28 junio 2017

El rey y el gobierno siguen sin reconocer a los auténticos héroes de nuestra democracia

¡Qué tristeza! ¡Otra oportunidad perdida! Hoy en un acto solemne se celebraba, en el Congreso de los Diputados, un homenaje a las primeras elecciones democráticas de 1977. Y, sin embargo, ni el rey Felipe ni la presidenta del Congreso han citado a quienes, jugándose la vida –algunos la perdieron y otros fueron represaliados salvajemente—, lucharon contra la dictadura franquista.

En el Congreso han estado los diputados de las primeras elecciones. El acto ha sido presidido por el rey Felipe VI, quién se ha limitado a denominar al franquismo como dictadura que condujo a una inmensa tragedia. Su padre nunca lo condenó, es más, fue nombrado rey por el mismo Franco, al que Juan Carlos I tenía devoción.

Poco le hubiera costado al rey haber nombrado a las víctimas del franquismo que fueron, en definitiva, los verdaderos impulsores del cambio de régimen, jugándose su vida en el envite. Bastaba una simple frase. Pero no, en el discurso real ha parecido que en 1977 la democracia surgió por sorpresa y se puso en marcha gracias a unos hombres y mujeres que estaban en el Parlamento. Lo cual, es injusto y parcialmente falso. En primer lugar por el olvido que he anunciado, pero además porque muchos, de los que allí estaban, jugaban a la democracia con el fin de salir airosos de tiempos oscuros donde ellos habían participado, directa o indirectamente, en las tropelías de la dictadura.

Hoy todos los congresistas de 1977 han sido condecorados. Todos. Incluso aquellos que jugaron a pasarse al bando democrático mientras cometían delitos propios de la continuación del franquismo. Recordemos un claro ejemplo, en 1976, con motivo de una huelga fueron asesinados en una iglesia de Vitoria cinco trabajadores y los disparos de la policía causaron 150 heridos. Pues bien, el responsable político de esa masacre, Rodolfo Martín Villa, hoy ha sido homenajeado y condecorado por ser diputado en 1977. Mientras, sus víctimas y todos los que han representado el verdadero motor de la transición, muchos de ellos víctimas del franquismo, no han sido siquiera mencionados.

Martín Villa fue un personaje político con claras connivencias con el franquismo, de donde venía, lo que confirma su actuación en los sucesos de Vitoria, el más grave protagonizado por la policía después de la muerte del dictador. Pero no sólo eso, fue capaz de condecorar a Billy el Niño, el policía más torturador de los últimos años del franquismo, a sabiendas de que fueron muchos los hombres y mujeres que pasaron por sus salvajes manos en la antigua Dirección General de Seguridad.

Martín Villa ha sido reclamado por la jueza argentina María Servini por considerarle responsable de la represión de Vitoria, quien le imputa el delito de crimen de lesa humanidad, en aras del principio de jurisdicción universal. Naturalmente, el gobierno español, cómplice del exministro ha negado la extradición que ha pedido la jueza.

Ésta es también parte de nuestra historia. La que muchos todavía quieren ocultar. Ignoran a los verdaderos héroes y glorifican a criminales reclamados por la Justicia Universal. Esta es la democracia que todavía hoy defiende a energúmenos como Billy el Niño o al propio exministro.

No es posible pasar página, mientras que sucedan estos olvidos voluntarios que cercenan nuestra historia de forma interesada. Los verdaderos artífices de que hoy no seamos una dictadura fueron aquellos que lucharon contra Franco, aunque en ellos a muchos les fue la vida y otros quedaron marcados para siempre.

Nuestra democracia seguirá coja sin VERDAD, JUSTICIA Y REPARACIÓN PARA LAS VÍCTIMAS DEL TERRORISMO FRANQUISTA

Salud y República

24 junio 2017

La Sanidad que el PP nos está dejando

Y eso que dicen que la crisis ya ha pasado. Que estamos al final del túnel. ¡Menos mal! Porque si la Sanidad está como está, habría que imaginar cómo estaría si este país no hubiera superado la crisis y no creciera casi un 3% su PIB.

