30 julio 2018

Casado se une a la xenofobia reinante en Europa


Se va quitando la careta. Ya lo hemos denunciado. El nuevo PP de Casado, cada vez que éste hace nuevas declaraciones, se va acercando a los líderes europeos de ultraderecha como Salvini, Le Pen u Orbán. O a Donald Trump. Por momentos se le ve superando a su maestro Aznar. Da dos cosas: asco y miedo.

Está claro que la oposición del PP va a ser total, por encima de sus posibilidades, con mentiras, con exageraciones, con desvergüenza, utilizando el todo-vale. Y alcanzará su máxima expresión en la política contra los independentistas y contra los inmigrantes.

La última declaración de Casado sobre los migrantes, le sitúan al borde de la xenofobia más pura y dura. Miente y lo sabe, pero también sabe que estas mentiras son manjar de dioses para ciertos sectores ultras que hacen de los inmigrantes: enemigos a combatir. Votos que huelen a muerto, pero votos al fin.

La verdad es que no ha engañado a nadie. Sus apoyos de Vox y de Hazte Oír, durante su pulso contra Soraya, le definen bastante. Porque estas dos organizaciones son las máximas representantes de la extrema derecha, del nacionalsocialismo.

Como suele hacer, este muchacho líder del PP, basa sus afirmaciones en mentiras, quizá porque es más fácil inventar que estudiar –qué flaco favor le han hecho quienes le han regalado su pseudo-currículo--. Y no le cuesta nada cambiar datos, exagerar, inventar. Todo menos decir la verdad del problema.

Este lenguaraz ultraderechista, nuevo líder pepero, habla del riesgo que suponen los millones de inmigrantes que pueden llegar. Basta ver que el año pasado han llegado a España 28.000, o sea menos de un tercio de un lleno en el estadio Santiago Bernabéu y este año van por unos 21.000. Total, deberían pasar más de treinta años, a este ritmo, para llegar a un millón, multipliquen por los millones que dice Casado.

Eso si, su partido, el PP ha bajado, durante sus años de gobierno, la asignación en los presupuestos para ayudar a los países esquilmados de África por los colonialistas, de forma que hoy es todavía más difícil que tengan posibilidades de tener una vida digna en su país, sin necesidad de tener que emigrar. A esto sumemos los fracasos políticos del PP obtenidos en Europa, que pasa olímpicamente de los migrantes que llegan por el Mediterráneo.

La solución, una vez que se ha desvastado a esos países y, en muchos casos, se les ha machacado con guerras imperialistas que producen muertes allí y beneficios en el Primer Mundo, debería ser invertir en esos países para conseguir que sus ciudadanos puedan vivir dignamente en su hábitat.

Mientras tanto, como la solución dada es a largo plazo y no parece empezar nunca, se debería combatir a las mafias que se están haciendo de oro, con el consentimiento de Europa que no las combate suficientemente, mientras que el Mediterráneo se está convirtiendo, sin duda, en el cementerio mayor del mundo.

Hay que ayudar a los que llegan, después de travesías largas, difíciles y a menudo estériles. Cerrar fronteras es sinónimo de genocidio, cuya máxima responsabilidad es la Unión Europea. Por cierto, numerosos estudios hablan de que son mayores los beneficios económicos que traen los inmigrantes que los gastos. Su edad, lejos de la jubilación y en unas condiciones saludables óptimas, hace que los gastos del Estado sean mínimos, comparados con los beneficios que aportan.

Ahora, mientras que el problema sigue latente, el ultra Casado y su amigo Rivera quieren ir a Ceuta y Melilla, no a solucionar el problema, sino a abrazar a guardias civiles. Un signo de cariño apreciable, que no deja de demostrar una demagogia tremenda, y una animadversión a los inmigrantes, a los que no sólo no les abrazan, sino que con sus políticas quieren cerrarles el paso y dejar que mueran en el camino.

Salud y República

28 julio 2018

El emérito Juan Carlos sufre en silencio


¡Pobrecillo! ¡Qué tiempos aquellos en los que nadie podía criticar al Jefe del Estado! Ese Jefe de Estado que le nombró sucesor. Ese Caudillo que tanto hizo por él y por España.

Eso era vivir, hoy el pobre sufre. Entre críticas y maledicencias, el emérito no deja de padecer. Dicen que el otro día le dio un ataque de ansiedad. Y no es para menos. Resulta que una amante –sí, he dicho una amante--, una de tantas, le ha criticado profundamente. Con lo que él la amaba, con lo que él hizo por ella. ¡Ingratitud!

La puso una casita cerca de El Pardo, la nombró testaferro de lo rapiñado, la puso como propietaria –ficticia, claro— de su capital. Y resulta que así se lo paga.

