La moción
de censura es una medida que legalmente se puede tomar cuando se cumplen los
preceptos necesarios. Así lo dice la Constitución en su artículo 113. Basta que
la presente un 10% de los diputados (35) y que se presente con un candidato a
presidente de gobierno que defenderá un programa determinado.
Basta con
que la haya anunciado –todavía no se ha presentado, puesto que la tienen que
aprobar las bases— Unidos Podemos para que muchos medios y todos los grupos políticos
salten como leones contra esta iniciativa, como si el problema fuera esta
moción y no las causas por la que se presenta: Corrupción económica e
institucional en un grado que merece una respuesta ética fuerte.
La
pretensión de Unidos Podemos no es ganarla. Recordemos que en 1980 Felipe
González, perdiendo una moción de censura contra Suárez, dio el primer paso
para barrer en las elecciones de 1982. La moción de censura puede tener otros
objetivos: uno es denunciar claramente una situación de corrupción y de
putrefacción de las instituciones, donde cada uno de los partidos de la cámara
baja deben fijar sus posiciones, y otra es exponer un programa donde se den
soluciones a los graves problemas que la han provocado.
Bueno, pues
ahora que se ha anunciado, los distintos partidos ya se han levantado en armas
contra una iniciativa que debería ser apoyada por una simple cuestión ética, en
la forma en que se pusieran de acuerdo. Está claro que, se pongan como se
pongan, la idea de mantener a Rajoy, por distintas cuestiones, y a su gobierno,
es un objetivo básico de la gran coalición que forman PP, Ciudadanos y PSOE.
El PP la ha
tildado de broma, de juego de niños y el propio Rajoy, ya saben esa gracia tan
peculiar que tiene y que le podría dar el apodo de Gran Rey de la Comedia, ha
ironizado lacónicamente, eso sí, manteniendo su apoyo a los ministros
implicados y sin tomar las medidas necesarias para que cada día no nos
despertemos con nuevos casos de corrupción de su partido.
Ciudadanos,
ya saben. Es lo que tiene querer medrar en la derecha. Tienen que cuidar de su
capo. Pueden denunciar algunas cosillas, pero no ir más allá. Ellos están por
la estabilidad (naturalmente les importa un carajo la estabilidad del país, se
refieren a la estabilidad de D. Mariano). De hecho, de los acuerdos que tienen
con el PP, sólo cumplen los puntos que no dejen con el culo al aire a sus
socios peperos. Mucho ruido y pocas nueces, más bien ninguna.
Del PSOE
qué decir. Esta gestora que rige al partido y que defiende sin ambages a la
candidata Susana, no quiere problemas. En primer lugar, dicen que Unidos
Podemos ha jugado sucio, porque les ha pillado con el pie cambiado y sin líder.
Como si no fuera su culpa. Cuando desde la mayoría de las instancias (así lo
afirmaron López, Sánchez y muchos cargos institucionales) se ha criticado que era
demasiado tiempo sin liderazgo definitivo y ellos no han hecho ni caso. De
hecho muchos hablaban de primarias y congreso antes de abril. Han preferido ganar
tiempo para que la lideresa andaluza pudiera ir ganando terreno a sus
contrincantes. Al fin y al cabo, ya habían dado el paso de dejar vía libre a
Rajoy en la investidura, habiéndose convertido en el tercer brazo de la gran
coalición.
Están en
otra cuestión. El apoyo a los presupuestos de Rajoy. Ciudadanos de forma
obscena y decidida, el PSOE disimulando. Ambos preparan con ahínco el apoyo a
los presupuestos del PP. Ahí no faltarán ni los muchachos de Ciudadanos, ni el diputado
canario de Nueva Canarias que se ha presentado con el PSOE, y que será quién
dará el sí a los presupuestos de Rajoy, con el beneplácito socialista.
De hecho,
ahí queda la última demostración. El PSOE y Ciudadanos, junto al PP han
impedido que Rajoy comparezca en el pleno del Congreso por la corrupción. Y lo
han hecho de una forma absolutamente inusual, desde la Mesa del Congreso que no
ha admitido a trámite la petición de Unidos Podemos. Hasta ahora la mesa del
congreso se ocupaba de que las iniciativas estuvieran correctamente formuladas
y era luego la Junta de Portavoces quien tomaba la decisión final. De esta
forma han evitado que se airee su negativa. Escondidos detrás de la Mesa del
Congreso han impedido que Rajoy comparezca. Así es cómo denuestan la
corrupción.
Y luego se
quejan de que Unidos Podemos pretenda una moción de censura contra los reyes de
la corrupción, por imperativo ético. ¡Ver para creer! ¡Todo muy coherente!
Salud y
República