30 mayo 2018

Cospedal contra la Justicia, o el más allá de la vergüenza y la infamia


La número dos del partido popular, Doña Dolores de Cospedal, marquesa del FSD (Finiquito Simulado en Diferido), no sólo ha insistido en exculpar a su partido sino que, además, ante los diputados de la oposición se ha puesto flamenca y ha ido más allá con su chulería. Y es que, en vez de pedir perdón, lamentar lo ocurrido, según esta gentuza no ha pasado nada, ha fabricado falsas conclusiones sobre la sentencia de la Gürtel, con ínfulas exacerbadas, jactanciosas y agresivas. Sólo el PP de Castilla-León ha demostrado que pedir excusas es lo que hay que hacer.

Toda la vida diciendo que hay que respetar las sentencias (naturalmente, cuando les ha convenido) y resulta que ahora los peperos dicen a los jueces que mienten, dando a entender que siguen en la línea que marcó Rajoy hace años, o sea que se trata de una conspiración contra el Partido Popular. ¡Tiene huevos!

Este dama de alta cuna y peineta clamorosa, tan católica de pro, tan ministra militarota, tan amiga de Millán Astray, tan enamorada del novio de la muerte, ve una sentencia leve con mentiras y con errores de los jueces. ¡Quién lo iba a decir! Toda la vida clamando que hay que esperar a la Justicia y que hay que respetarla, para caer tan bajo y tan canalla.

Estas son algunas de las falsedades que ha remarcado en su comparecencia parlamentaria sobre la sentencia de la Gürtel, y que pretenden decir lo contrario que la sentencia. Según sus palabras:
·        No ha condenado al PP (falso).
·        No es unánime (más falso).
·        No prueba la existencia de una caja B (falsísimo). Y sigue: “las manifestaciones sobre esta caja son irrelevantes”
·        Dice que el PP no sabía lo que hacían sus corruptos (otra falsedad más). Debían ser de otro planeta.

Y añade otra serie de aseveraciones chulescas, inverosímiles o contra el tribunal que lo ha juzgado:
·        El López del Hierro que aparece en los papeles de Bárcenas no es su marido (hay muchos con ese nombre: Cospedal dixit). Y acusa a Podemos de machismo por hablar de su marido.
·        Cuando acusan a su partido de corrupto, se lo devuelve a Esquerra Republicana, sin que exista ningún caso.
·        Se atreve a asegurar que los jueces se equivocan y que no pueden poner en duda la credibilidad de su capo –Mariano Rajoy--, porque esa virtud la dan las urnas y no los jueces. (Las mayorías elegidas pueden delinquir y tener inmunidad).
·        Le echa la culpa a Correa de crear la trama (se ve que los pobres peperos, sólo ponían el cazo).
·        Ve natural el famoso finiquito a Bárcenas (simulado y en diferido). Algo absolutamente ilegal, puesto que le seguían pagando la Seguridad Social porque no estaba despedido.
·        Y como colofón, afirmó: “EL PARTIDO POPULAR HA HECHO MUCHO CONTRA LA CORRUPCIÓN”.

Después de estas barbaridades, mentiras y declaraciones chulescas no queda otra que pensar que la Marquesa del FSD, -- Abogada del Estado--, debe haber cursado la carrera en la Universidad Rey Juan Carlos y el presidente del tribunal opositor debió ser Manuel Pizarro (ya saben, el amiguito de Aznar, ex presidente de Endesa), si no, no es posible explicarse cómo una persona cuyo título debería hacerla defender el Estado de Derecho, miente, incrimina, insulta y desprestigia a la Justicia por no haber fallado a favor de su partido. Suma y sigue.

Salud y República

23 mayo 2018

Zaplana: la penúltima rana


Pues sí. Con el PP no se puede hablar de última rana de la charca. Cuando menos te lo esperas: ¡Otro más! Y van… ¿Hasta cuándo seguirán apareciendo ranas? ¿Cómo y con quién nos sorprenderá el PP mañana? Es el cuento de nunca acabar. Vivimos de nuevo el día de la marmota. Se han creído omnipotentes, y han ejercido con total impunidad durante los últimos veinticinco años, y me da la impresión de que estamos viendo sólo la punta del iceberg.

Zaplana ha sido detenido y acusado de siete delitos. Algunos prescritos, pero otros vigentes. Parece que, presuntamente, consiguió más de diez millones de euros con comisiones mientras fue presidente de la Generalitat Valenciana. De eso ya hace. Sin embargo, le han cogido ahora cuando estaba tratando de lavarlos y traerlos desde Uruguay.