Lo extraño es que no esté peor. A sus ochenta años se ve claramente criticado, como si fuera un ciudadano normal. ¿Dónde está aquello de la impunidad del Jefe del Estado? Ahora resulta que se le puede criticar y no pasa nada. Esto no es lo que era, no es lo que le dijo su maestro Franco: “Tú estás por encima de todo”.

Y es que le han dejado por los suelos. Que si tiene cuentas en Suiza, que si ha utilizado a su primo y a Corinna de testaferros. Que sí ha cobrado comisiones del AVE de Arabia Saudita.

Pues claro, ¿qué iba a hacer? Un rey no puede tener el dinero, aunque sea rapiñado, en un país inestable como España, la culpa no es suya. Vamos, si nos descuidamos casi nos hacen un corralito. Y, bueno, que eso le pase a los ciudadanos normales, vaya, pero al rey no, eso nunca. Lo mejor Suiza, que además aprovecha uno y esquía.

Colocar como testaferros a Corinna y a su primo es lo normal. ¿Desde cuándo unos dineros --obtenidos de forma, digamos, irregular-- pueden tener como titular al Jefe del Estado? ¿Acaso alguien cree que es tonto? Un poco raterillo vale, pero tonto…

Lo del AVE en Arabia Saudita es de oficio. Una obra que cuesta miles de millones y que ha sido adjudicada a España gracias a su ‘hermano de sangre’, bien merece una comisión. Sólo faltaba que nuestro emérito lo hubiera hecho gratis. ¡Pues eso!

Que malos tiempos corren para él. Ahora cuando sale dice que le miran con malos ojos, como si fuera un ladrón. Como será la cosa, que no ha querido participar en la Copa de Vela de este año, con lo que le gustan las regatas. Y, además, ya no va a la toma de posesión, de su amigo, el nuevo presidente de Colombia, Iván Duque. Todo le sale mal. ¡La que has liao, Corinna…!

¡Ay, si hubiera tenido ocasión! Ya le habría dicho a la traidora Corinna, su famosa frase: “¿Por qué no te callas?

La cosa parece seria. Ya desde 2015 el CIS no se atreve a preguntar si los ciudadanos prefieren una República o una Monarquía, por si las moscas –que como se sabe son republicanas--, y para más inri, ha aparecido un estudio, que parece serio, aquí, donde debilita toda esperanza de futuro para la Monarquía. La mayoría del pueblo español, un 64% está por hacer un referéndum sobre la Jefatura del Estado. Y el rey emérito obtiene una puntuación propia de un Rajoy cualquiera (un 3,2 sobre 10).

En fin, parece que corren malos tiempos para la lírica. Y, al margen de la cuestión ideológica papa-rey le ha dejado una tostada envenenada al niño Felipe. Claro que éste, le sigue los pasos, al menos en el tema catalán (imponer y no dialogar), y otorgando títulos nobiliarios tan dignos como el Ducado de Franco. ¡Ajjjj!

Y para que vean que no está sólo, que hay alguien que le ayuda, --a pesar de Corinna y de esta izquierda inquisitorial que no se le ocurre ni más ni menos que pedir una Comisión de Investigación en el Congreso— basta mirar al Congreso de los Diputados, donde lo adoran los grandes grupos parlamentarios como el Partido Popular, el PSOE o Ciudadanos. Todos ellos muy monárquicos, que son los que han entendido que el rey está por encima de la ley. ¡Fin de la cita!

Salud y República

23 julio 2018

Casado. Un líder de la derecha más dura


Terminó la carrera por la presidencia pepera. Y ganó, a pesar de insistir en la regeneración, quien ha manifestado volver al pasado, anhelando a Aguirre, Aznar y Fraga.

Eso sí, es joven. Un joven que siguiendo pasos de sus mentores nos puede llevar a gobiernos llenos de corruptos o a cantar el “Viva la muerte”, o a la más absoluta involución o a la recreación de otra burbuja inmobiliaria. Un joven, viejo de ideas, que prefiere volver a las esencias de un partido corrupto y más de derechas que el grifo del agua fría.

Derecha dura y pura, por no decir extrema. ¿Habrá quién dude de que la extrema derecha está instalada en el Partido Popular, después de haber escuchado a este joven tan reaccionario?

Por si fuera poco lo de sus antecedentes peperos, sus padrinos del partido, Hemos podido constatar que Pablo Casado, en su carrera hacia Génova, ha sido apoyado por Vox, FAES y Hazte Oír. Tres organizaciones que se disputan la voz cantante de la Extrema Derecha española. La social, la económica y la religiosa. Para ellas, según el líder de Hazte Oír, se abre una puerta a la esperanza.

 Por si fuera poco, el joven Casado ha manifestado también su reacción negativa ante los movimientos por la igualdad de género y por la defensa de las pensiones, que han sido las dos actividades que han llenado las calles de nuestras ciudades.

