18 enero 2019

Quo vadis, Errejón?


Uno, que ha seguido desde dentro, desde hace más de treinta años, las traiciones y cuchilladas dentro de IU, hoy vuelve a ver cómo en el partido amigo, Podemos, se vuelven a repetir las mismas formas que tratan, de manera directa o indirecta, de acabar con la organización.

Errejón, ¡así no! Todo el mundo tiene derecho a discrepar, a tener ideas distintas de las que tienen la mayoría de sus compañeros de partido. ¡Faltaría más! Lo que no se puede hacer es --después de haber perdido la batalla de Vistalegre, después de haber aceptado la posición del partido y presentarse a las primarias-- de forma brusca y sin consultar, ni tratar de convencer a la mayoría del partido, buscar una fórmula personalista que no está recogida en su organización y que se presuponía que podía romper el partido.

Y todo ello explicado con mentiras. Ha defendido que las siglas son una herramienta, y no seré yo quien diga que no. Ahora bien, lo que no es más importante que un partido, son sus militantes por muy listos que sean o se lo crean.

También ha tratado de justificar esta traición afirmando que se trata de ampliar la base de electores progresistas, cuando una persona inteligente –y Errejón lo es— sabía que su acción iba a provocar una crisis de dimensiones mayúsculas.

Qué decir de la forma. Esperar a que Pablo Iglesias esté de baja de paternidad –recordemos que dice que la chispa que ha encendido esta opción, ha sido los resultados en las elecciones andaluzas, y esto ha ocurrido hace un mes y medio— y contárselo al líder de la formación, cinco minutos antes de escribir el twit y hacerlo público, no parece sino una manera burda, inesperada, inmoral e injustificada. Se lucha desde dentro para conseguir lo que se quiere, y si no se puede obtener hay dos posibilidades, se acepta la posición de la mayoría o se marcha uno sin provocar tensiones o ruidos.


Seguramente fue un error abrir una vía de distensión al aceptar que Carmena, cuyo liderazgo nadie de la izquierda pone en duda, torciera el brazo a Podemos y le impusiera, como condición para repetir, ser quien confeccionara la lista de Más Madrid, olvidando que, Carmena no ha estado sola sino que para conseguir ese liderazgo ha necesitado el apoyo de concejales y de gente de otros partidos como Podemos, Equo o Izquierda Unida.

Errejón ha demostrado su hipocresía y su ‘trepismo’, anteponiendo –en contra de lo que él pretende hacernos creer— su ambición personal, sin importarle crear la crisis más importante de su partido y de la izquierda, cuyas consecuencias negativas pueden llegar a ser gravísimas.

De no volverse atrás, y parece muy improbable después del paso que ha dado y el daño que ya se ha hecho, Errejón competirá con otro partido (Más Madrid) contra Unidos Podemos en Madrid. ¡Qué tristeza!

Se vuelve a demostrar la capacidad destructiva de la izquierda progresista. De nuevo a sufrir, de nuevo al suelo. Eso sí, para levantarnos con más fuerza, para tratar de aceptar que hay que aprender, de una vez por todas, que por encima de los personalismos están las ideas. Mientras, es posible que sin tardar demasiado, quizá después de las elecciones de Mayo, Íñigo Errejón nos combata desde el PSOE. ¡Qué pereza y qué tristeza!

Salud y República

09 enero 2019

Teatro en la Triple A (Alianza Antidemocrática Andaluza)


Es curioso ver cómo un partido menor, el quinto del escenario andaluz, puede, con el fin de hacerse con el poder en Andalucía, alimentar e invitar al franquismo. Vox dirige el concierto, Ciudadanos sacó entrada pero no está en la sala y el PP escucha, con cierto deleite, este espectáculo vomitivo que nos quiere volver al nacional-socialismo.

Y es que están dispuestos a ganar a toda costa, cueste lo que cueste. Es verdad que Ciudadanos esconde, ahora, la cara. Aunque hay que recordar que nada más conocerse los datos electorales andaluces, hicieron cuentas con los 12 votos de Vox y así lo confirmaron ante la opinión pública, para después concertar la mesa del parlamento, desplazando a Adelante Andalucía para colocar a Vox, a pesar de tener un resultado inferior.

Qué decir del PP, a los que los chicos de Vox –qué, como todos sabemos, no es sino una sucursal extrema del PP— les tiene en una reunión en la que pretenden acordar algunos acuerdos de carácter estrafalario, inconstitucionales, todos apolillados y carcomidos, con olor a naftalina.

Para quien quiera leerse las diecinueve propuestas programáticas (ya promete un programa electoral que ocupa seis páginas), puede entrar en este enlace:  http://cadenaser00.epimg.net/descargables/2019/01/08/d92914a2134ec57887c992ab2c2c6912.pdf?int=masinfo.

No voy a hablar de todas ellas, basta con que echemos un vistazo a algunas, para tener una opinión clara de lo que pretende este partido extremo.