Este personaje, a pesar de lo que dicen los peperos hoy, no es uno más. Ha sido uno de los máximos exponentes del PP hasta hace diez años. Desde alcalde de Benidorm a portavoz pepero en el Congreso de los Diputados, pasando por presidente del PP valenciano, presidente de la Generalitat y ministro de Trabajo. Seguramente, durante esa época, además de Aznar y Rajoy, sólo Rato ha tenido tanta importancia.

Su vida política está llena de momentos de dudosa reputación. Llegó a alcalde de Benidorm, con el apoyo de una concejala socialista, conocida en Valencia como la ‘Bienpagá’. Después, la anulación judicial de unas conversaciones comprometidas, le libraron de ser acusado en el caso Naseiro. Y fue uno de los defensores de la conspiración del 11-M, junto a Aznar y Acebes.

En fin, una buena pieza a la que parece que le ha llegado la hora. Es el ejemplo claro de unos tiempos que parecen todavía vigentes –las actuaciones por las que se le ha detenido (lavado de dinero) son bastante recientes— en el Partido Popular. La corrupción es algo congénito a este partido que está acorralado y que, en el mismo día que se detiene a Zaplana, se imputa al número dos de Montoro por corrupción cuando era alcalde de Jaén.

Cuentan por ahí que M punto Rajoy mira al cielo para buscar una explicación ante tanto desastre, y cada vez que lo hace le cae otro corrupto. Claro que no quiere mirar para abajo, no vaya a ser que vea los papeles de Bárcenas.

Se trata, sin duda, de una red mafiosa que ha extendido sus tentáculos más largos en las Comunidades de Madrid y Valencia, donde hay un empate a tres. A tres expresidentes imputados o condenados en cada una. Y ya veremos dónde acaba esta retahíla de corrupción.

Por otro lado, no olvidemos al gran Aznar, de cuyos gobiernos tiene ya a nueve ministros implicados en casos de corrupción, sin que el dios de FAES diga ni mu. El está en el Olimpo y sólo baja a la tierra para asuntos importantes y excepcionales. Esto que ocurre no es sino el pan nuestro de cada día, y él no tiene tiempo para bajar de su nube, tiene que seguir haciendo abdominales. Eso sí, como buen dios, nos regaló el milagro económico español, donde Rato demostró sus cualidades rateras y Zaplana triunfó con una reforma laboral que perpetuó la precariedad laboral, mientras miraba de reojo a Uruguay en donde había depositado sus beneficios rapiñados.

El PP está convirtiendo el hecho de leer los diarios en un nuevo juego, “la búsqueda del nuevo corrupto” habiendo desbancado al “dónde está Willy” por encontrar dentro de la charca putrefacta al nuevo pepero.

En fin, los de Génova se están diluyendo, como azucarillos en el café, en el partido de C’s. Y les están empoderando, de tal forma que puede que Rajoy termine de conserje en la sede de los de Rivera, siempre que, eso sí, no termine antes en Soto del Real.

Salud y República

21 mayo 2018

Rivera: 'Sólo veo españoles'


Sr. Rivera, le escribo con extraña preocupación porque creo que está usted miope perdido y no se da cuenta. Su sentido de la vida le hace observar la realidad con un daltonismo de primera magnitud. Sólo ve una España en blanco y negro.

Según ha manifestado, usted sólo ve españoles. Así, sin más. Hombre, matice usted que la vida no es monocolor y, por fortuna, a pesar de usted y su partido, España es variopinta y estamos en el siglo XXI.

No seré yo quien no vea españoles. Pero hay matices que usted desprecia, porque sólo le interesa una cosa, sacar partido de ese patrioterismo que le está subiendo a los altares y que está despojando al Partido Popular de la que era su condición más excelsa: El chovinismo español.

En fin, no seré yo quien le diga lo que tiene usted que ver. Su daltonismo joseantoniano es muy suyo y parece que cada día más profundo. Ahora bien, déjeme que le diga cómo lo veo yo.

Usted va y nos dice que no distingue entre rojos y azules. Y no me extraña, puesto que usted y su partido son un claro ejemplo: hace cuatro años eran socialdemócratas y ahora están adelantando a sus amigos peperos por la derecha. Del rojo al azul, sin ningún pudor. Eso sí, vestidos de naranja.

Tampoco es capaz de distinguir entre jóvenes y viejos, aunque yo creo que la única igualdad que hay entre ellos es la miseria a las que quiere conducirles usted y el PP. Una precariedad y salario mísero para los jóvenes, y una pensión mínima y cada vez más devaluada para los viejos.