Podemos añadir más cuestiones que le acercan y le colocan en el extremo ideológico de la derecha. Como el desprecio más absoluto a la Memoria Histórica, a la que ya anteriormente había denostado y que hoy dice que es el monotema de los carcas. Para él, el Valle de los Caídos hay que dejarlo como está, o sea como ensalzamiento del franquismo, y también ha comentado que no gastaría ni un euro para exhumar a Franco.


Todo esto lo dice quien dijo que su principal objetivo es refundar, regenerar y renovar el Partido Popular. ¡Pues qué bien! Refundar, desde luego, si se trata de volver a fundar sus esencias, las que imprimió Fraga. Regenerar, también, si significa volver a generar ilusión entre la derecha más ultra. Y renovar, puede, si se refiere a ponerse a la altura de los nuevos partidos de la derecha montaraz que se está imponiendo en Austria, Hungría, Dinamarca, etc.

Eso sí, prepárense ustedes a ver banderas en los balcones. Porque de ello ha hecho, el tal Casado, un argumento de peso, repitiéndolo hasta la saciedad. Él quiere una España de balcones y banderas, supongo que no le importarán si lleva puesto la gallinácea.

Éste es el nuevo líder ‘moderno’ del PP, que pretende dejar a Rajoy a la izquierda. Un líder más parecido, en sus convicciones, a Le Pen que a Macron, al Tea Party que al Liberalismo, al Negacionismo que a la Verdad histórica.

Un tipo que piensa luchar para prohibir el aborto y para que no se legalice la eutanasia.

Volcado contra Cataluña, a la que quiere ‘reconquistar’. Amigo de elevar a la enésima potencia el 155. Y si es preciso, sacar los tanques, que para eso los tenemos pagados y se los ha dejado su amiga Cospedal a mano y nuevos.

Y yo me pregunto, de forma ingenua: ¿Qué pasaría si a este derechón le imputan por la cuestión del Máster y de su currículo exprés y a medida? ¿No sería divertido? ¿Qué haría el PP? ¿Qué haría Ciudadanos?

Veremos si todo lo dicho ha sido una pose. Mejor dicho, espero no verlo, porque eso significaría que habría ganado las elecciones, algo contra lo que debemos luchar desde ya. Lo único que le faltaba a España sería un tipejo como éste.

‘Casado y cierra España’

Salud y República

20 julio 2018

El Valle de los Caídos: Museo del Horror


Mucho se está hablando de dicho Valle en los últimos días. Un lugar típico y representativo de lo cruel, maldito y terrorífico que fue el nacional-catolicismo franquista.

Un espacio de siniestros recuerdos, donde presos republicanos dejaron su sudor, su sangre y su vida, construyéndolo, para mayor gloria de su verdugo y sus acólitos.

Hoy se habla de la exhumación de los restos del genocida –hasta su familia se ha negado a recibirlos--, que permanecen en una basílica regentada por frailes franquistas y que pretenden evitar que se lleven a su tótem, al que adoran y veneran con fervor. Sin el dictador, no sabrían a quién rezar, los pobres.

Pues bien, ese sólo es el principio. Porque aunque se llevaran los restos del asesino, habría que pensar en qué se debería convertir ese monumento franquista para que pudiera servir como ejemplo y pedagogía de una parte negra de nuestra historia.

Yo creo que habría que convertirlo en un museo, el Museo del Horror. Al igual que campos de concentración nazis, como Auschwitz o Mauthausen, debería mostrar el terror del franquismo, la forma cómo murieron miles de presos políticos al construirlo, las torturas que sufrieron, la violencia de sus guardianes.

Ese museo debería mostrar el horror de un régimen asesino, como ejemplo de una barbarie que hoy se trata de esconder, cuando no de santificar. Es el monumento más ejemplar de la época franquista. Allí se podrían reproducir documentales, fotografías, escenas teatrales sobre las torturas franquistas. Todo ello con un fin único, acercar la verdadera historia a la gente y conseguir que lo ocurrido no volviera a suceder.

Y hasta esos monjes que hoy defienden a Franco como fanáticos indocumentados podrían participar. Se trataría de que, vestidos con sus hábitos, actuaran como fantasmas del pasado que pretendieran asustar a los visitantes (algo así como el tren de la bruja), y se dedicaran a limpiar las letrinas del museo. 

Billy el Niño y sus compañeros de la Social podrían estar allí encerrados y obligados a contar cómo torturaban con escarnio y placer a los contrarios al régimen. Incluso podrían hacer demostraciones y darse puñetazos o latigazos entre ellos, para acercarse a lo que ellos mismos hacían con los detenidos políticos.

