27 septiembre 2018

Valls: El fichaje de la temporada


Todos los años se producen fichajes de primera (y de tercera).Los equipos de fútbol se lleva la palma. Pero no hay que dejar de lado a los partidos políticos. El gran fichaje de esta temporada, para las municipales próximas, se llama Manuel Valls.

Ciudadanos le ha elegido para ser cabeza de un movimiento que pretende ganar la alcaldía de Barcelona. Sí, ese que fue primer ministro francés durante dos años y que tiene un currículo político que culmina con un fracaso total, perdiendo las primarias a las presidenciales francesas, y habiendo contribuido de forma considerable en el hundimiento del partido socialista francés.

Hoy, en su ocaso político francés, pretende resurgir en Barcelona, de la mano de un partido cada vez más ultra. Se trata de, una vez que ha bajado a la segunda división francesa, desaparecer de la escena gala para intentar resurgir en Barcelona, como el Ave Fénix. Eso sí, pretendiendo hacerlo en una plataforma independiente –cuando todos sabemos que está bajo el manto del falangito Rivera--, con el fin de acaparar votos de todas las ideologías.


Dice ser de izquierdas, a pesar del apoyo de los naranjitos derechones, y se proclama con orgullo seguidor de Blair, o sea socialista de pega. Algunas de sus derivas ‘socialistas’ son para mear y no echar gota. Defiende alargar la edad de jubilación y poner cuotas estrictas a la entrada de migrantes. Está a favor de los transgénicos y de las centrales nucleares, y se ha declarado seguidor de las tesis de Ciudadanos en el tema catalán. Vamos, ‘un socialista de tomo y lomo’ y un peligro en ciernes de tamaño monumental.

Una de las cuestiones, más importantes para él, es limpiar el espacio público y desalojar a los manteros –sin decir que piensa hacer con ellos, aunque me temo que los quiera devolver a su patria--. De momento, a pesar de seguir siendo diputado de la Asamblea Francesa y cobrar de ella, todavía no ha concurrido a ninguna de sus sesiones esta temporada, debido a que se está centrando en intentar ganar la alcaldía de Barcelona.

Es simplemente un aprovechado, un vividor de la política que no sólo se ha dedicado a su propio interés hasta que ha perdido la batalla, sino que no se conforma y una vez que ha contribuido a hundir al Partido Socialista Francés y ha perdido las primarias a la República, al igual que las ratas, abandona su barco y busca un hueco lejos, en otro lugar: Barcelona. Pretendiendo vender la primera parte de su currículo político –hasta que fue nombrado Primer Ministro--, y olvidándose de la otra parte, la del fracaso total de su partido y de su persona, habiendo quedado en diputado raso, a las órdenes de Macrón, incapaz de asumir su derrota y decidido a volver a triunfar.

Esperemos que su contribución a Ciudadanos sea la misma que fue al Partido Socialista Francés, o sea su hundimiento casi total (hoy el PSF cuenta con 29 diputados de 577, el 5%). Sin embargo, el peligro existe, ya sabemos la fuerza de Ciudadanos en Catalunya y la afición que muchos ciudadanos tienen a líderes políticos, aunque estén en la más absoluta decadencia. Así es que, atentos al Ave Fénix, para que no resurja de sus cenizas.

Salud y República

25 septiembre 2018

¡Qué difícil defender al gobierno de Sánchez!


Y me gustaría. A pesar de conocer cómo funciona el PSOE: amagar y no dar. Pero de cualquier forma siempre es menos malo que el PP, ese gobierno que nos ha dejado en pañales y que se ha llevado hasta las toallas del baño.

Sin embargo, es difícil defender a este gobierno de Sánchez. Después de desdecirse en varias ocasiones, de parecerse al PP en el asunto master, de no publicar la lista de los amnistiados, de proponer impuestos de los que se retracta constantemente, de hablar como si fueran de izquierdas y actuar junto a sus coleguitas del PP y C’s, en la defensa de Juan Carlos I y la Monarquía. De otras cosas y, sobre todo, de haber tenido dos ministros dimitidos en tres meses, por salirle ranas.

Ahora resulta que, una ministra de este gobierno, Dolores Delgado, se reunía con la mayor escoria de las cloacas del Estado, el tal Villarejo. Y no sólo eso, además, al principio ha negado que tuviera alguna relación con él. Demostrándose luego, por las grabaciones, que ha mentido.