Los datos cantan. Por mucho que se empeñen en repetir que el crecimiento es un récord, que hemos superado la crisis, que el paro sigue disminuyendo, la verdad es que, la desigualdad sigue aumentado –Cáritas (que no me parece una ONG sospechosa ni muy crítica con el gobierno) acaba de decir que se está empobreciendo la pobreza--, y también se está debilitando nuestra Sanidad.

Cada vez más, nuestra Sanidad demuestra síntomas de debilidad alarmante. Era, sin duda, hasta hace seis años, nuestro gran activo del Estado del Bienestar. Hoy, la situación se depaupera por momentos. Basta seguir los datos oficiales que nos llegan.

A pesar de esa recuperación que tanto recuerdan los peperos, nos encontramos con situaciones muy alarmantes. Por ejemplo, las citas para el médico de familia hoy dan como media una espera entre siete y diez días. Ya me dirán cómo se atajan las enfermedades básicas, si cuando nos llega el turno ya están curadas o, si se agravan, teniendo que acudir a Urgencias.


El tiempo medio de espera para los médicos especialistas también se han alargado. Ha pasado de 58 a 72 días de 2015 a 2016. Y las listas de espera quirúrgicas han pasado de 86 a 115 días en un año. Estamos en caída picada, sin que parezca que el ejecutivo pepero demuestre ningún interés por cambiar la tendencia. Es más, parece evidente que su desprecio por la Sanidad Pública es complementario de su favoritismo hacia la Sanidad Privada, puesto que parece que la única solución que tienen en mente es que los enfermos de las listas de espera saturadas, si cuentan con medios, se pasen a clínicas privadas. Ese parece ser el remedio que tienen para hacer disminuir esas listas que empeoran cada día.

Y es que claro, hoy tenemos 9.500 trabajadores menos en la Sanidad, y sin visos de que cambie. Las inversiones van –ya verán como dirán que es demagogia--, por ejemplo, para el presupuesto de Defensa que aumenta este año un 30% con el fin de colmar de felicidad a la Sra. Cospedal.

Mientras, la ministra del Sanidad, Dolors Montserrat, de la que sólo conocemos algunas declaraciones lamentables, pasa desapercibida y perdida entre las miserias y los recortes que siguen en su departamento. Eso sí, aguantando el chaparrón y defendiendo lo indefendible. Y es que los datos son tan claros que sólo les queda la mentira y la manipulación para tapar su lamentable gestión que está empeorando nuestra Sanidad Pública a marchas forzadas. 

Por cierto, la empresa sanitaria de la familia de la ministra ha aumentado su deuda con Hacienda un 87%, otra prueba más de cómo se apoyan las empresas privadas sanitarias mientras que los medios humanos y económicos disminuyen en la Sanidad Pública. Y que no echen la culpa a las CC.AA., porque las exigencias del déficit las están obligando a estos recortes inmisericordes.

¿Cuándo pensarán algunos que es el momento idóneo para echar al PP del gobierno? No esperemos mucho, no vaya a ser que no lleguemos, y nos quedemos anclados en una de esas listas de espera que tanto gustan al PP.

Salud y República

18 junio 2017

El PP quiere bloquear las ayudas a Grecia

Así de claro lo ha dicho el ministro De Guindos. La cuestión es sencilla, hay tres hombres de negro –ya saben, esos enviados de la Troika para presionar y amedrantar a las economías más débiles— que hicieron un informe en Grecia en 2012, que provocó pérdidas millonarias y aceleró la recesión económica del país. Algo que en Grecia es considerado un delito, por ellos están en proceso judicial y pueden ser condenados a prisión.

Uno de los tres hombres de negro es español y nuestro querido ministro, con esa excusa, ha afirmado que de no ser puesto en libertad, bloquearía la ayuda de 8.500 millones ya autorizados y que sirven para evitar la quiebra del país heleno.

Nos quiere hacer creer que el PP está muy interesado en este caso porque uno de estos personajes es español, pero no, no nos chupamos un dedo. La cuestión es mucho más directa. De Guindos y el gobierno español lo que quieren es salvar a los hombres de negro y dotarlos de inmunidad.

