Estos chicos peperos han bebido en las fuentes de James Bond, del telón de acero, cuando los espías estaban de moda y se trataba de espiar a quien fuera y como fuera. La información había que obtenerla si era preciso a la fuerza, el espionaje estaba a la orden del día, cumplía una misión importantísima. Ser espía o contraespía estaba bien visto, eran oficios que se requerían y que se valoraban.
Bien, pues estos muchachos peperos se han quedado en la guerra fría y lo que en aquel momento parecía un oficio necesario, hoy se ha convertido en un vicio incorregible. Y ahí está el la Audiencia Provincial para decirles que han espiado, y no sólo eso sino que reabren el caso porque hay indicios de malversación de fondos públicos. O sea que además de espiarse entre ellos, lo han hecho con nuestro dinero, ¡Qué desfachatez!
Por otro lado, la señora Cospedal resulta que hoy debería haberse presentado ante el juez para fundamentar esas acusaciones de espía de las que acusa al gobierno. Naturalmente, como miente y no puede probar nada, sirviéndose de su cargo electo, ha decidido no presentarse para no hacer el ridículo, queriendo dejar su infamia en el olvido.
Y es que los peperos son así. Se espían entre ellos con nuestro dinero, acusan a los demás de espiarlos sin ninguna prueba, y luego lo dejan correr como si no hubieran hecho nada. El refranero español los retrata muy bien: Se cree el ladrón que todos son de su condición.
A mi, qué quieren que les diga, me recuerdan a personajes de los tebeos de antaño. Aquel de Vázquez: Anacleto, agente secreto. O también Mortadelo y Filemón de Ibañez. Y es que son eso, personajes de ficción, eso sí, con mucha menos gracia.
Hasta veinticuatro comparecencias fueron rechazadas por ese paripé de comisión de investigación que montó y manipuló el PP madrileño, que se lo cuenten a mi amiga Inés, que lo sufrió en sus propias carnes.
Bueno pues este gobierno con la lideresa al frente seguida de sus secuaces González y Granados (posible responsable de las espías) son candidatos para el 22 de Mayo. Por lo tanto, quienes les voten que sepan que están votando a una pandilla de espías (entre otras cosas). Que no se lleven a engaños.
Salud y República