Y no ve entre creyentes y agnósticos. Pues qué quiere que le diga, yo sí. Veo a unos ciudadanos, los creyentes, a los que los agnósticos y ateos les pagamos su religión (11.000 millones de euros, nada más), a pesar de que dicen que vivimos en un estado aconfesional.

Tampoco observa la diferencia entre empresarios y trabajadores. Lo que clama al cielo. Se ve que no mira usted la nómina de ambos. Esos empresarios que apenas pagan impuestos en sus empresas y les da para subvencionar a su partido –me refiero a algunos del IBEX--, cobran sueldos millonarios, mientras que los trabajadores, que no están en paro, tienen un salario medio de 1.000 euros y una inseguridad máxima dada por una precariedad que usted comparte. Por cierto, D. Albert, yo, humildemente, estoy mucho más cerca de un trabajador de México, Filipinas o Grecia que de esos banqueros multimillonarios españoles con los que usted quiere igualarme.

Por último le diré que, de este país españolísimo según usted, le guste o no, hay 2,5 millones de ciudadanos fuera de España y, por otro lado, conviven con nosotros 4,5 millones de extranjeros que no son ni se consideran españoles. O sea, Sr. Rivera, los matices son muy importantes.

Lo que ocurre es que usted con su política patrioterista, de chovinismo exacerbado, aprovechando el conflicto catalán, pretende ganar votos retorciendo los sentimientos humanos más bajos e invistiéndose de un traje joseantoniano que le lleva a pensar que España es una Unidad de destino en lo Universal.

Está usted viviendo momentos de auge, aunque, jugando con estos valores patrioteros de forma tan exagerada, se está colocándo en el extremo de la cuerda. Tenga cuidado que no sería el primero que se cae.

Perdone que le desilusione, por mucho que usted lo anuncie, la España diversa, esa que usted tanto desprecia, es la real, aunque le joda. Si de verdad se siente español –y no por conveniencia electoralista-- cáigase del caballo, déjese de extremismos y vuelva a la España actual. Si no, siempre puede probar en el túnel del tiempo y pedir que le transporten a 1936.

Salud y República

17 mayo 2018

Llarena, el juez justiciero, debería dimitir


¡Vaya palo! Un tipo duro, un juez que va de listillo y de castigador, y llega a Europa y le dan un par de ostiones de mucho cuidado. Todo por hacer las cosas mal. Todo por buscar venganza en vez de justicia. Así. Está dejando la imagen –eso que muchos llaman la marca España— de este país por los suelos.

Por cuestiones de forma –también de fondo--, le han dado un buen palo desde Bélgica. Y es que Llarena, este juez justiciero, busca ser castigador. Tres son las actitudes fundamentales, ante los independentistas catalanes, que le han llevado a su rotundo fracaso: Su afán vengador, su fidelidad al PP, al que ha pretendido sacarle las castañas del fuego, y su exacerbado chovinismo español.

Ya va perdiendo por 0 – 2, pero la cosa puede ser más grave. Después de Alemania y Bélgica vendrá Escocia y Suiza, y puede terminar en goleada.

Ha demostrado una profesionalidad lamentable, unos errores de párvulo, su único objetivo ha sido servir a la causa Mariana: castigarlos. Y, claro, se ha olvidado de lo más importante. En España se ha convertido en el Torquemada contra los independentistas, pero en Europa no funcional igual.

Desgraciadamente, nuestros queridos gobiernos –todos desde que ingresamos en Europa— y los de los demás miembros europeos se han caracterizado por buscar una unidad económica y por mantener un reino de Taifas en todo lo demás, incluido en la Justicia, olvidándose de la verdadera unión europea. Por ello, el juez Llaneras debería haber pensado que no es juez ni en Bélgica, ni en Alemania y que por lo tanto debe tener en cuenta las leyes de esos países. Pero claro, sus ojos, cegados por la venganza, no le han dejado ver la realidad y así le ha ido a él y a España. Un ridículo que está haciendo reír a toda Europa.

Y no quisiera olvidar que este justiciero tiene en la cárcel a presos políticos catalanes. Algo increíble, cuando se trata de prisión preventiva, o sea de personas sin juzgar. Ya sabemos que otros presuntos, de primera categoría, con imputaciones de mucho peso están en plena libertad, mientras que, por ejemplo, dos activistas –al margen de las instituciones catalanas--, como los Jordi –recordemos que entonces Sánchez tampoco era político institucional— están en la cárcel, desde hace siete meses, por subirse a un coche de la Guardia Civil.