Parece coherente, porque si escudriñamos el currículo de De Guindos es lógico que pretenda ayudar a uno de los suyos. Y no lo digo porque sea español, sino por ser hombre de negro. Él era el director de Lehman Brothers para España y Portugal cuando quebró esta financiera y colaboró en acelerar la crisis económica que nos ha asolado desde 2008. Él es un auténtico hombre de negro, de ahí su interés en salvar a uno de los suyos, aunque haya contribuido con un informe –según fuentes judiciales griegas, hecho con mala fe— a que Grecia haya empeorado su situación económica notablemente.

Y es que, ¿alguien se imagina quién podría superar en esa labor a personajes como De Guindos, Montoro o el mismo Rajoy? ¿Acaso alguien piensa que puede haber gente más sumisa con la Troika y las posiciones más duras de Merkel?

Les importa un pito lo que pase en Grecia, si quiebra mirarán a otro lado y tratarán de llevarse sus despojos, pero lo que quieren, a cambio de que se les otorgue los 8.500 millones de euros aprobados, es defender a los hombres de negro. Ellos son hombres de negro, de ahí su interés y que no nos vengan con la excusa de que es español. ¿Cuántos españoles hay en el mundo juzgados por distintos Estados a los que haya ayudado este gobierno? Ellos presionan para salvar a uno de los suyos, aunque el delito que han cometido haya incrementado la debilidad económica de los griegos.

No hay más que recordar cómo nos han recortado servicios esenciales durante toda la crisis, y todo bajo mandato de la Troika que es quien verdaderamente ha impuesto sus políticas de miseria y desigualdad en Grecia, Portugal y España. Y ellos, Rajoy, Montoro y De Guindos no han sido sino simples monaguillos de esa política que tanto daño nos ha hecho y que ha tenido consecuencias irreversibles.

El hecho de que en países críticos como Grecia y Portugal no gobierne la derecha, afín a la Troika, hace que Rajoy y sus muchachos no hagan sino poner piedras en el camino de la posible recuperación de estos países. Nosotros no tenemos ese problema. En nuestra España querida reinan los hombres de negro, quienes nos han inyectado y nos siguen inyectando, directamente en vena, las directrices de la institución más cruel y descarnada de los últimos años: La Troika

Salud y República

16 junio 2017

Fútbol: el monstruo que todo lo puede

Parece mentira pero el fútbol profesional, algo que debería ser un deporte y un espectáculo, es un monstruo que se traga todo: la ética, la estética, la solidaridad, la serenidad y hasta los actos delictivos.

Desde reacciones que algunos forofos tienen a favor de su equipo (también ocurre en partidos infantiles) y deciden convertirse en animales salvajes y generar una violencia inusitada, hasta actuaciones inclasificables de solidaridad con sus ídolos, aunque estos sean unos delincuentes.

Recuerdo cómo vitoreaban desde la grada, un montón de seguidores, a un jugador bético y llamaban puta a su pareja, por el hecho de que le había denunciado por violencia de género. Importaba un pito que fuera o no culpable, él (Rubén Castro) era el ídolo y como tal se ve que podía cometer cualquier acto, aunque fuera violento, con su pareja. Por cierto, fue defendido por su club y su entrenador.

Y qué decir de los casos descubiertos de fraude fiscal, donde Neymar, Messi o Ronaldo, por nominar a los más conocidos, han dejado de pagar millones a Hacienda y vemos cómo sus clubes les defienden y sus seguidores les perdonan. Algo insólito. Hablamos de decenas de millones de euros y parece que estos famosísimos tienen bula y pueden hacer lo que quieran con el apoyo de su gente. Lo que no se permite a nadie que no sea una estrella del deporte rey.

Todos estos delincuentes fiscales son personajes que deberían ser un ejemplo para jóvenes y demás personal y, sin embargo, a pesar de ganar millones de euros cada año, tratan de comportarse a su antojo, esconder sus grandes fortunas y no pagar lo que deben, como hacemos todos los demás.