En cuando a la familia Franco, debería ser obligada a presentarse allí,  para que los visitantes pudieran ver cómo son, qué jeta tienen, los que hoy, todavía, le defienden, sin vergüenza ni pudor, y se han lucrado con privilegios y patrimonio a costa del verdugo mayor del reino.

Habría que borrar todo signo que pretendiera honrar a Franco. La cruz gigantesca que ensalza el monumento debería ser destruida. Y la Basílica convertida en el centro del Museo del Horror. El prior debería ser juzgado por obstrucción a la Justicia y por enaltecer una dictadura, siendo condenado a trabajar recuperando los cuerpos de los asesinados que solicitaran sus familiares. Naturalmente, para hacerlo más real, de acuerdo a los tiempos en que ocurrieron los hechos, con pico y pala.

Son simplemente sugerencias. Todo menos dejar en pie una obra cruel que enaltece a uno de los mayores asesinos del siglo XX. Quizá así, podríamos parecernos más a otros países que han sabido condenar sus dictaduras del siglo XX, como Portugal, Alemania o Italia, y menos a los que hoy son un ejemplo de crueldad como Camboya.

Salud y República

17 julio 2018

El PSOE vuelve a las andadas


Ser de izquierdas no es una cuestión nominal. Ser republicano es algo más que llevar, de vez en cuando, una bandera tricolor. Son sentimientos que no se pueden ni se deben evitar y que hay que mantener siempre. No se puede estar nadando y guardando la ropa, soplando y absorbiendo. Dejar escondidos ciertos valores, para no utilizarlos, es de cobardes.

No quería hablar del gobierno del PSOE todavía, me hubiera gustado esperar los cien días primeros para hacerlo, y la verdad, hoy no puedo evitarlo. Hay sucesos graves que comentar. Es verdad que en estos días se han anunciado medidas dignas de un gobierno progresista, pero cuando el gobierno PSOE ha debido confirmar algunas de primera magnitud ha vuelto a las andadas. Ha actuado como siempre ha venido haciendo: alegando intereses de Estado y alineándose con el PP en asuntos transcendentales que dicen mucho de sus verdaderas intenciones.

Es alarmante –ya lo hacía el PP cuando estaba en el gobierno— anunciar medidas antes de la toma del poder y, lamentablemente, no cumplirlas. Esto es lo ocurrido con el anuncio de hacer pública la lista de defraudadores acogidos a la última amnistía fiscal. Pedro Sánchez se ha equivocado en algo fundamental. Ahora dice que no es legal dar el nombre de los amnistiados, cuando lo que no era legal, y así lo confirmó el Tribunal Constitucional, era la medida tomada por Montoro.

Hay algo que huele mal. ¿Por  qué se niega el PSOE, ahora que conoce la lista de los amnistiados, a hacerla pública? ¿Quién estará en esta lista? Hay quien dice que el rey emérito, otros dicen que algunos socialistas de postín. Lamentable mantener en secreto una lista de defraudadores a pesar de haber anunciado que la harían pública si llegaban al gobierno. Mentir es mentir, lo haga Agamenón o su porquero. ¿Por qué o por quién?

La otra cuestión importante es pretender pasar por alto las declaraciones efectuadas, en cinta, por la examante del rey Juan Carlos. Y es que ya han dicho que es una cosa del pasado –recuerdan lo que dice el PP cuando se pretende tratar de dignificar a las víctimas del franquismo— y que no afectan al rey actual.

Este gobierno socialista de boquilla, cuyas bases se llenan la boca de republicanismo, una vez más, demuestra pleitesía ante la figura del rey y no procederá en nada que pueda perjudicar a la Casa Real. Confunde la Monarquía con el Estado, y la defiende a muerte. De nuevo, vuelve a ponerse del lado del Partido Popular para salvar el culo al rey, sea como sea. Y lo que es más grave, se esconden detrás de una bandera republicana, para esconder las vergüenzas de un rey presuntamente corrupto. Nunca ven motivos para cuestionar la Monarquía. Vuelven a mentir cuando se declaran republicanos, hoy lo han demostrado. Ni tan siquiera un amago para quitar la inviolabilidad al rey y poder controlarle con el fin de que no vuelvan a producirse hechos análogos. El rey, para ellos, sigue siendo intocable.

Resulta que en este país todo el mundo está bajo la ley. Todo el mundo, incluidos los políticos elegidos en las urnas, menos la única institución que no es elegida, que viene dada por el color de la sangre y el dedazo de un dictador, es la única que no está sometida al imperio de la ley.

No, no es precisamente un buen comienzo. Tristemente, ante posibles medidas progresistas, que ya veremos si se cumplen –ya han dado marcha atrás en más de una--,  se han escapado dos oportunidades únicas para demostrar, verdaderamente, su progresismo. Ellos son así, prefieren en el caso del rey Juan Carlos y de la amnistía inconstitucional, alinearse con los de siempre y pasar por alto “las travesuras del rey corrupto” y dejar a los poderosos sepultados en la lista de la indecencia de Montoro, para que no salgan a la luz los nombres de defraudadores, que podrían ponerles a los pies de los caballos.