En fin, este juez vengador debería marcharse, su acción está dejando a este país por los suelos. Y es que su ceguera patriotera española le ha dejado inhábil para desarrollar su trabajo. Que se vaya antes de que vuelvan a leerle la cartilla desde Escocia y Suiza, que puede quedar poco y sería una vergüenza total.

Salud y República

16 mayo 2018

Trump y Netanyahu, genocidas unidos


Trump y su gobierno, con Netanyahu y el suyo, han demostrado lo que son. Genocidas que continúan la acción de los presidentes precedentes de sus dos gobiernos, con el fin de hacer desaparecer Palestina y exterminar a los palestinos en su tierra.

El caso de Trump es patológico, al igual de los que le votaron, puesto que los estadounidenses que le llevaron a la presidencia sabían cómo era y lo que había anunciado que iba a hacer. No ha engañado a nadie, por desgracia.

Todas las medidas que Trump está llevando a cabo –recordemos que sólo lleva 16 meses en el cargo--, son parte de su programa electoral. ¡Que no se lleven ahora a engaño! Está cumpliendo con sus promesas, aunque éstas sean acciones criminales que ponen en peligro la débil estabilidad mundial.

No sería justo decir que Medio Oriente antes de estos dos presidentes era una balsa de aceite. Desde 1947, los palestinos han venido siendo expulsados, cuando no exterminados de su territorio, sin que esta expansión sionista haya acabado hoy.

Desgraciadamente, la influencia judía –influencia económica— en Estados Unidos es mayúscula, su poder hace que ningún presidente en los últimos setenta años haya escatimado esfuerzos en ayudar a su aliado israelí en su afán expansivo. Son ya 87 las resoluciones de la ONU incumplidas por Israel, a favor de Palestina, con la ayuda de USA, lo que dice mucho de la inoperancia de la ONU y del poder israelí.

Lo que ahora ocurre es que con Trump, un psicótico irremediable, la cuestión se está convirtiendo en algo todavía más grave. De momento, siguiendo el camino que le ha encomendado su amigo Netanyahu ha decidido romper el pacto nuclear con Irán, cuando no existe ninguna prueba de que el régimen iraní estuviera incumpliendo el acuerdo. Lo que ha añadido más inestabilidad a la zona, ya de por sí en situación muy crítica.

Pero no se ha conformado con eso. Para calentar más los ánimos, para jugar –éste sería el verbo que deberíamos utilizar por su infantilismo criminal— a demostrar su poder, como rey del mambo, ha decidido cambiar la embajada estadounidense de Tel-Aviv a Jerusalén, lo que ha roto, unilateralmente, el acuerdo con los palestinos y ha provocado graves manifestaciones contra este cambio.

Unas manifestaciones que han demostrado una vez más, la brutalidad de los policías y soldados israelíes, que sin haber sufrido ni una baja, han saldado la operación contra los manifestantes con sesenta muertos y dos mil setecientos heridos palestinos.

Y no hay ninguna crítica ni arrepentimiento por parte de Israel, al revés, el genocida Netanyahu ha declarado que las únicas acciones válidas en la zona son las letales. Eso sí sólo en una dirección.

Y es que no cabe duda, Israel, con la ayuda de Estados Unidos y la pasividad de la mayoría de los países –el único que ha criticado severamente este asesinato colectivo ha sido Macron—, está consiguiendo sus objetivos. Mantener a Estados Unidos en el cetro mundial y conseguir ser los virreyes de Oriente Medio, donde son los únicos que cuentan con la bomba atómica y el apoyo inestimable del país militar más poderoso del mundo.

Mientras tanto, hombres, mujeres y niños palestinos siguen siendo asesinados por intentar vivir en un pedazo de tierra cada vez más pequeño, más aislado, más vigilado y sin futuro. Eso sí, se comenta como algo posible otorgar el premio Nóbel de la Paz a Trump. No me extrañaría nada. Y es que, por desgracia, este es el mundo en que vivimos. Un mundo donde mandan el dinero y el poder militar. ¡Vaya mierda!

Salud y República

12 mayo 2018

¡Hay que cambiar de canal!: Montoro dixit


Está visto que no sabemos utilizar la libertad de expresión. Montoro y los peperos lo tienen claro. Tenemos que aprender. Está más visto que el TBO, si hay una cadena de televisión que manipula, pues cambie de canal.

Lo tienen clarísimo y así nos lo ha dicho el gran Montoro. No niegan que haya manipulación, saben que las noticias son partidistas, a su favor. Y lo practican. Lo que nos aconsejan, cuando veamos que hay algo adulterado, es cambiar de canal.