Claro que siendo ellos los que presuntamente delinquen, las actitudes de sus clubes y de sus seguidores son lamentables, y dicen mucho de cómo las pasiones desatadas en el fútbol, ese forofismo tan extendido, son un ejemplo de una insolidaridad y de sectarismo desatado.

Señores defensores de estos presuntos delincuentes –algunos ya no son presuntos y han sido condenados--, somos muchos los que, nos guste o no el fútbol, no estamos dispuestos a apoyar su violencia o sus actos fraudulentos. Ya está bien, no sólo se les considera unos ‘niños bonitos intocables’ sino que además tenemos que apoyarles o reírles sus gracias, aunque éstas sean graves. Por ejemplo, cometer violencia de género, violencia con el árbitro, delitos fiscales. ¡Basta! Estos tipos son delincuentes y como tales deben ser tratados, y la solidaridad con ellos debería estar penada (qué vergüenza ver a los clubes defendiéndoles, en vez de castigarles por manchar su nombre).

Esta pasión desmedida y canalla que desata el fútbol hay que controlarla. De no ser así, los partidos de fútbol, los campos y sus inmediaciones pueden terminar por ser campos de batalla donde la violencia campe por sus lares y el fútbol no sea sino la excusa.

Salud y República

11 junio 2017

Un banco, un euro

Quién lo iba a decir. ¿Qué es lo que se puede encontrar en el mercado por un euro? Difícil lo tenemos hasta en un Chino. Sin embargo, ahí lo tienen ustedes, un banco como el Popular, con decenas de miles de clientes, miles de empleados y dirigentes jubilados con pensiones escandalosas le ha costado al Santander un euro. ¿Hay quién dé más?

Se ha producido el crack del Banco Popular y lo que antes valía en bolsa miles de millones de euros ha quedado, en un plis-plas, a precio de Chino barato. Un euro.

Estas cuestiones son difíciles de entender. El Popular se ha venido abajo con los problemas que ello conlleva. Dicen –yo no estoy seguro— que no costará un euro al erario público. El Ministro De Guindos –recordemos que también lo dijo con la crisis de 2012, y nos ha costado más de 60.000 millones de euros— ha sido claro. No hay coste público.

Al final, el Santander se ha hecho con un banco que, si bien tiene deudas, aporta miles de clientes y aumenta su expansión territorial, sobre todo en Cataluña. Seguro que es un buen negocio, soportará sus deudas para que en poco tiempo se conviertan en beneficios. Ya lo verán.

Pero, ¿aquí quién pierde? Para empezar los accionistas, unos 300.000, cuyas acciones se han quedado sin valor y como simple souvenir de un tiempo pasado. Francamente, me importan poco los grandes accionistas, pero sin embargo sí que ha sido un palo para los pequeños accionistas que han invertido, engañados por los balances y comunicados del propio banco, por los intermediarios institucionales encargados de vigilar la gestión bancaria, como el Banco Central y la CNMV, que no han cumplido con su misión de supervisión, por la auditora PWC que ha endulzado los datos, por el gobierno que ha comentado que el sistema bancario no tiene ya problemas.

Y lo que es más grave, los empleados. O es que hay alguien que pueda creer que el Santander, un banco superlativo va a mantener a los 30.000 trabajadores del Popular. Eso no se lo puede creer nadie. Hay cientos de oficinas del Popular que están a menos de cien metros de alguna sucursal del Santander, y creer que se van a mantener las dos, y los empleados de ambas, es un delirio. Así es que habrá, por desgracia, regulación de empleo (ERE), los sindicatos tienen que estar preparados para lo que viene.

Por cierto, que si hay ERE, parte de los costes del mismo los asume la Hacienda Pública, por lo que sí que habrá desembolso de fondos públicos. Así es que, indirectamente, tampoco nos libraremos de que una operación entre bancos privados tenga un coste para todos.

