30 agosto 2020

¿Dónde está JuanCar? ¡En los Emiratos Árabes!

 Y apareció. Después de dos semanas de silencio, ya sabemos dónde ha ido. Eso sí, no sabemos si será un destino provisional o definitivo, aunque sí conocemos que esta nueva aventura del monarca fugado cuesta todos los días, en una suite presidencial de un hotel de máximo lujo, 11.000 euros. Una propinilla.

Se fugó, sin devolver la pasta y sin decir ni pío. Eso sí, se ha confinado en un sitio ‘horrible’, lejos de su familia y de su gente (léase irónicamente).

Pues sí, se encuentra en un lugar execrable. Mucho sol, mucha arena y mucho cemento y cristal. Un castigo demasiado cruel para un hombre cuya única culpa –presuntamente, claro-- es haber distraído unas decenas de millones de euros. Una minucia.


Una estancia como decíamos en una humilde morada. Una habitación del hotel Emirates Palace –uno de los cinco mejores hoteles del mundo--, donde el pobre seguramente no tiene mucho que hacer, salvo jugar al tenis o al golf, nadar, montar en bici o caminar por las 90 hectáreas de la finca. Y, si su estado físico no se lo permite, siempre puede jugar al bridge o al cinquillo con su escolta y el mayordomo que el hotel pone al servicio de cada huésped de alto nivel. Aunque suponemos que pasará gran parte de su tiempo tratando de recuperar todo el dinero que según Corina tiene en varias cuentas corrientes por todo el mundo.

Como puede apreciarse, el pobre, lo pasará fatal. Por cierto, que las malas lenguas dicen que también sirven muchachas que pasan del hiyad al desnudo integral. La prohibición de la prostitución es simplemente un gesto y las autoridades hacen la vista gorda para ayudar al turismo rico, que como todos sabemos, tienen aspiraciones sexuales y dinero para aumentar la riqueza del país. Un país autocrático donde los derechos humanos no se respetan, donde la mujer es un artículo de cuarta categoría y donde, por ejemplo, es legal la poligamia.

Pues bien, huido y desterrado, se ha salido con la suya. Ahora se encuentra en un país donde el rey y el príncipe son sus amigos, donde le ríen sus gracias aunque sean delito, donde está rodeado de países amigos como Arabia Saudita, y lejos de España. Ya verán cómo si le citen judicialmente no vendrá, como mucho le veremos por Internet.

Podría haber elegido un sitio más cercano, pero ¿para qué? Estar lejos de donde presuntamente se ha cometido un delito es conveniente. Además, cerca siempre estaría más a tiro de las autoridades judiciales suizas y españolas. Así es que, entre Portugal y Emiratos, ha elegido lo mejor para sus intereses.

Su inmunidad y su impunidad es de lo más elocuente. No sólo se ha ido sin devolver un euro, es que además alguien tiene que explicar cuánto nos está costando la broma. Hablo del viaje, del hotel, de los escoltas, de los gastos de este presunto delincuente. Y nos toman el pelo diciendo que no recibe nada del presupuesto de la Casa Real. Pues ya me dirán de donde saca fondos.

Porque estamos casi en la ruina por la pandemia, pero ahí están el PP y el PSOE sin decir ni pío y recordando las hazañas del emérito sin soltar una crítica sobre su denigrante comportamiento. Negando la posibilidad de llevarlo al parlamento e investigarlo. Aquí la pinza vuelve a su estado natural. Y ya está bien de la famosa excusa de que no es el momento, que no es prioritario. Nunca fue más necesario. Es el momento de ver qué quieren los ciudadanos, Monarquía o República. Lo que ocurre es que hay miedo. Ya sabemos que desde hace varios años no se hace esta pregunta en las encuestas del CIS, y no hace falta que nos digan por qué. ¡Miedo!

En fin un culebrón grave que se trata de encubrir por la gran mayoría de los partidos incluido el PSOE y por los medios de comunicación, incluidos algunos que dicen ser de izquierdas, por su supuesto ‘heroismo’ durante la transición y el golpe del 23F.

Independientemente de que no crea en ese liderazgo durante la transición –lo que hizo Juan Carlos fue adaptarse a lo que había en Europa y asegurarse su puesto por mucho tiempo-- y su comportamiento contra el golpe de Estado el 23F –sólo actuó y habló cuando el golpe había perdido su fuerza, sin que conozcamos qué hizo y qué pensaba durante toda la noche--, no se puede salvar los delitos cometidos por un posible delincuente, aunque supuestamente hubiera actuado bien con anterioridad. Y es que nuestra Justicia deja mucho que desear. Menos mal que la Justicia suiza le ha marcado el rumbo y le ha obligado a obrar en consecuencia.