Y no estaría mal si se tratase de una televisión privada, pagada con dinero de los socios y los anunciantes. ¡Allá con su película! Pero claro, cuando hablamos de RTVE cuyo presupuesto es de casi mil millones de euros que pagamos todos, Montoro lo que quiere decir es que este país es su cortijo y que todo lo que se paga con dinero público es propiedad de su partido, que para eso ha ganado las elecciones (y además ‘lo hace de forma honesta’). A los espectadores sólo les queda tragar, que para eso ellos son el gobierno.

Eso sí, según M punto Rajoy, Mon-trola y sus muchachos, la única televisión que manipula es la catalana. O sea RTVE y Telemadrid no manipulan, simplemente expresan constantemente las noticias con ‘ese sentido común’ del que tanto habla M punto Rajoy.

No nos olvidamos. Lo primero que hizo el PP cuando ganó en 2011 --son corruptos, pero no tontos-- fue cargarse la libertad de expresión en RTVE. Cambió la ley de elección del presidente, que con éxito había impuesto Zapatero, se cargó el consenso y nombro a su presidente fiel. Y para aclarar el amor que tiene a la televisión pública, en 2014, nombro a J.A.Sánchez. Un tipo que ya se había cargado TeleMadrid cuando llegó, y que presume, públicamente de votar al PP, como si fuera su religión. Por cierto, uno de los nombres que aparece junto a M punto Rajoy, en los papeles de Bárcenas.

Hoy, toda la oposición quiere volver al sistema anterior de elección del Presidente de RTVE, sin embargo el PP lo tiene bloqueado. Mientras, los profesionales del Ente para visibilizar su protesta contra este PP, que les amordaza o les impone las noticias, visten todos los viernes de negro. De negro como el dinero que según los papeles de Bárcenas recibía M punto Rajoy, y también, qué casualidad: J.A. Sánchez, el actual presidente.

No creen en lo público. Tampoco en los medios públicos, simplemente cuando gobiernan los manipulan. Ventajistas en todo, no sólo se han financiado campañas electorales con dinero negro, además juegan con los medios públicos a su favor.

El mangoneo es constante, hasta el límite de que los sindicatos y el consejo de redacción les denuncian día tras día. En RTVE, las corrupciones peperas apenas se comentan, el máster de Cifuentes ha sido noticia de segundo plano, Informe Semanal se ha convertido en un panfleto pepero, las manifestaciones contra el gobierno son mínimas y sin afluencia, los telediarios se acercan al NODO, etc.

El último ejemplo ha sido la dimisión de la editora de TVE en Valencia, por no haber aceptado las órdenes que la impedían poner el vídeo donde la jefa de comunicación de M punto Rajoy insultaba a los jubilados, decía que ‘les haría un corte de mangas de cojones’ y les diría ‘que os jodáis’.

Suma y sigue. La verdad es que no me hace falta que Montoro me diga que cambie de canal, apenas veo la televisión pública y echo en falta lo que RTVE era en la época anterior. Pero claro, al rey de la amnistía para los ricos, deberíamos recordarle que esta tele pública, que ellos se han cargado y que emplean en su propio beneficio, la pagamos todos, aunque me temo que piensa que este país es su cortijo y que se jodan los feos.

Y es que, a lo mejor, no se trata de cambiar de canal, sino de gobierno. ‘¡Gracias, Ciudadanos!’.

Salud y República

10 mayo 2018

Albert Rivera, el José Antonio del siglo XXI


No creo exagerar cuando hago esta afirmación. Basta seguir la historia política de la preguerra civil española y la de Rivera, líder de Ciudadanos.

Rivera ha acusado al PP de ser blando con los nacionalismos. Le ha jodido que el PNV con la sexta parte de diputados que su partido haya conseguido mucho más en el pacto de los presupuestos. Y, por otra parte, sabemos bien lo que piensa sobre los catalanes. Ayer mismo, en el Congreso, escenificó un acto donde acusó a Rajoy de no aplicar el 155, y por cuya razón su partido abandonaba dicho pacto. Algo incomprensible puesto que, por un lado, en pocos días habrá desaparecido, ya que habrá gobierno en Cataluña y, por otro lado, no tiene otro sentido que rebasar al PP por la derecha y mantener esa hegemonía que una parte importante de los catalanes prefiere: la eliminación de los independentistas y el asentamiento de un nacionalismo español exacerbado.

Por cierto, sigue afanosamente ayudando al PP, tanto en la aprobación de los presupuestos como en la herencia de Cifuentes en Madrid. Algo que como mínimo parece incoherente con sus constantes quejas contra el PP (al que acusa de ser un partido corrupto y mafioso). Pero claro, su único fin es ganar votos.