En fin, parece que accionistas ya están organizándose para plantear denuncias ya que han sido vilmente engañados por todas las instancias financieras, públicas y privadas, que hasta hace poco seguían diciendo que el Popular se recuperaría. De hecho propiciaron, sin que saltaran las alarmas, dos ampliaciones de capital que hicieron caer en las redes a más accionistas, cuando todo estaba perdido.

No, no se puede ser categórico. Hoy ya estamos viendo que no sólo eran las cajas, entidades públicas, las que han sido mal gestionadas. El Popular es un ejemplo de banco privado quebrado, y ojo con el Liberbank que parece que lleva el mismo camino.

Eso sí, al igual que las cajas de ahorro, sus directivos, después de hundir la entidad. se han jubilado o prejubilado llevándose unas limosnas nada despreciables. Por ejemplo, Ángel Ron, el presidente que hundió el banco, al marcharse hace tres meses, se ha adjudicado una pensión de 23 millones de euros. Vamos, un poco más de lo que cobramos cualquiera de la mayoría de los jubilados de este país “tan justo”.

Salud y Republica

09 junio 2017

Montoro, un tramposo sin decoro

Ahí le tienen. Tan tranquilo, dispuesto a reírse de todos nosotros y de hacer lo que le venga en gana, aunque sea ilegal. Este es el administrador de nuestro dinero público. Y así nos va. Siempre barriendo para casa, para los suyos, para sus amigotes.

Ahora, después de cinco años –ya le vale también al Tribunal Constitucional--, resulta que su famoso y despiadada “regularización de activos” –así y de otras formas la llamaba, sin mencionar la palabra amnistía— ha sido declarada inconstitucional. Y él tan campante.

Un tipejo deleznable capaz de engañar al más ‘pintao’, aunque sea de forma ilegal. Éste es Montoro. Es imposible pensar que fue un error. Este Partido Popular que tiene a su merced multitud de abogados del Estado, de sapientísimos jueces y de asesores legales no se equivocó, actuó a sabiendas de que estaba cometiendo una ilegalidad. Con su chulería habitual Montoro vaciló a los diputados de la oposición, engaño a los españolitos de a pié y demostró una vez más que forma parte de un clan que cree que este país es de su propiedad, y por lo tanto puede actuar como le venga en gana, por encima de leyes molestas.

¿Y ahora qué? Pues nada. Habrá un rifirrafe, para seguir igual. Montoro después de cometer su ilegalidad no dimitirá, apelará a sus compañeros diputados, que aplaudirán, y probablemente será reprobado, lo que, francamente, no sirve para nada. Ahí está el Ministro de Justicia, reprobado por el 60% del Congreso, ejerciendo como si nada, y haciendo más barrabasadas judiciales. Algo huele mal en nuestro ordenamiento jurídico, cuando las reprobaciones al gobierno se las pasan por las ingles.

Y Montoro no dimitirá ni de coña. Aquí paz y después gloria. Porque como quiera que en aras de la seguridad jurídica no se puede pedir a los damnificados que paguen el pastizal que gracias a Montoro y Cía. se han ahorrado, celebrarán gracias a su amiguete una juerga a nuestra costa. Mientras, nosotros a contemplar perplejos el espectáculo y a entregar la declaración del IRPF, no nos vayan a meter un puro. Porque ya saben ustedes que “Hacienda es lo primero” y que “Hacienda somos todos”, menos algunos.

¿Acaso no es inmoral, además de inconstitucional, lo que hicieron Rajoy y Montoro? Porque mientras que los demás estábamos apretándonos el cinturón hasta conseguir una cinturita de mírame y no me toques, y pagando todos los impuestos sin rebaja de ningún tipo, los amiguetes de Montoro se dedicaron, gracias a la amnistía, a traer su dinero de paraísos fiscales, lavarlo y a pagar un mísero 3% (la media de lo que se paga por IRPF es del 21%).

Ya me imagino cómo se estarán partiendo la caja, entre otros, los corruptos Rato, Bárcenas, Granados, Pujol, Fernández Villa, varios importantes empresarios y algún que otro narcotráficante. Vamos la flor y nata de la sociedad. Mientras usted y yo, ya saben, gente inferior que merece ser castigada: ¡a pagar! Faltaría más.