Y hay más, una ministra que pertenece a un gobierno que alardea de feminismo y de luchar contra la homofobia, en una grabación llama maricón a su compañero Marlaska, en un tono poco cariñoso, y confiesa que prefiere tratar con jueces y no con juezas. Algo incomprensible, cuando su partido dice estar tratando de conseguir una igualdad entre ambos sexos, esta señora ministra pretende mantener el estatus machista en la judicatura.

En fin, está claro para mí que una ministra de esta calaña no puede seguir ejerciendo el cargo. No sólo ha demostrado su desprecio homofóbico por su compañero Marlaska, no sólo ha puesto en duda su interés en la igualdad de género, además se reunía con un tipejo impresentable, lo más bajo de las alcantarillas estatales.

Ya sé que otro ministro dimitido es algo incomprensible y lamentable, pero mantenerse en el cargo, después de lo sabido, es inmoral. Sánchez parece haber elegido al azar, en el circo de su partido, y se ve que le crecen los ‘ministros’. Esto tiene muy mal cariz. Ahora que se podía aprovechar para poder cambiar algo –ya sabemos las limitaciones del PSOE al cambio--, resulta que tres ministros, en menos de cuatro meses, han salido ranas. Y, la oposición, a degüello.

Si a este continuo dislate sumamos la dificultad para aprobar los presupuestos, debido a la deslealtad y a la desvergüenza de unos partidos que siendo minoritarios en el Congreso, tienen mayoría en la Mesa del mismo, y los han parado, tendremos que pensar que habrá que prepararse para unas elecciones próximas.

Unidos Podemos puede y debe ayudar a cambiar las cuestiones que beneficien a los más necesitados y castiguen a los que se han beneficiado de la crisis sin reparo y han dejado en la indigencia a muchas familias, haciendo que la brecha entre los poderosos y los más necesitados sea cada vez mayor. Pero, ¿es posible ayudar a este gobierno cuyo descrédito crece cada día, por torpezas e incumplimientos? ¿A qué precio? Difícil, muy difícil. Y ahora nos podemos preguntar: ¿Habrá más ministros implicados en casos incompatibles con su puesto? ¡’Chi lo sa’!

Salud y República

22 septiembre 2018

Éste es el PP que sufrimos. Retrato en sepia


Sólo tres tristes ejemplos de esta semana. Suficientes para demostrarnos cómo es el PP. Ese partido que, con un nuevo presidente, pretende regenerar la vida política. Franquista y corrupto son dos de los adjetivos que más le cuadran.

Pues sí. Unas grabaciones han descubierto que un concejal de Torrelodones quiso hacer chantaje a la alcaldesa. Con amenazas pretendía que la alcaldesa no se volviera a presentar, a cambio de no denunciarla. En tono tranquilo habla de que en su propio partido hay muchos hijoputas, que crecen más que champiñones.

Una vez que las grabaciones han salido a la luz, el concejal chantajista ha tenido que dimitir. Eso sí, antes, desde el PP de Madrid, pretenden hacernos creer que hablaba en nombre propio, cuando es difícil que un concejal hable con esa soltura sin que lo sepan sus superiores. No lo creo, claro que lo más fácil es soltar lastre para evitar más investigaciones. La corrupción sigue campando por sus lares en el PP de la CAM.

Otra ‘divertida historieta’ es la protagonizada por la diputada pepera en la Asamblea de Madrid, Begoña García. La pobre no se ha acordado de lo que es políticamente correcto y ha dicho lo que piensa. Así es que ha llamado a Franco, caudillo –seguro que lo es para ella y para muchos peperos--, en una traición que le ha hecho su corazón a su cerebro (pequeño sin duda). Y se ha reído –yo diría más bien que se ha descojonado— hasta hartarse. Se ve que le ha hecho gracia.

La explicación de que leyó mal lo escrito –dice que en su nota ponía dictador y no caudillo— confirma más lo que de verdad piensa, y francamente si fuera un error de lectura seguro que sería por haber ido a una escuela privada y después haberse sacado un master en la URJC. En fin, el apelativo a esta señora no puede ser otro que franquista. Y la defensa de su partido no es sino otro síntoma de la herencia que tantas veces les produce fervientes referencias para con su “caudillo”.