Ya han empezado a gritar junto al PP: ¡Por dios, por la patria y el rey!

Salud y República

13 julio 2018

La evolución pepera: Aznar – Aguirre – Casado


Pues sí. Este muchacho joven, apuesto, maniquí perfecto de la derecha ultramontana, ha decidido quitarse la máscara y, por si existía alguna duda, se le ha visto el plumero.

Aznar le quiere, le prefiere. Aguirre bebe sus vientos. Y podría seguir con aquello de que habla de quitar votantes a Vox, o de hacerle la guerra en Cataluña a Rivera, o de que se refiere a la Memoria Histórica, de forma cansina, como el monotema. Por no continuar con que pretende luchar contra los movimientos que se han dado en la calle por la igualdad de género o por las prestaciones de los pensionistas. Y como colofón se plantea eliminar el acuerdo Schengen, actuando de antieuropeo. ¡El colmo!

Este es Pablo Casado. Un joven viejo. Un renovador reaccionario. Un rebelde a la rebeldía. Y no es que quiera posicionarme al lado de Soraya, que pretende seguir la línea Rajoy, llama populistas a los de Unidos Podemos --¿hay más populismo que prometer lo que se sabe que no se piensa cumplir?— y que dice, en un acto de estulticia intelectual claro, que en Cataluña se practica el apartheid. ¿Sabrá esta señora lo que significaba el apartheid en Sudáfrica?


En fin, es lo que hay. Esta es la renovación. Heredero de Aznar y Aguirre o heredera de Rajoy. Una regeneración propia de este partido, cada vez más inclinado a la derecha y con sus mentiras al aire.

Lo de Casado tiene mucho delito. Porque él podría ser un verdadero renovador y, sin embargo, ahí le tienen, siguiendo a su amo Aznar y emulando a la condesa de las charcas de la podredumbre y la purulencia. Y, con todo eso, tiene muchas posibilidades de ganar. Lo que dice mucho de lo que pretende el Partido Popular: Reacción, desigualdad, beneficio para los poderosos, olvidar y denostar la Memoria Histórica y volver a un tiempo opaco y corrupto. Todo eso lo cumple a la maravilla.

Recordemos que del gabinete Aznar, todos los ministros, menos dos, estaban o están tocados por la Justicia en casos de corrupción. Y qué decir de la charca de Aguirre, donde ranas más que poderosas, de su confianza, saquearon la Comunidad de Madrid, mientras ella, ¡pobrecilla!, no sabía nada.

Menuda derecha. Hay que hacer todo lo posible porque se quede en la oposición. Hoy, parece, que por primera vez, la suma de los partidos de izquierda, en los sondeos, es mayor que la de los de la derecha, y parece que la brecha se puede abrir más. La caída del PP, el frenazo de Ciudadanos, el alza del PSOE y el mantenimiento de Podemos, además de la posibilidad de acercamiento mucho mayor de la izquierda a los grupos nacionalistas, hacen que podamos ver, por primera vez desde hace tiempo, un poco la luz del túnel.

Todo lo que hagamos es poco. Ganar Casado en unas generales sería volver a Aznar --¡tierra: trágame!— con esa chulería impresentable de creerse imprescindible cuando se trata de un bulto intragable, capaz de meternos en una guerra, fabricar la burbuja inmobiliaria y rodearse de colaboradores cercanos imputados por corrupción.

Y qué decir de la herencia de Aguirre. Mejor no recordarlo, que ya se encarga la Justicia de hacerlo. Pues ella, nada, que tiene que salir a exhibirse con la excusa del apoyo a Pablito, como ella le llama. Criado a sus pechos, es sin duda un heredero digno de tal ejemplar, una astilla punzante del tronco Aguirre.

Llega a tanto su afán de triunfo que es incapaz de pensar que puede ser imputado en pocas fechas por su afamado, rápido y dudoso currículo académico, con lo que ello supondría para su partido, si él presidiera el cotarro.

Qué le vamos a hacer. Ellos son así. ‘Modernos’, ‘Igualitarios’, ‘Honestos’, ‘Humildes’, ‘Encantadores’ y sobre todo dispuestos a sacrificarse por esta España que tanto quieren. Su patria ‘una y universal’, mientras que los demás, los que pensamos en una España diversa, somos unos traidores de tomo y lomo. Ellos son, sin duda, los únicos patriotas. Amén.