¿Y saben qué es lo que dice el PP? Que es una cuestión de forma, porque lo hicieron con un decreto-ley (fue así para evitar la bronca en el Congreso) y que hicieron lo que tenían que hacer. Ya lo ven, la confirmación de que están por encima de todas las instituciones, también del Tribunal Constitucional, ese que tantas veces les ha servido pleitesía y que en esta ocasión les ha dicho claramente, entre otras críticas, que esta amnistía: “en lugar de servir a la lucha contra el fraude fiscal, se aprovechan del mismo so pretexto de la obtención de unos ingresos que se consideran imprescindibles ante un escenario de grave crisis económica" Y a esto le llaman cuestión de forma. ¡Vaya cara más dura!

Salud y República

07 junio 2017

Atentados y elecciones en el Reino Unido

Mañana se celebran elecciones en el Reino Unido. La presidenta del gobierno, Theresa May, con la excusa del Brexit, convocó con un adelanto de tres años las elecciones generales del Reino Unido. La verdadera razón era que el partido conservador sacaba al partido laborista 18 puntos en los sondeos.

Hoy, la diferencia ha pasado de los dieciocho puntos de abril a menos de dos. El partido laborista, liderado por Jeremy Corbyn, amenaza a Theresa May quién asustada por esos sondeos ha decidido tomar acción y, después del atentado de hace cuatro días, viendo el daño que le podría producir este hecho en las elecciones, ha prometido tomar medidas contundentes contra el terrorismo. Y ha soltado un “basta ya”, como si hasta ahora no se hubiera hecho lo suficiente para prevenirlo e impedirlo.

En unas declaraciones incendiarias ha llegado a decir que si hay que disparar, se disparará, y que si los derechos humanos interfirieran en las medidas punitivas contra los potenciales terroristas, habría que cambiar las leyes. Un ejemplo claro de una “demócrata ejemplar!.

Lo que ocurre es que la Sra. May debe haber olvidado que ha sido ministra del Interior durante siete años, en los que, gracias a los recortes impuestos ha disminuido los recursos humanos --en casi 20.000 el número de policías-- y económicos, disponibles para la lucha antiterrorista.

El líder laborista Corbyn, apoyándose en estos hechos, ha pedido la dimisión de la presidenta. El exceso de la Sra. May, olvidándose de su responsabilidad al disminuir claramente las medidas antiterroristas en su periodo de gobierno, ha sido contestado por otro exceso, puesto que pedir la dimisión a tres días de unas elecciones generales no es sino un brindis al sol.

No sé si los atentados han sido pensados para influir en las elecciones, pero lo que está claro es que han echado leña al fuego electoral y la cosa está que arde. La Sra. May ha perdido el control y promete ahora más medios para la lucha antiterrorista –olvidándose de su actuación como ministra del Interior, donde los disminuyó—aunque sea en contra de los derechos humanos. Y es que tiene el miedo en el cuerpo al ver cómo se le acerca en las encuestas su adversario, y se ha visto obligada a reaccionar, con el fin de asegurar su victoria. Lo que ocurre es que esta reacción puede haberse vuelto en su contra, al recordarle su pasado ministerial.

A todo esto, hay que sumar a la Sra. May, la forma negativa en que se está desarrollando el post-atentado. Hoy, cuatro días después, no se sabe los nombres de los siete fallecidos, ni de muchos de los heridos. De forma incomprensible, el tiempo empleado en el reconocimiento de los asesinados es lamentablemente exagerado, y está llevando a las familias de los desaparecidos a una situación límite de difícil explicación.

La famosa policía inglesa, Scotland Yard, está quedando en evidencia. Hoy todavía, no se sabe qué ha pasado con varios desaparecidos, entre los que hay un español: Ignacio Echeverría, que tuvo la mala suerte de encontrarse fortuitamente en el sitio y el momento equivocado. Lo último que recuerdan sus amigos, es que con su patinete le vieron enfrentarse a los terroristas, y nadie sabe nada más. La familia sigue esperando angustiada que las autoridades británicas localicen a Ignacio, pero según parece y no se sabe por qué, tienen que seguir esperando. ¡No hay prisas! ¡Lamentable!

