (Conferencia de Rectores de la Universidad Española) después de estudiar el caso y haber investigado al respecto, lo único que ha dicho por boca de su presidente, en un alarde de corporativismo retrógrado e interesado, es que ha habido un hecho lamentable y que se ha podido producir una grave irregularidad. O sea, han creado una investigación donde lo importante ha sido, además de hablar de un posible error, una defensa del rector actual y un ataque a los políticos por haber –según cuentan—creado una alarma injusta e innecesaria en la sociedad. Para ese viaje no se necesitaban alforjas ¡Qué barbaridad!

Total que esta institución (CRUE) no ha revelado nada interesante, al contrario ha dicho mucho menos de lo que sabemos por los medios y ni tan siquiera ha reconocido que el Máster no se ha cursado o tampoco ha abierto expediente a los profesores implicados como Enrique Álvarez Conde --al que deberían expulsar por haber mentido, falsificado actas y tener una empresa que hace la competencia a la Universidad-- y Pablo Chico de la Cámara –otro que tal baila--, ambos muy relacionados con Cristina Cifuentes y el Partido Popular.

Y a continuación el mismo presidente de la CRUE, Roberto Fernández, ha anunciado que deja todo en manos de la Justicia. Vamos que con él no va la cosa, no vaya a ser que tenga que enfrentarse con algún compañero. Es vergonzoso, como si no pudiera decir si se ha cursado el Master. Claro. Se le ve el plumero. Ya saben ustedes lo “rápida” que es la Justicia en este país, lo que quiere decir que cuando se haya emitido una sentencia, es posible que hayan pasado un par de legislaturas. En fin, la CRUE ha demostrado una endogamia y un espíritu corporativista de tomo y lomo, y de paso, de forma cobarde, no ha querido manifestar lo que ha ocurrido: ¡Que Cifuentes no ha cursado el Máster! Todo lo demás, cuestiones banales que no aclaran nada.

En fin, esta es la Universidad que tenemos, luego nos extrañará que no haya ni una universidad española entre las doscientas mejores del mundo. Menos mal que existe la prensa libre, esperemos que por mucho tiempo, aunque con los tiempos que corren no me extrañaría que le echaran la culpa de lo ocurrido a eldiario.es. ¡Enhorabuena, Nacho!

Salud y República

05 abril 2018

Ciudadanos: mamporreros del Partido Popular


No son los únicos, hay algún grupo canario y algún grupo autonómico que también  ayudan al PP a conseguir el orgasmo, pero lo de Ciudadanos es de traca, de coña marinera.

Son capaces de tragarse sapos como camiones y a cambio poner el acento en mosquitos que no pican. Esto chicos de la pasarela, escogidos al dictado de un casting, donde la belleza, la superficialidad y la levedad de sus ser es lo importante, han aprendido bien la lección. Y han llegado para ayudar al amo, y, por cierto, lo hacen muy bien.

Saben bien cumplir su cometido. Son antiguos militantes del Partido Popular (Albert Rivera), defensores del bando fascista en la guerra civil (Juan Carlos Girauta), otros son ratas que huyeron de otro partido (UPyD) cuando se estaba hundiendo, seguidores de la FAES (Fundación de Aznar) y luego están los nuevos fichajes, modernos, jóvenes, guapos y aparentemente liberales. Todos ellos tienen algo en común, todo su gran saber es de un populismo exacerbado, basta escuchar a uno para saber lo que dicen todos. Están armados con frases de marketing electoral y han pasado en tres años de ser socialdemócratas a ultraliberales.

De hecho son el constante apoyo del PP. Son perros que ladran pero no muerden. Capaces de estar ayudando a su amo cuando lo que se juega es grave. Ahí están, apoyando los presupuestos generales de 2018, aunque de los acuerdos de los presupuestos de 2017 el PP haya cumplido sólo una pequeña parte. También han apoyado el 155, bueno, sería más preciso decir que fueron los primeros que pidieron, y siguen pidiendo, dureza contra Cataluña, más que el PP.

Y todo esto vengo a recordarlo por la actuación de este siniestro grupo en el caso Cifuentes. Como siempre, empiezan comiéndose el mundo, parece que son los adalides contra la corrupción y resulta que luego pegan el frenazo a la orden de sus amos, los peperos. Critican a Cifuentes pero sin embargo demuestran su falsedad cuando les dicen, desde la oposición, que actúen en consecuencia y apoyen una moción de censura. Eso no, que una cosa es ladrar y otra morder la mano que les da de comer.