Y sí, es un personaje que se parece mucho a José Antonio Primo de Rivera –coinciden hasta en una parte del apellido-- y Ciudadanos a su partido, Falange Española de las JONS, quien en sus textos –si pretenden leerlos les sugiero tener a mano un caja de Alka-Seltzer o de Almax— se pueden observar sus dos grandes obsesiones o paranoias: El nacionalismo español exacerbado y la regeneración política. Ya me dirán ustedes a qué partido político actual les recuerda.

José Antonio y su partido, a diferencia de Hitler, que tenía las mismas paranoias anunciadas, no pudo llegar al poder en las elecciones, como el dictador alemán, por lo que su labor fue propugnar e instaurar el golpe de Estado, al lado de los militares rebeldes, para combatir el poder popular ganado en las urnas.
Debemos recordar cómo Juan Carlos Girauta, el número tres de Ciudadanos, escribió en 2006 el libro “La República de Azaña”, donde acusa a la II República
de ser la responsable y causante de la Guerra Civil –un libro prologado por Pío Moa, un seudo-historiador franquista hasta la médula, que adula a Girauta por coincidir con sus ideas franquistas--, olvidando que fue el Frente Popular quién gano las elecciones. Por cierto, otro libro de Girauta, la eclosión liberal, está prologado por Jiménez Losantos. ¡Casí nada!

Es fácil de constatar que la situación política no es comparable a la de hace ochenta años, pero no olvidemos la historia. José Antonio, al igual que Hitler, pretendía ser “socialista” en sus fines y sin embargo ya sabemos su lugar en la historia. Seguro que Rivera no podrá recorrer el mismo camino, pero su intención es clara. Empezó diciendo que su partido era socialdemócrata, para ir girando y hoy, cree que Ciudadanos es el único partido patriota, relegando a los demás, y dejando al PP en un papel secundario, rendido parcialmente ante los nacionalistas.

¡Cuidado! No se dan las condiciones, pero eso no quiere decir que Ciudadanos sea trigo limpio. Si llegara al poder, se cumpliría su primer objetivo. Quién sabe si después no imitaría a los partidos de extrema derecha que hoy predominan en Italia, Francia, Holanda, Dinamarca y otros países de Europa.

No nos llamemos a engaño. Ayer decían que eran socialdemócratas, hoy hablan de centro-derecha, y mañana… Si consiguen gobernar, sabremos sus verdaderas intenciones. Hoy, solamente sabemos cuál es su tendencia. Y da miedo…

Salud y República

07 mayo 2018

Los aplausos y el ¡os jodéis! del PP


Gente encantadora. Eso sí, con características extrañas por decir algo. Los peperos son gente que acostumbra a aplaudir en momentos delicados, en situaciones límite, en circunstancias increíbles. Y lo hacen con ganas, el caso es aplaudir, aunque sepan que se trata de cumplir un trámite, o como preludio de un final esperado, o ante un fallo del líder. El caso es aplaudir. Ese es su himno.

Sólo hay algo que hacen con mayor frecuencia que aplaudir: mentir. Fíjense en los aplausos de ayer, cuando el gran M punto Rajoy se olvidó del nombre del alcalde al que fue a honrar a Alicante. O, por qué no, acordémonos de los aplausos a Cifuentes en Sevilla, hace un mes (dos minutos sin parar ante un cadáver político). Era el aplauso de un funeral anunciado. O tantos y tantos otros, los que recibía Carlos Fabra, Camps, Espe Aguirre o Matas. Gente encantadora que ha estado en la cárcel o que está hundida en una ciénaga de mierda hasta el cuello.

Pero ellos son así. Eso sí, con ellos mismos. Cuando se trata de hablar de los demás, cuando les pillan in fraganti, con un micrófono abierto, entonces es cuando se sabe lo que piensan, lo que detestan a los demás, lo que no se atreven a decir a la cara.

Recordamos aquel famoso “¡que se jodan!” dirigido a los parados, de la diputada Andrea Fabra, hija del corruptísimo Carlos Fabra, en el congreso. O cuando el bocachancla Hernando vino a decir lo mismo de las víctimas del franquismo. Y, lo último es mucho más reciente, cuando a la secretaria de Estado de Comunicación –Carmen Martínez de Castro-- la han pillado diciendo una frase preciosa, de una educación propia de una muchacha de colegio de pago bien aprovechado:

"¡Qué ganas de hacerles un corte de mangas de cojones y decirles: pues os jodéis!"