Salud y República 

05 junio 2017

El disputado voto del diputado 176

¡Qué desperdicio de apellido! De un hombre del siglo XVII culto y siempre crítico con el poder –D. Francisco— a un político del siglo XXI cicatero, demagogo y plegado al poder –D. Pedro—, un caso más que da la razón a aquello de que el hábito no hace al monje.

Mientras D. Francisco de Quevedo siempre fue crítico con el poder, D. Pedro Quevedo se pliega a él por un plato de lentejas. De una talla gigante a un enorme enanismo.

Otros lo hicieron por treinta monedas, hoy la traición parece que ha sido a cambio de 200 millones de euros. Eso sí, sin contar el Haber, muy superior a ese Debe. Porque los presupuestos de este año, injustos, precarios y sectarios han salido adelante ‘contra’ todos los españoles, incluidos los canarios, por votos como el de Pedro Quevedo.

El apoyo a los presupuestos significa una continuación en la línea que marcan desde Europa, Merkel y Cía. Manteniendo recortes importantes, una deuda que sigue aumentando y con graves carencias y desigualdades en las cuestiones sociales.

A cambio del voto 176, del Sr. Quevedo, Canarias irá incrementando su desigualdad con respecto a otras comunidades autónomas y sufrirá las mismas carencias previstas para el resto del país. Claro que podrá viajar entre islas con un mayor descuento y presumir de ello para obtener votos en las próximas elecciones.

Entre otras lindezas, en el presupuesto de este año, Pedro Quevedo, el 176, ha aprobado a cambio de esos 200 millones:

n     Incremento de un 7,7% del IRPF (el impuesto que pagan los asalariados)
n     Incremento del IVA, el 7,7% (que pagamos por igual todos los consumidores)
n     El gasto social aumentará el 1,7% (por debajo del 3% que será lo que crezca el PIB)
n     La inversión pública bajará notablemente en dieciséis CC.AA. (-2,7%), llegando a estar por debajo del -30% que en 2016 en las Comunidades de Asturias, Galicia, Castilla y León, Galicia, Valencia y Andalucía
n     La inversión en infraestructuras bajará un 21,2%
n     Los créditos destinados a políticas de desempleo bajan un 6,6%
n     El presupuesto en Sanidad aumentará un 2,3% y el de Educación un 1,7% (en ambos casos por debajo del aumento del IPC y del PIB)
n     La partida dedicada a las luchas por la igualdad de género sigue siendo la mitad de la de 2011
n     Para el desarrollo de la ley de la Memoria Histórica se sigue presupuestando lo mismo que en los últimos cinco años (cero patatero)
n     Los pensionistas han sufrido un aumento del 0,25% y los empleados públicos del 1% (en ambos casos muy por debajo de la inflación)

Es como si estas medidas presupuestarias no afectaran a Canarias, algo falso. Porque el Sr. Quevedo a cambio de viruta, ha aprobado más desigualdad, más recortes, más indignidad, claro que parece que él ha cumplido. Ha visto su nombre en mayúsculas en los medios de comunicación, sin importarle nada más. Y eso que se proclama socialista y votó en contra de la investidura de Rajoy.

Por cierto es una buena oportunidad para que el nuevo PSOE, capitaneado por Sánchez, le lea la cartilla y aparte a esa formación, Nueva Canarias, de los acuerdos con su partido. Recordemos que iban en la misma lista y que hoy, este ‘socialista canario’ ha permitido aprobar los presupuestos de la vergüenza. Sin embargo, hasta ahora ni Sánchez ni ninguno de sus compañeros ha alzado la voz contra este individuo, cuando debería haber roto los acuerdos y despotricado contra esta formación canaria, servil y traidora.

Habría que ver cómo estarían en el PSOE si alguna formación de Unidos Podemos, distinto del partido Podemos, como La Marea o Izquierda Unida o Compromis hubieran votado algo distinto en algo tan importante como los presupuestos. Pero claro, ellos están acostumbrados a votar según conveniencias, basta recordar lo que pasó en el pleno en el que permitieron la investidura de Rajoy.