No sabiendo cómo mantener su pretendida antorcha contra la corrupción, por un lado, critican a Cifuentes y, por otro lado, la regalan un balón de oxígeno al proponer una comisión de investigación. A sabiendas de su mínima utilidad y de que, con el verano encima, y las elecciones en un año, tratan de ganar tiempo para que al final no ocurra nada y con golpes de efecto electorales ser capaces de conseguir más votos y colocarse en primera línea.

Es posible que, a pesar de todas las pruebas en su contra, de sus mentiras, de sus falsedades y falsificaciones, de su chulería, de su cinismo y de su fingida sonrisa, Cifuentes se salve, y se lo deberá a ese muchacho, súbdito de Rivera y de Aznar, llamado Ignacio Aguado.

Esto es Ciudadanos. Un partido mamporrero, capaz de nadar y guardar la ropa a la vez, eso sí, siempre siguiendo el famoso lema del vasallo de los Trastamara: “Ni quito ni pongo rey pero ayudo a mi señor”. Naturalmente su señor, hoy es Rajoy.

Este país es un país inexplicable. Al menos, yo no lo entiendo. No sólo vota a Rajoy y le ha dado la mayoría, sino que ahora parece, según las encuestas, que tiene a Ciudadanos en los altares. Como diría Forges: ¡Oh, país!

Salud y República

01 abril 2018

Cifuentes, una presidenta tramposa y mentirosa


Rodeada de ranas, como su antecesora Aguirre, Cifuentes de forma chulesca y prepotente se enfrenta a las comisiones de investigación, que tratan de ver si ha estado envuelta en algún caso de corrupción, defendiendo su inocencia y ¡la han pillao con el carrito del helao!

Y es que, resulta que, según ha descubierto Eldiario.es, la Sra. Cifuentes, mujer de talante liberal y que, según ella, nunca ha cometido ningún acto de corrupción, ha presentado un currículum falso, donde dice que tiene un master y, sin embargo, no sólo no ha aprobado dos asignaturas, sino que además, su nota ha pasado de no presentada a notable, por arte de magia. De magia de alguien de la Universidad Rey Juan Carlos, que la ha aprobado por arte de birlibirloque.

Sólo ha dado explicaciones incorrectas e inexplicables, incapaz de presentar documentos sellados por la Universidad y el Trabajo Fin de Máster, que dice haber perdido. Y es que la pobre, se cambia tanto de casa que no sabe dónde tiene algo ‘tan poco importante’ como su TFM.

En fin, ya se ha hablado tanto del tema que poco me queda por decir, pero no quería dejar la cuestión sin más, y, por ello, la he dedicado unas coplillas como homenaje a su buena fama y su ejemplar actuación:


¡Cifuentes: miente!

Lo sabe quien cursa un máster:
para poder aprobar,
hay que acudir a las clases
y un trabajo presentar
¡Cifuentes: miente!

La Presidenta Cifuentes
dice que no ha habido trampas,
que reina la transparencia,
que los angelitos cantan
¡Cifuentes: miente!

Y la pobre se defiende,
diciendo que es un error.
Que a ella no le consta nada.
Lo defiende con ardor
¡Cifuentes: miente!

Se trata, según comenta
de una gran persecución
de políticos contrarios,
que quieren su rendición
¡Cifuentes: miente!

No encuentra su TFM
¿Dónde está traspapelado?
Y dice que lo ha perdido
en sus diversos traslados
¡Cifuentes: miente!

Pretende ganar más tiempo
mientras que calla su boca,
sus oponentes la atacan
y la están volviendo loca
¡Cifuentes: miente!

“¡Tengo que buscar un negro!
¡Que me salve de este entuerto!
¡Que me escriba el TFM!
¡Que les deje boquiabiertos!”
¡Cifuentes: miente!

Cambiar calificaciones
es un proceso corriente,
dicen desde la Juan Carlos.
¿De dónde sale esta gente?
¡Cifuentes: miente!

Desde dos ‘no-presentados’
a dos notables de nota
van dos años transcurridos
y un máster en bancarrota
¡Cifuentes: miente!

Falsificar documentos             
es corrupción decidida,
por mucho que ella lo niegue,
por mucho que esté perdida
¡Cifuentes: miente!

En un curso presencial
nadie avala su figura,
sus compañeros del máster
no la han visto ni en pintura
¡Cifuentes: miente!

Sólo le queda una cosa
después de esta felonia:
“Vete a tu casa, querida,
que no te quiero en la mía”
¡Cifuentes: miente!

Despídase de los suyos,
los que no la han defendido,
los que miran a otra parte,
los que nunca la han creído
¡Cifuentes: miente!

Adiós Cristina Cifuentes.
Adiós Presidenta infame,
‘Diosa de la Transparencia’,
ya no tiene quien la aclame
¡Cifuentes: miente!

Salud y República