Naturalmente no la dirigía a ETA, ni a ningún grupo terrorista, no. Esta frase maravillosa que rezuma cortesía, solidaridad y urbanidad iba dirigida a los pensionistas. Lo que demuestra a las claras lo que el PP piensa de los jubilados. Recordemos que lo ha dicho la responsable de comunicación del PP, quien debería ser la primera persona en cuidar el lenguaje y quien marcara el estilo de todo lo que se dice en su partido.

No tienen solución, ellos son así. Se están hundiendo, pero se aplauden, y si hay un colectivo capaz de protestar o de no seguir su camino, les insultan o les instigan, tratándoles como enemigos viscerales. Y eso que en este caso se trataba del colectivo donde tienen su mayor caladero de votos. Les da igual, es superior a sus fuerzas.

Es de esperar que los jubilados tomemos nota. Si después de esto, los pensionistas siguen votando mayoritariamente al PP, querrá decir que este país está enfermo y que hay millones de masoquistas a los que les gusta que les insulten y les injurien.

Y es que parece que este pueblo no tiene remedio. Les insultan, les putean, les machacan con sus políticas y como contrapartida, les siguen votando. ¡Oh país!

Salud y República

06 mayo 2018

El ministro de Justicia, una dimisión que ya tarda


¡Vaya ministro! Está reprobado y cada vez que abre la boca –mejor la bocaza--, la caga sin remisión. Además, su respeto por la separación de poderes lo señalan como un personaje lejos de Montesquieu, recordemos –y hay más pruebas— como ha manejado o intentado manejar los hilos desde la Fiscalía del Estado y, específicamente, desde la fiscalía anticorrupción, ante el caso Gürtel.

Pero su historia empieza antes. Sin dudas se trata de un trepa multiusos. Su carrera por la administración pública ha sido de lo más variada. Con Aznar, como presidente, fue alto funcionario con Ana Pastor (Educación y, años más tarde, Fomento), con Cristobal Montoro (Hacienda) y con Michavila (Justicia)

Durante la larga travesía que supuso para los peperos las dos legislaturas de Zapatero, encontró acomodo con Esperanza Aguirre, que le nombró director del Hospital Ramón y Cajal (¿sería por su formación en derecho?). Además ha sido ponente en bastantes ocasiones en FAES y se pasó a la actividad privada como secretario general de CODERE S.A., (empresa líder en el sector del juego y apuestas). Con la vuelta al poder del PP, Rajoy, en 2014, le nombra titular del Ministerio de Justicia, sustituyendo a Gallardón.

Como puede leerse en su currículo, es un político de lo más maleable, y a pesar de haber tocado muchos palillos en la Administración Püblica, de lo que puede presumir es de su facundia, de meter la pata, pisar todos los charcos por bocachancla, y de cantar “soy el novio de la muerte” con la legión. Y, por supuesto, de una defensa sectaria a ultranza, a menudo antidemocrática, a favor de su partido.

Un tipejo que siempre se jacta de que hay que aceptar las decisiones judiciales –naturalmente las que le convienen— y, sin embargo, se coloca en contra cuando ve que hay un malestar popular y decide hacer electoralismo barato, como, en el caso de la crítica a la sentencia a La Manada, al voto particular del juez González.

Porque ni él, ni nadie de su partido hizo caso a las asociaciones feministas y a partidos de la oposición en la última reforma del Código Penal, cuando se pidió que no hubiera posibilidad de elegir entre abuso y agresión en el caso de violación, indicando que si no hay consentimiento es siempre una violación. Pero claro, ahora, cuando ha visto cientos de miles de mujeres manifestándose por esa asquerosa sentencia a La Manada --sobre todo el voto particular del juez Ricardo González, quien ha sido capaz de ver alboroto y regocijo en una violación masiva--, ha decidido señalar, con acusaciones sin pruebas, a ese juez.


Es un simple arribista, capaz de arrimarse a las causas más diversas con tal de trepar y hacer electoralismo barato. Y ha llegado al punto de que ha formado un comité para revisar los delitos sexuales en el Código Penal y evitar casos como el de La Manada, y de los veinte miembros no ha propuesto a ninguna mujer. Eso es lo que este individuo cree en las mujeres. Por cierto, gracias a la presión popular se ha retractado y, ahora, está eligiendo mujeres como miembros de este comité.