Por último quiero hablar de Pablo Casado. Y no de la decisión del fiscal de archivar la causa de su master, aunque la cosa tiene guasa y ha dejado a la jueza por mentirosa y él siga sin enseñar sus trabajos que huelen a plagio o a paja insulsa.

Lo que me ha parecido más grave de este personaje esta semana ha sido la defensa que ha hecho de los nuevos líderes europeos de la derecha extrema. Primero, el neonazi Orban, al que los diputados del PP en Europa, al contrario que han hecho la mayoría de sus compañeros en el Grupo Popular Europeo, han votado en contra de iniciar sanciones contra él.

Por cierto, la primera visita de Casado a los líderes europeos ha sido al presidente de Austria, Sebastian Kurz, un xenófobo que ganó las elecciones con un programa de extrema derecha, y que parece ser una referencia para Casado. Como se puede ver se codea con lo mejor de cada casa. Allí ha apoyado las ideas de Kurz sobre los migrantes, como antes hizo con Orban. Esto es, mano dura, cierre de fronteras y sólo paso a las necesidades laborales del país. O sea a futbolistas, millonarios o a los que necesite algún sector económico. ¡Una maravilla! Eso sí, maravilla xenófoba.

Pues bien, una vez allí, en Europa ha saludado a Juncker, el presidente de la Comisión y le ha dicho que España es un desastre con este presidente socialista. Eso se llama hacer patria, ondear la bandera, en definitiva su forma de hacer marca España y de decir: ¡Viva el rey!

Es necesario que nos pongamos las pilas, si este individuo, ayudado por su camarada falangito Rivera, obtiene resultados que le permitan gobernar, me río yo de Salvini, Kurz, Orban y, como no, del mayor ejemplo para Casado: Donald Trump. ¡Lo tenemos claro!

Salud y República

18 septiembre 2018

Ciudadanos, ¿ha venido a regenerar o a degenerar la política?


Han tratado de imponer la bandera de la regeneración, la lucha contra la corrupción. Sin embargo, a pesar del poco tiempo que llevan en la política nacional, más bien parece que lo suyo es degenerarla.

Desde el caso escabroso de su tesorero --ocultó la compra de un local en Barcelona y una hipoteca en Bankia, además de tener bloqueadas sus cuentas en Brasil, por fraude fiscal, y haberlo negado en el Senado--, que todavía sigue como si no hubiera pasado nada, al engaño en su currículo de su lideresa en Barcelona, la concejala Carina Mejias –quien ha añadido un master y un posgrado falso a su expediente académico--, pasando por las modificaciones hechas en el currículo del mismo Rivera, este partido es ‘un dechado de virtudes regenerativas’, como se puede comprobar.

Pero ellos erre que erre. Siguen atribuyendo a los demás todos los males, mientras que no cumplen ni con sus propias normas. Puesto que en su ‘Compromiso por la regeneración democrática’ –parte de su programa electoral, con el que han engañado a miles de electores--, en su punto tres, dice claramente que hay que apartar de su cargo a quien haya falseado su currículo o su formación académica.


Está claro que este punto estaba destinado a los políticos de otros partidos. Porque de no ser así, Carina Mejías –que además de concejala en Barcelona, es miembro del Comité Ejecutivo Nacional de Ciudadanos, órgano máximo del partido— y el mismo Rivera deberían haber sido apartados de sus cargos.

Claramente vuelve a funcionar la ley del embudo, tan conocida y practicada por las derechas españolas. Sus proclamas van dirigidas a los demás, nunca a ellos mismos. Es una vergüenza que el tal Rivera no diga ni pío de su currículo, y que la tal Mejías diga que ha sido otra persona que hoy no está en Ciudadanos, quien le ha colocado un master y un posgrado más falso que un euro de madera.

Eso sí, siguen dando palos de ciego e inventando sobre los demás. Basta ver cómo el propio Rivera sigue diciendo que Sánchez no es creíble, mientras él calla y habla de errores, y su delfín en Madrid, Ignacio Aguado confunde la velocidad con el tocino y saca conclusiones falsas y confunde las coincidencias que todo trabajo doctoral tiene que tener, pues está basado en otros, con el plagio. Claro que su malaje ha sido contestado en las redes sociales con unos cuantoszascas que le han obligado a borrar el tuit que lo generó, puesto que le han llamado ignorante, entre otras lindezas, con razón.