Salud y Republica


11 julio 2018

Juan Carlos: un monarca de armas tomar


Ese rey ejemplar, ese hombre que ‘nos condujo a la democracia mediante una transición única’, ha demostrado ser un tipo execrable, capaz de actuar miserablemente en beneficio propio. Así lo dice su examante Corinna, que afirma que la utilizó, no por amor sino por intereses económicos, como testaferro.

No es una sorpresa, todo el mundo, de acuerdo con informaciones de medios solventes, se preguntaba cómo había obtenido la riqueza que se le achacaba al rey emérito. Todo eran suposiciones, hoy hay pruebas. Su examante Corinna lo ha desvelado ante la presión que sufre para que le devuelva esas posesiones a Juan Carlos, en una reunión con el comisario Villarejo –otro elemento, hoy en prisión— y el empresario Villalonga, en 2015.

Chanchullos en Marruecos y con Arabia Saudí, no nos sorprenden en absoluto. Recordamos los besos y abrazos que se daba con sus hermanos de sangre, sangre de color verde, de dólares. Un elemento capaz de matar elefantes, de defender a Franco, o de usar testaferros para obtener patrimonio personal, quién sabe a cambio de qué, por cierto, utilizando paraísos fiscales. ¡Vamos, una joyita de rey!
De izquierda a derecha: la reina Sofía, Gabriela de Saboya, Corinna zu Sayn-Wittgenstein, Juan Carlos I, Marta Gayà, Bárbara Rey y Olghina de Robilant.

Es lo que tiene no dar un palo al agua, y tener poder y tiempo para dedicarse a su propio interés. El pobre se aburría y con los medios del Estado –se ve que viajaba para sus asuntos particulares e ilegales, con aviones militares desde el aeropuerto de Torrejón, para no ser descubierto— dedicó sus esfuerzos en beneficiarse él, su familia y sus amantes.

Son dignas de escuchar las grabaciones de la Princesa Corinna –por cierto, peritadas y dadas como verdaderas--, donde se puede descubrir la calaña del ‘artífice de nuestra democracia’, como muchos dicen.

Una prueba irrefutable, por si existían dudas, de quién ha estado reinando en España durante 39 años. Hoy no es posible entender que esto pueda pasar. ¡Basta ya de impunidad! Y todavía hay quien dice que la cuestión de la Monarquía no es urgente ni importante.

Debe actuar la Fiscalía y Hacienda –veremos aquí la firmeza del PSOE— e investigarle. Además, se le debe llamar a declarar al Congreso para que nos aclare todo este tejemaneje. Si no, será otra prueba más de que en este país la Justicia no es igual para todos.

Por otra parte, hay que actuar para que esto no pueda volver a ocurrir. No esperemos que su hijo pueda volver a cometer estas tropelías. En primer lugar, hay que cambiar la Constitución para hacer desaparecer la inviolabilidad del Jefe del Estado. Hay que tomar medidas que permitan la transparencia y control en las cuentas y acciones del Jefe del Estado, evitando toda la opacidad actual. Es inevitable que Hacienda siga, en particular los movimientos del patrimonio de la Casa Real.

Y lo que es más importante. ¡Basta ya de cachondeo real! Es necesario que los españoles se manifiesten y voten en referéndum decisorio que forma de Estado prefieren: Monarquía o República. Que se ganen su sueldo, ¡que ya está bien de chupar del bote!

Salud y República

10 julio 2018

Ciudadanos: ¡Cuanto peor, mejor!


Éste es el lema de Ciudadanos. Parece que la fiebre está bajando y que se han quedado sin su caramelo preferido: Cataluña. Ellos han conseguido, enfrentando a los catalanes, unos réditos excepcionales fuera y dentro de Cataluña. La caída del PP y el cambio de políticas del nuevo gobierno central, que ha iniciado una nueva etapa, les ha sentado como un tiro, porque sienten que su principal enemigo se puede desvanecer. Me refiero al diálogo.

Si hay algo que no esperaban era la caída de su maestro y rival: Rajoy. Y la llegada de alguien que está tratando de hacer, simplemente, lo que cualquier persona normal haría. Cambiar el silencio, la inactividad y el enfrentamiento por el diálogo. ¡Así de fácil!

Independientemente de lo que pueda suceder, una nueva etapa se ha iniciado. Los resultados son impredecibles. El hecho de que se hayan reunido los dos presidentes (Sánchez y Torra) no lo perdonan en Ciudadanos (tampoco en el PP, pero eso es más sabido). Este partido que ha vivido a costa de la confrontación, ha visto con malos ojos que se le va el chollo. No les ha interesado hacer política, han elegido la vía judicial cuál peperos, y les había salido bien, hasta ahora. Pero no estaban preparados para este cambio. Cualquier ventana abierta a los independentistas es para ellos una traición. Saben que su tiempo está pasando y que sin enfrentamiento no tienen campo de juego.