La situación de este personaje no se sostiene, si el PP fuera un partido normal, le habrían cesado. Pero, claro, ahí está Ana Pastor, Cospedal o el mismo Rajoy para mantenerle contra viento, marea y toda la oposición. Por cierto, Ciudadanos, a pesar de decir que está en contra de este ministro, sigue apoyando al PP. Otra más que ya no sorprende y hace que sea la incoherencia política el arma más efectiva de este partido parásito.

Y Catalá hoy elevado a la categoría de tótem feminista pepero, ¡casi nada! ¡Oh país!
  
Salud y República

02 mayo 2018

Los presupuestos: el PP, el PNV y C's


Ya tenemos presupuestos. Finalmente M punto Rajoy ha conseguido reunir los votos necesarios para aprobarlos. Ciudadanos estaba rendido de antemano. Incapaz de pedir nada importante, siempre se ha conformado con figurar y con ver cómo las mayorías de sus propuestas acordadas no se han cumplido en anteriores acuerdos. Este año, el PNV les ha comido la tostada, dejándoles con el culo al aire y como simples monaguillos mamporreros de los peperos.

El PNV que había decidido no apoyar los presupuestos, mientras que estuviera en vigor el 155 en Cataluña, ha decidido sacar algo positivo y al final se ha unido al carro. Y no ha sido por un plato de lentejas, como viene haciendo Ciudadanos, sino a cambio de algo muy deseado: la subida de las pensiones de forma importante.

Ciudadanos, que pensaba ser de nuevo el rey del mambo, el adalid de la estabilidad, ha vuelto a ser lo que es: la otra cara del PP, pero la misma moneda. El PNV le ha dejado compuesto y sin novia, al conseguir con cinco votos mucho más de lo que pretende obtener Ciudadanos. Total, su ayuda ha sido prácticamente gratis con seis veces más votos que el PNV.

Desde luego no es que el problema de las pensiones se haya solucionado, este hecho lo demuestra que las manifestaciones siguen en pie, y es que se ha puesto un parche pero no una solución final. Sin embargo, se ha solucionado parte del problema a corto plazo, aunque quede por solucionar lo más importante: la actualización con el IPC de todas las pensiones en el futuro, el aumento de las pensiones mínimas por encima de los mil euros, y su blindaje en la Constitución.

Sin embargo, es de reconocer que los cinco votos del PNV han valido mucho más que los treinta y dos de Ciudadanos. Claro que es lo previsto, mientras que los primeros tratan de vender a buen precio sus votos, los segundos los regalan, a cambio de figurar como instrumentos de una estabilidad que lo que pretende es perpetuar las políticas peperas, lo que demuestran uniéndose al PP en ralentizar y evitar cambios en las leyes del gobierno del PP, que tanto daño han producido en este país. Y eso que Rivera no se cansa de decir que el partido de M punto Rajoy es un partido mafioso y corrupto.

Y es que a Ciudadanos les importa un pito los pensionistas, es más, no les ha hecho ninguna gracia que nos suban la pensión, les ha quitado protagonismo, además provoca subida de impuestos y disminución de los planes de pensiones privados, algo que combaten sin tregua. Su apoyo viene del Ibex-35, y eso les define. Sus aliados, al igual que el PP, están en las grandes empresas y en las clases pudientes.

Hoy, las encuestas les favorecen, pero veremos si no es un globo que se pincha en este año que falta. Su inconsistencia ideológica, sus eslóganes publicitarios y poco más es todo su activo político. Lo de partido anticorrupción se puede echar por tierra cuando su apoyo al partido más corrupto es total.

Y, fíjense en cómo quiere hacer sus listas electorales. En Barcelona estudian fichar para la alcaldía a Manuel Valls, ya saben ese político socialista, que empezó con gran aceptación, para terminar, no se sabe dónde ideológicamente y perdido en las fosas de los políticos franceses fracasados. En Madrid, pretenden otro gran fichaje, se habla de Vargas Llosa, un gran escritor que también fracasó como político, siendo derrotado en su única contienda en su país de origen: Perú, por “ese gran político” llamado Fujimori.

Es lo que hay, actúan como si fueran un equipo de fútbol, tratan de fichar estrellas para compensar su falta de ideario. Por cierto, creo que Gorbachov, Berlusconi o Bush están libres, que prueben a nacionalizarlos para después colocarlos como candidatos en Valencia, Sevilla, Bilbao… Sin duda la falta de personal y de programa les hace buscar famosos, aunque sean personajes denostados, acabados o simplemente perdedores. Y es lo que yo llamaría la operación Lázaro. A lo mejor resucitan…

Y ¡ojo! que ya sabemos cuáles son los programas de televisión que tienen mayor audiencia. ¡Oh país!

Salud y República