En fin, una más de estos muchachos que dicen haber venido a cambiar la política y lo están consiguiendo. Eso sí, a peor. Han callado, como desvergonzados, últimamente con el master de Casado, del que hay mucho que hablar, y tratan de acusar de plagio a Sánchez, algo que se ha demostrado falso. Eso sí, para ello cuentan con la inestimable ayuda de gente encantadora como el ABC, Okdiario (Eduardo Inda), esRadio (Jiménez Losantos), 13TV, El Mundo y otros medios de comunicación ‘comedidos y neutrales’. Y es que algunos medios de comunicación también son el espejo de su alma.

Salud y República

15 septiembre 2018

Borrell nos toma por gilipollas

Este buen hombre, aparentemente inteligente, serio y con porte distinguido, resulta que nos toma por gilipollas. Y es que como buen hipócrita no da las razones verdaderas, por vergüenza, y por pretender seguir pareciendo una persona noble capaz de respetar los derechos humanos. Y no.

No nos vacile Sr. Borrell, por muy ministro que sea. Ya somos mayorcitos y no creemos en cuentos chinos ni socialistas, así es que no nos venga con milongas. Cómo se puede decir, refiriéndose a las bombas que están vendiendo a Arabia Saudí:

"Esa clase de armamento es de precisión, guiado por láser, y no produce daños colaterales. Es decir, da en el blanco con una precisión extraordinaria de menos de un metro"

¿Se puede ser más cretino? Hombre, diga la verdad. Lo que todos sabemos. Ustedes, a pesar de que pretendían anular este pedido por razones humanitarias, no se atreven. Tienen miedo a que les anulen el pedido de las corbetas y, además, amiguísimos de Arabia Saudí, como USA, les han presionado.

Yo creo que es una venta inmoral, pero al menos tenga la valentía de decir la verdad. Ustedes están comprando puestos de trabajo y amistad con un país multimillonario, a pesar de que las bombas vendidas tengan un destino claro y rotundo: bombardear a Yemen, de forma indiscriminada.

Y no nos tome la cabellera. ¿Acaso es usted tan ingenuo que piensa que los saudíes van a respetar los derechos humanos y no van a bombardear a objetivos civiles, como vienen haciendo? ¿De verdad cree usted que los últimos cuarenta niños asesinados en un autobús escolar con una bomba similar a las que están vendiéndoles, han sido un daño colateral? ¿No habrá sido un blanco buscado para intimidar a los enemigos?

Se salta usted las resoluciones de la ONU, vendiendo armas a naciones en guerra y además nos quiere engañar diciendo que no las van a utilizar en matar inocentes. ¡Venga ya! Pero, cómo se puede creer que un país que se pasa los Derechos Humanos por el arco del triunfo, ningunea a sus mujeres, corta la mano a los ladrones, persigue y asesina a los opositores políticos, va a respetar que las bombas, como son españolas, busquen un “blanco digno” y sólo mate al enemigo –como si esto fuera una justificación--.

En fin, su hipocresía y su indignidad no tienen límites. Además de vender muerte, nos quiere engañar. Y ya veremos cómo defiende usted esta venta de bombas y a sus amigos de Arabia Saudí, cuando se produzca el próximo ataque indiscriminado. Usted y todo el gobierno socialista se han corresponsabilizado con lo que ocurra en Yemen. Por cierto, al menos, el gobierno del PP, como todos sabemos, era más coherente, vendía a sabiendas de lo que pasaba y no se ocultaba, ni contaba patrañas, simplemente les importaba un pito los derechos humanos y los crímenes ajenos. Ustedes les han superado en ignominia.


Salud y República


14 septiembre 2018

Rivera miente y borra una parte de su currículo


Pues sí. Este muchachote, tan garboso y atrevido para sacar votos populistas, capaz de exagerar y mentir cuando ataca a sus contrincantes, resulta que ha retocado, a la baja, su currículo.

El adalid de la transparencia, que pide a los demás lo que él no es capaz de hacer, ha vuelto a las andadas. En su afán de atacar a sus oponentes hace bueno el dicho bíblico y ‘ve la paja en el ojo ajeno y no la viga en el suyo’.