Es hora de decidir cómo queremos que sea nuestra Jefatura del Estado. Es hora de que los Borbones dejen de hacer borbonadas y de que podamos votar al Jefe del Estado. Todo por bien de la democracia.

Salud y República

05 agosto 2020

Hoy, vuelven a resucitar mis Trece Rosas

Sí, ya sé, hoy cinco de agosto es la fecha en la que asesinaron a las Trece Rosas. Y, sin embargo, hoy vuelven a nacer en la memoria de la gente honrada que cree en la Justicia, la Verdad, la Reparación y la República.

Mientras que el Emérito huye para tratar de salvarse de la quema, hoy se cumplen ochenta y un años del asesinato de las Trece Rosas. Este asesinato tan injusto, impúdico y cruel como ilegal y vengativo se cometía en la cárcel de Ventas. Trece jóvenes morían por un único delito: ser rojas. Pertenecer a las Juventudes Socialistas Unificadas o al PCE.

Un episodio que muchos tratan de tapar, mientras que otros tratamos de recordar. Fue uno de los delitos que cometieron los asesinos franquistas –ascendientes de los que se recrean diciendo que estas jóvenes eran violadoras, torturadoras, etc.-- de la ‘Victoria’. Y lo hacen con un odio inmerecido y sin el menor pudor, a sabiendas de que ante tales mentiras, son impunes.

A este retazo de nuestra historia se le ha tratado de quitar importancia por las instituciones democráticas. Lo que dice mucho del nivel de nuestra democracia. Franco nos ganó la guerra, pero lo que es más grave, viendo y repasando nuestra historia reciente vemos que, en muchas cuestiones, la sigue ganando, como el Cid, después de muerto.


Fue mi madre quien me contó esta historia. Ella estaba allí en la cárcel y pude ser una de ellas, puesto que su delito era el mismo. A menudo, a partir de los setenta, empezó a narrarnos episodios que sufrió durante la guerra y la posguerra, antes sólo el silencio por miedo. Y la de las Trece Rosas era su historia preferida.

Carmen, mi madre, había sufrido prisión, torturas, escarnio. Sin embargo, nada le emocionaba más que hablar de estas trece jóvenes, de las que pudo formar parte. Y contaba emocionada como hicieron el paseíllo triunfal que las conducía a su muerte. Gritaban, pidiendo venganza, dando vivas a la República, recordando su inocencia, mientras que las rejas que formaban el pasillo servían a las otras reclusas, que utilizaban sus cucharas y platos como elementos de percusión, como homenaje a las jóvenes y oprobio a los criminales fascistas.

Carmen Almazán murió hace quince años y, sin embargo, hoy parece que la estoy viendo comentando este lamentable hecho, con emoción y lágrimas en los ojos. Y veo un pasillo largo con suelo y techo de cemento, y márgenes con puertas y rejas que circundaban trece vidas jóvenes aclamadas, desfilando con dignidad.

Así es la vida, unos huyen para no soportar sus desvergonzadas y corruptas maniobras, entre aplausos de la derecha política y mediática, mientras que otras murieron sin razón y esperan todavía un reconocimiento. Porque la justicia y la ignominia, lo diga quién lo diga, no es igual para todos. Aquí quedan las Trece Rosas que hoy vuelven a resucitar:

Carmen Barrero Aguado. 20 años. Modista. Militante del PCE.

Martina Barroso García. 24 años. Modista. Miembro de las JSU de Chamartín.

Blanca Brisac Vázquez. 29 años. Pianista. Detenida por relacionarse con un músico del PCE.

Pilar Bueno Ibáñez. 27 años. Modista. Militante del PCE.

Julia Conesa Conesa. 19 años. Modista. Militante de las JSU.

Adelina García Casillas. 19 años. Activista. Militante de las JSU.

Elena Gil Olaya. 20 años. Activista. Militante de las JSU

Virtudes González García. 18 años. Modista. Militante de las JSU.

Ana López Gallego. 21 años. Modista. Militante de las JSU.

Joaquina López Laffite. 23 años. Secretaria. Militante de las JSU.

Dionisia Manzanero Salas. 20 años. Modista. Militante del PCE.

Victoria Muñoz García. 18 años. Activista. Militante de las JSU.

Luisa Rodríguez de la Fuente. 18 años. Sastre. Militante de las JSU.

Ojalá que un día se celebre esta fecha como una onomástica, y su falso juicio quede anulado y sustituido por la Verdad, la Justicia y la Reparación.


Salud y República