Salud y República 

03 junio 2017

Y la Iglesia sigue con sus trolas sectarias

Mientras que los Cañizares de turno siguen criminalizando la homosexualidad o el aborto, desde sus tribunas, e incomprensiblemente a alcaldes como Kichi, de Podemos, les da por otorgar una medalla de honor a una virgen, la Iglesia Católica cabalga a sus anchas.

Los homosexuales proceden de familias desestructuradas, dicen y se quedan tan panchos, contrariando lo que dice su jefe el Papa Francisco. Pero les da igual, muchos jerarcas católicos de este país son más papistas que el Papa.

Y es que en vez de practicar aquello de ‘dar al Cesar lo que es del Cesar y a Dios…’ su afán totalitario les lleva a meterse en charcos de forma gratuita, eso sí, con el apoyo del gobierno, también con la pasividad del PSOE (que no ha movido un dedo para denunciar en cuarenta años los acuerdos con la Santa Sede) y últimamente con algún podemita alucinado por la Virgen del Rosario, siguen estando en el candelero con declaraciones y actuaciones sectarias y propias de un Estado Católico (Nacional-Católico) y no Aconfesional.

Lo último, si no fuera porque la cosa es seria y puede haber quien se lo crea, sería para partirse de risa. Me refiero a la Memoria Anual de Actividades de la Iglesia Católica en España. Esta Iglesia, con aquello de que la fe es lo importante y lo que mueve montañas, se aleja constantemente de la razón, dejando que su mente calenturienta siga más en la alquimia que en la física, en la astrología que en la astronomía, en el curanderismo que en la medicina, en la Inquisición que en la Justicia. Ellos son así. La razón es algo secundario, lo importante es creer. Los datos no son sino obstáculos en su camino al más supino sectarismo y por lo tanto no son importantes. Lo importante es lo que ellos –los prebostes católicos españoles— piensen, digan o hagan.

Es curioso leer esta memoria anual, porque es un informe donde no hay datos, sino opiniones, donde se aseguran cuestiones que no se demuestran y donde las falsedades, en aras de una autoridad --para quien se la crea— investida por ellos mismos, los obispos se crecen hasta llegar a afirmar cuestiones indecorosas, perniciosas y falsas.

Por ejemplo, este informe asegura que ‘la formación católica en los colegios genera grandes beneficios, como reducir la criminalidad, las diferencias sociales y mejorar la salud’. Eso sí, sin un mal dato, ni tan siquiera falso, que confirme esa realidad.

No me dirán que no es de coña. Cómo se obtiene el dato de reducir la criminalidad, y cómo el de la disminución de las diferencias sociales. Y qué me dicen de la mejora de la salud. ¡Qué barbaridad! ¡Qué insensatez! ¡Qué irracionalidad más irracional!

Por si lo anterior fuera poco, se empeñan en decir que la Iglesia aporta mucho más de lo que recibe de recursos públicos. Hay que tener jeta. No sólo nos mienten sino que además nos vacilan. Después de que la Iglesia recibe, según Europa Laica, 11.000 millones de euros anuales, quieren hacernos creer que ellos aportan mucho más (hablan de un 138% más, no me dirán que no es manipulación absoluta).

No se conforman con nada. Están acostumbrados a recibir y a poner el cazo y a decir que ellos devuelven más. Tenemos un ejemplo clásico, el de Cáritas, ahí están esos obispos que no hacen sino defender a Cáritas como algo suyo y resulta que lo que la Iglesia subvenciona a esta ONG es el 2,5% de su presupuesto. Eso sí, presumen como si fuera el 100%.

Cuentan medias verdades o falsedades plenas y las repiten, ya conocemos esa táctica. Pero ahí siguen, cada vez con menos seguidores, con menos vocaciones pero mantienen su influencia gracias a los recursos públicos que nos quitan. Y el Laicismo lejos, todavía lejos de nuestras instituciones.

Salud y República