Y es que ha corregido en varias ocasiones su currículo hasta dejarlo sólo con una licenciatura en Derecho. Pero no eran esos sus estudios cuando obligado por la ley colgó sus estudios académicos en el Parlament de Catalunya, y luego en el Círculo de Economía.

Precisamente lo que él y su gente critican de Sánchez –al que le han montado una conspiración tratando de desprestigiarle acusándole de haber plagiado su tesis, y al mismo tiempo ayudan a Casado con su problema real del Master— es la mentira, y resulta que, con todo el desparpajo, este politicastro populista e injurioso, capaz de bailar la yenka con tal de obtener un puñado de votos, ha mentido y corregido su currículo. ¿Hay quién dé más?

En su línea y con una agresividad e intolerancia ensayada critica a los demás sin pensar que el ventilador puede girar y despeinarle. Y es que este politiquillo de tres al cuarto ha cambiado su currículo en varias ocasiones.

Cuando no había problemas de control, Rivera era licenciado en Derecho, doctorado en Derecho Constitucional, master en Derecho y un master en Marketing Político. Así figuraba en la web del Círculo de Economía de Barcelona en 2015.

Por lo del Doctorado echó las culpas al Círculo, y cuando éste ente niega que se equivocara, echa la culpa a su gente, y afirma que sólo era doctorando. Lo que pasa es que la rectora de la Universitat Autònoma de Barcelona ha negado también en reiteradas ocasiones, que sea doctorando, puesto que no está matriculado.

Después de esta negativa Albert Rivera se ha quedado limpio de polvo y paja en el currículo que figura en la web del Congreso de los Diputados y sólo figura la licenciatura en Derecho.


¿Qué ha pasado con el doctorado, con el doctorando, con los dos masters? ¿Por qué dijo que era doctor y luego doctorado, siendo mentira? ¿Por qué no figuran los master en dicha web?  

Basta ya de adalides de la transparencia, capaces de investirse de impunidad y de acusar a sus contrarios de calumnias, a sabiendas, con tal de dañar su honestidad. Que procure tratar de actuar como pretende que hagan los demás y no mienta. Que ya está bien de gente que emponzoña, más de lo que está, el circo político. Si se siguieran sus pautas, una vez demostrado que ha mentido, tendría de dimitir. Pero, ya saben cómo aplica la ley del embudo, cuando le interesa a él o a sus socios.

Salud y República

Nota: Hago una defensa al caso de Sánchez, a pesar de los errores que está cometiendo en su presidencia –por ejemplo, el tema de las armas de Arabia Saudí--, porque creo que lo de Casado es mucho más grave y merece más atención. Habría que solicitar a Unidos Podemos, y si quiere al PSOE y los demás partidos que han apoyado a Sánchez, que pidieran explicaciones a Rivera, puesto que como mínimo ha mentido al cambiar, varias veces, los elementos de su currículo. No hay que dejar escapar a este mentiroso.

09 septiembre 2018

Sangre por un plato de lentejas


Manda el capital. El dinero está a la cabeza. Hoy la ética de un Estado está por los suelos. Todo se monetiza. El capitalismo ha triunfado. Todo vale lo que cuesta. Lo demás poco importa. La ética del Estado ha quedado sepultada por la sangre del capitalismo.

La teoría del rey Midas ha triunfado. Aunque sea a costa de sangre ajena, hay que convertir todo en oro. Nos pueden poner todas las excusas del mundo. Sin embargo, tener que supeditar puestos de trabajo a matar es, se pongan como se pongan, inmoral, impropio de una democracia y ajeno a los derechos humanos.

Ahí tienen a este gobierno socialista amagando, para supeditar su venta de armas a Arabia Saudí –esas que matan a niños, y civiles en general, en la guerra-- contra Yemen. Qué sí, que no. Que matan sí, pero dan de comer. ¡Qué barbaridad!

Sánchez ha vuelto a desdecirse. ¡Bombas no, bombas sí! Todo es negocio. Y negociar con la muerte es…

Los que prefieren la sangre ajena al cortoplacismo del empleo están despreciando el derecho humano más importante, el derecho a la vida. Un trabajo no puede ser moneda de cambio con la vida de inocentes. De acuerdo a esa justificación, deberíamos permitir el tráfico de drogas que, desgraciadamente, también crea puestos de trabajos, aunque sean deleznables.