Ya no vale el “cuanto peor, mejor”. Ahora ya no va a peor. Y eso, les preocupa, se encuentran con el culo al aire, con un cabreo monumental, como el del niño al que le han quitado su juguete preferido, y sin saber cómo actuar, salvo pretender obstaculizar cualquier posibilidad de avance.

Su negativa a toda posibilidad de solución, es de un totalitarismo de libro. Ellos que tanto hablan de que les subestiman y no les tienen en cuenta, de que sólo se gobierna para la mitad de la población, resulta que cuando alguien pretende cambiarlo, lo critican. Se ven sin el juguete que les ha dado tantos votos en Cataluña y que les anunciaba tiempos excelsos en el resto de España.

Hoy los sondeos empiezan a bajarles del trono, y el peligro se acerca. Harán todo lo que puedan para boicotear las reuniones y las posibles soluciones a este conflicto. Sin conflicto no hay Ciudadanos. Han conseguido ganar al PP, en su competición casposa en Cataluña, y ahora se ven cercados porque las aguas pueden volver al río, aunque este río no se sepa donde desembocará todavía.

Y es que viven de eslóganes y de estudios demoscópicos, no hay mucho más. Ayer eran socialdemócratas, luego pasaron a ser de centro y hoy, al menos en el conflicto catalán, han pasado al PP por la derecha, anunciando una deriva que más parece propia del otro Rivera (José Antonio) que de estos tiempos. Quién sabe dónde estarán mañana. Es lo que tiene politiquear a golpes de mercadotecnia y no tener ideología fija. De momento, les ha entrado un Sánchez en el ojo y un Unidos Podemos que empuja y que les está dejando ciegos. ¡A ver si hay suerte!

¡Qué menos que hablar!

Salud y República

06 julio 2018

Primarias peperas, chapuza de primera


Parece mentira, pero este partido ha gobernado España durante muchos años. Y yo me pregunto cómo es posible. Bueno, a los resultados me atengo. Un verdadero desastre de primarias, han sido incapaces de normalizar algo que en otros partidos es totalmente normal, desde hace tiempo.

Para empezar, dos problemas: el censo y las normas. Y no parece que sea un buen comienzo. Han mentido a todos los españoles, se han pasado los últimos años, con prepotencia, presumiendo de ser el partido más numeroso de España y hasta de Europa. Lo que no suponían es que los tiempos les iban a descubrir su vil engaño. Al hacer primarias han tenido que recurrir al censo y ahí ha quedado plasmada esa falsedad. Resulta que de casi 900.000 militantes que decían, quedaron inscritos para votar 66.700, y por las cuotas pagadas se sabe que el PP no puede tener mas de 160.000 afiliados, lo que quiere decir: menos de la quinta parte de lo que manifestaban. Otra mentira de tamaño colosal, propia de este partido.

El otro problema es las normas que han aprobado. Como quiera que no tienen experiencia en primarias, les ha dado miedo dejar todo en manos de los militantes, y han previsto unas “semiprimarias”, una doble vuelta, de tal forma que en el caso de que saliera alguien que a los compromisarios no les satisficiera pudieran tumbarle, en un Congreso específico. No se puede hablar en verdad de doble vuelta, sino de una elección con filtro del aparato del partido.

Estas dos cuestiones tienen poco que ver con unas verdaderas primarias. Y si a esto añadimos la forma en que se ha hecho, más bien parece un mal ensayo. Así, nos hemos encontrado con cajas de cartón no transparentes, con papeletas casi tan grandes como un chal, donde además quedaba en blanco el espacio para el nombre --¿tan difícil era hacer seis tipos de papeletas con el nombre incluido?--, sin cabinas para proteger la intimidad del voto –al ser las papeletas como sábanas y no tener un sitio privado, era muy fácil ver qué es lo que escribían los votantes— y, por último, sin haber efectuado debate ideológico alguno entre los contrincantes, de tal forma que no se sabe las diferencias entre ellos. A lo sumo se podían hacer suposiciones de acuerdo a los apoyos que tenían.

En fin, la falta de práctica y la poca fe en un sistema democrático ha hecho que estas primarias hayan quedado marcadas como unas elecciones con garantías limitadas. Resulta que se llenan la boca de propagar, a viento y marea, que quien gana las elecciones debe ser quien manda, y ellos se dan unas normas que dejan la puerta abierta para que unos pocos, los compromisarios, puedan dar la vuelta a los resultados de la votación de los militantes.

Son lo que son, pretenden ponerse al día, y deciden hacer primarias. Sin embargo, su ADN les traiciona y como no creen en la democracia directa –salvo cuando ganan ellos--, aunque sea de sus propios militantes, se aseguran la posibilidad de manejar el cotarro desde los cargos.