No todo vale. Si de verdad se cree en la democracia es imposible entender que nos puedan comprar por un plato de lentejas, a cambio de instrumentos que permiten matar impunemente.

Lo triste es ver que gente de izquierdas, o que dice ser de izquierdas --como el gobierno del PSOE o la presidenta Susana Díaz--, pretenda defender los compromisos bélicos con Navantia y la venta de bombas –algo que no era sorprendente con el PP, ya sabemos como les gusta ayudar a los poderosos, aunque eso implique alimentar una guerra, recordemos a Aznar— a pesar de que saben que tanto las bombas como las corbetas serán usadas para la guerra contra Yemen.

Y mucho más triste es lo de Kichi, que perteneciendo a un partido de izquierdas –por cierto, de la rama más radical--, no quiere saber nada del uso de esas corbetas. Y todo por un puñado de votos. La solución pasa por conseguir otros contratos limpios o nuevas inversiones para industrias ajenas a la guerra.

Por cierto, la palabra de Arabia Saudí vale cero. Basta ver cómo tratan a los disidentes o cómo tiene esclavizadas a sus mujeres. Por lo que no vale que digan que no van a utilizar esas armas en la guerra, porque ¿para qué se compran unas bombas o unas corbetas que transportan militares?

Estamos aceptando un plato de lentejas –2000 puestos de trabajo— a cambio de víctimas inocente. Esta es la verdad. Todo lo demás excusas. Que no nos engañen. Que al menos no sean hipócritas. ¿Alguien puede dormir sabiendo que lo que está haciendo provoca genocidios? Salvar empleos nunca puede pagarse con vidas ajenas. No nos vendamos por un plato de lentejas.

Salud y República

06 septiembre 2018

Los mamporreros de Juan Carlos I


Sí, han pasado unos cuantos años, todo empezó con que Franco –siempre Franco— le nombró heredero y siguió con una Constitución que dio carácter de inviolabilidad a la Jefatura del Estado. Todo está acabando con que tanto PP, como C’s y PSOE sirven al monarca de forma borreguil y actuando de mamporreros del reino.

Son capaces de cualquier excusa para defender a Juan Carlos I, a ese rey que nos salvó de tantas cosas –probablemente buenas—, que jamás condenó a Franco, capaz de tener amantes mantenidas con nuestro dinero por doquier, cazador infatigable de elefantes inocentes y amasador de una fortuna, depositada en Suiza y otros lares, según dice su amante preferida.

Bien, a pues todas esas cualidades, añadamos que los componentes del tripartito le ayudan y consuelan, impidiendo que se sepa qué hay de verdad en unas declaraciones impúdicas grabadas a su amante favorita, la tal Corinna, ante las que Unidos Podemos ha pedido una comisión de investigación.

Y, naturalmente, ahí están, Casado, Rivera y Sánchez, argumentando que el Jefe del Estado tiene inviolabilidad, negándose a aclarar qué hay de verdad en esas grabaciones.

Miren ustedes, que Casado defienda a Juan Carlos es normal. Si defiende las corrupciones de su partido, como ha hecho y sigue haciendo, lo lógico es que defienda a ese rey y le tape las vergüenzas, añadamos además que el PP es un partido monárquico.

Lo de Rivera es más de lo mismo. Este partido que se cree el rey del mambo de la transparencia y de la lucha contra la corrupción, vuelve a hacer aguas cuando se trata del Jefe del Estado, al que veneran tanto o más que el PP.

Lo que parece más surrealista es lo de Sánchez, claro que si alguien es capaz de representar el realismo mágico en el Congreso es el PSOE. Capaz de parecer que se come el mundo y, cuando llega la hora de la verdad, quedarse a medio camino o mirar a otra parte. Nada nuevo bajo el sol, desde Felipe González hasta hoy. Lo cual no deja de ser triste. Un partido que se llama republicano y que, constantemente, se pliega a los mandatos y defensa de la monarquía, puede ser gracioso para hacer chistes, pero es vergonzoso.

Y, por cierto, que no pongan excusas con la inviolabilidad. Primero, porque no se trata de castigar al rey por haber tenido la mano larga, eso lo tendría que hacer la Justicia y lo puede hacer –gracias a esa lamentable figura de defensa que le colocaron en la Constitución: la inviolabilidad--, después de haber terminado su mandato como Jefe del Estado, pero la cuestión no es esa. En el Parlamento, que es el lugar donde estamos representados todos los españoles, no se pueden esconder, tapar, disimular o despistar los delitos graves que pudiera haber cometido el que fue Jefe del Estado –que es lo que dice su amante Corinna en las grabaciones--.

Los españoles tenemos el derecho a saber –aunque ya nos lo ha puesto fácil su amante— si el rey emérito ha sido un corrupto y nos ha robado. Y eso no lo puede tapar una institución que nos representa. Y si así lo hacen estos tres partidos, como quiera que le están dando apoyo y gusto, son claramente unos mamporreros deleznables. Y que cada pajillero aguante su vela.

Salud y República

03 septiembre 2018

Casado quiere aprobar una ley del olvido


Sí. Este personaje, cada vez más fachoso y vengativo, no acepta que se descubran las barbaridades del franquismo y lo defiende con la excusa de ‘mirar hacia adelante’.

No se ha enterado todavía de que las heridas no están cerradas. La Transición fue un punto de partida, nunca un punto final, y, como tal, se aceptaron ciertas condiciones que, sin duda, tendrían que haberse corregido más adelante.

Yo, que voté NO a la Transición, puedo entender que la mayoría de la izquierda votara SÍ. Había que empezar una nueva etapa difícil y que estaba amenazada por las fuerzas vivas, en primer lugar el ejército –acordémonos que tres años después hubo un golpe de Estado fallido--, y se cedió. Sin embargo, esa cesión se convirtió en algo permanente, porque los distintos gobiernos socialistas –del PP mejor no hablar, está tan contento con la Transición que la santifica y glorifica, con tal de no rechazar el franquismo-- podían haberla cambiado, a partir de los años noventa, y sin embargo mostraron una cobardía que los atenazó y dejó inactiva una posible dignificación y reparación de las víctimas de la guerra civil y el franquismo.

Y, ante las posibles acciones de justicia y reparación propuestas por el gobierno, hoy –todavía insuficientes—, Casado se ha opuesto frontalmente a la ley de la Memoria Histórica –nada extraño, no hace tanto llamó carcas a los que reivindicaban justicia y enterramiento digno para las víctimas republicanas— y pretende una ley que llama de Concordia y Libertad, y que es la Ley del Olvido, cuyo fin ignominioso y vergonzoso es dejar las cunetas con cadáveres republicanos y olvidar a las víctimas, por lo que se ve, ‘víctimas inexistentes y de tercera fila’ si se las compara con otras víctimas de otros terrorismos. Y eso que hablamos de más de 100.000 muertos y de millones de torturados, excluidos, encarcelados, emigrados y discriminados por haber defendido la legalidad vigente y la democracia.

Pues bien, ahí le tienen. Al descubierto. Se ha quitado, una vez más, la careta de demócrata y se le ha visto el plumero franquista. Éste es el individuo que ha venido para ‘modernizar’ el PP, un tipo que sin pudor –puede ser imputado por haber conseguido un master de forma fraudulenta--, en pocos días, ha superado la inquina y el odio a las víctimas del franquismo que tenía Rajoy.

Si a esta inquina que tiene a la Memoria Histórica, sumamos la que tiene a los inmigrantes –a los que quiere cerrar puertas, sin importarle si mueren en el Mediterráneo--, a los independentistas --de los que sólo quiere su rendición, sin diálogo ni cesión ninguna— y el fervor que tiene a las grandes empresas --a las que quiere seguir permitiendo que no paguen casi impuestos--, nos daremos cuenta de la calaña de este individuo. Digno heredero de Fraga, Aznar y Rajoy, eso sí, con ínfulas de regeneración y modernización del partido, que sonrojan al más pintado.

Por ello, yo le sugeriría que a esa nueva ley le ponga un nombre que responda a la realidad. Por ejemplo: Ley de la Victoria y el Totalitarismo. Y así, podría, sin cobardía, acercarse mucho más a su verdadera ideología. Al menos, sería sincero.

Salud y República