No dan más de sí. Sus movimientos hacia la transparencia, la apertura, la democracia apenas se ven y siempre los hacen con salvavidas. Hoy, sabemos que ha ganado Soraya la elección de los militantes, pero también conocemos que en unos días los compromisarios pueden cambiar y proclamar como vencedor a Pablo Casado, a pesar de ser el segundo más votado por los afiliados. Eso, sin hablar de que hay que tener narices para que un 34% de los militantes voten a un individuo que puede ser presidente de su partido y, a la vez, imputado por la Justicia, por su dudoso currículo, en breve plazo. ¡Hay quién dé más!

Salud y República

04 julio 2018

Franco, la Duquesa de Franco y los franquistas. ¡Adelante con la Memoria Histórica!


El futuro del genocida –claro que le importa poco— es incierto. Parece que tiene contados los días en el Valle de los Caídos –habría que empezar a llamarle el Valle de la Ignominia--, pero no se sabe dónde irá. Su familia, hasta ahora, no ha dicho ni pío y parece no tener el menor interés por el cadáver, gracias al cuál tienen honra, condecoraciones, patrimonio y desvergüenza reconocida, aunque sea un caso único de un país que se dice democrático.

A reconocer la Memoria Historia, a tratar de hacer Justicia, a honrar a las víctimas franquistas, a colocar al dictador asesino en su sitio, a poner a su familia donde merece llegamos tarde. Llegamos muy tarde. Pero podemos llegar.

Y no tengamos ninguna duda de quién son los franquistas. Les guste o no --porque tratan de disimularlo salvo algunos a los que, aún sin quererlo, se les ve el plumero--, no sólo son los que pertenecen a partidos relacionados con la Falange, con la extrema-derecha marginal. También, dentro de los franquistas, hay muchos peperos y algunos de pro.

Y es que quieren comer con la boca cerrada. Soplar y absorber a la vez. Se dicen demócratas y defienden y honran a Franco. Me refiero, como supongo que habéis adivinado, al Partido Popular y a una Casa Real que no sólo no han condenado el franquismo, sino que no piensan hacerlo y actúan a su favor. Gentuza que no ha querido mirar atrás y ha dejado en las cunetas a decenas de miles de asesinados que lucharon por la democracia, de la que hoy se benefician totalmente.

Las pruebas son muchas y contundentes. Cargos institucionales a los que de vez en cuando se les escapa su amor patrio al caimán genocida, como Hernando o Casado, y muchos otros de menor rango. Y otros, que sin decirlo, demuestran su amor al Asesino, sin pudor, escondiéndose y saliendo por la puerta de atrás.

Recordemos la ignominia última del gobierno Rajoy. Su ministro de Justicia, Rafael Catalá, mientras los representantes del pueblo español estaban echando a la basura, con una moción de censura merecida, a M punto Rajoy, se dedicaba a tomar su última decisión: Conferir el ducado de Franco a la nieta del genocida. Y el Rey, calladito, no vaya a ser que… Porque debemos recordar que los títulos honoríficos los debe dar el Rey, aunque sean firmados por el Ministro de Justicia de turno. Todo un alarde democrático digno de franquistas de pro, aunque busquen excusas para negarlo.

Ahora que sabemos claramente dónde está cada uno, no cabe otra respuesta que suprimir este ducado de nombre infame. Claro que eso lo tiene que hacer Felipe VI, y me da a mí que no debe estar mucho por la labor. Lo que queda, en todo caso, es hacer público, si así fuera, su negativa para dejar claro que sigue los pasos de ‘papá-rey’, que jamás hizo la menor crítica a Franco y bien sabía a quién debía su título de monarca.

No queda otra que seguir cumpliendo la Memoria Histórica. Y si fuera el caso –que lo es--, ampliar la ley para poder cumplir con todos los que hasta ahora –cuarenta años de democracia, se dice pronto--, buscan Justicia y no venganza, Verdad y Reparación. Es lo menos que debe hacer este gobierno socialista, y de paso podrá, aunque tarde, dejar atrás esa desidia demostrada –salvo en el caso de Zapatero, y sólo de forma parcial—por gobiernos anteriores de su color.

Adelante con la salida de Franco del Valle de los Caídos, con la reconversión de este fatídico monumento, con la quita de condecoraciones a los torturadores como Billy el Niño, con la vuelta del patrimonio, adquirido por los Franco con alevosía y malas artes, al Patrimonio Nacional, con la supresión de títulos como el del Ducado de Franco, con las máximas facilidades para que todo aquel que busque a algún desaparecido durante el franquismo pueda enterrarlo dignamente.

Que no nos pase como otras veces. Sin parar, adelante, hay mucha gente esperando ver que todas las víctimas de terrorismo tengan los mismos derechos --¿acaso la actuación criminal de Franco no es terrorismo? Normalicemos este país. Equiparémonos a Alemania o Italia, y no a Camboya.

Salud y República