Hay algunas que se las podría calificar de insólitas y si no fuera porque su repercusión puede traer consecuencias fatales, tendríamos que descojonarnos de un partido que pretende tales desmanes.

Un ejemplo claro, dicen, es la pretensión de que la presidenta de la Junta condene el discurso de odio que algunos políticos y medios de comunicación mantienen contra Vox. Pues eso, ahora cualquier sesión de investidura, de presentación de presupuestos, de mociones de censura, de control, etc. podría estar precedida de declaraciones que ‘repararan’ el daño hecho por declaraciones a algún partido, por otros partidos o medios de comunicación. Algo inédito, que trata de reprimir el derecho libre de expresión y provocar la censura.

Otra medida curiosa aunque peligrosa es la propuesta del cambio del Día de Andalucía. Llevándolo al 2 de enero, fecha en la que terminó la Reconquista en Granada. Imagínense qué bonito, qué histórico, qué patriótico. Qué dirían los países árabes, ¿o acaso no reaccionaríamos si se marcara el día de Gibraltar con la fecha de la destrucción de la Armada Invencible? Por otro lado, tratan de vaciar y terminar con la Comunidad Autónoma Andaluza, puesto que hoy el día de Andalucía, el 28 de febrero, es cuando se inició el proceso autonómico con las primeras elecciones.

Las medidas más retrógradas, regresivas y reaccionarias (no son conservadoras, van más lejos, su fin no es conservar sino dar marcha atrás) son las que tratan de derechos de las personas. Empiezan con los inmigrantes, a los que quieren echar de un plumazo por ser ilegales y con especial énfasis a los que proceden de países islámicos, por los que parece que les tienen tanto amor como el que demostró Hitler por los judíos.

También quieren desproteger a cuerpos sociales que tienen una debilidad histórica, demostrada con datos, y se quieren cargar: La ley de violencia de género, la ley de defensa del colectivo LGTBI, la ley de igualdad de género, o la ley de la Memoria Histórica. Eso sí, promoviendo leyes que defiendan la caza y la tauromaquia, para compensar… Muy toreros, pero machistas, homófobos y xenófobos.

Aunque hay más propuestas burdas, basta que las lean, no quiero dejar de señalar la que, dentro de la enseñanza, defiende la educación diferenciada por sexos (niños: azul, y niñas: rosa), ya saben, como la que ha anunciado la ministra de Bolsonaro.

En fin, hay otras burdas propuestas que nos hacen retraernos a tiempos lamentables que creíamos superados. Vuelve la carcoma, lo rancio. La amenaza a la democracia ha llegado, mientras, las otras derechas a lo suyo, unos disimulando y otros tratando de igualarlos. Eso sí, ya verán como, con las excusas oportunas, llegarán al pacto. La AAA ha llegado, pretende quedarse. Tengámoslo en cuenta y colaboremos para evitar que en Mayo sea su alternativa definitiva.

Salud y República  

05 enero 2019

Las mujeres: objeto de pacto en Andalucía


Estos fascistas de Vox, con los importantes resultados en Andalucía, andan crecidos y quitándose la careta por tiempos. El primer golpe en la mesa lo han dado al querer derogar la ley de Violencia de Género, un pacto apoyado por todos los partidos políticos.

Y es que se les ve el plumero, esperemos que no consigan lo que pretenden. Ciudadanos no quiere ni hablar de ello –aunque habría que saber lo que pactaron con Vox para tener un puesto en la mesa del Congreso andaluz--, y el PP ya está dando muestras de que esta ley le importa menos que el gobierno de Andalucía. Así, manifestaciones de Casado, de Teo García Ojea o de dos mujeres de la cúspide del PP, como Isabel Díaz Ayuso o Andrea Levy son cesiones claras y en consonancia con las razones que da Vox.

El PP ya no habla de Violencia de Género, ahora la llama Violencia Doméstica, mientras que Vox la llama Violencia Intrafamiliar. Se trata de no hablar de género para que no se piense en las mujeres. Ahora resulta que para estos partidos las agresiones no se dirigen a las mujeres, sino a todos los miembros de la familia. Clara intencionalidad en contra de las mujeres que son las que sufren violencia y son asesinadas mayoritariamente. Por cierto, que olvidan que muchos casos se producen fuera de lo que ellos llaman familia –la familia nuclear--, puesto que también se asesina a mujeres por el hecho de serlo fuera del ámbito familiar.

O sea, la debilidad que empieza a mostrar el PP obedece claramente a obtener los votos de Vox para su candidato Juanma Moreno, en la sesión de investidura. Les importa un pito las mujeres cuando se trata de obtener poder real en las instituciones, a cualquier precio. En definitiva, es lo que han venido haciendo desde siempre.



A las pruebas me remito. Anteriormente he mencionado las declaraciones de dos mujeres peperas que están en la dirección nacional. Una de ellas, la secretaria de comunicación, Isabel Díaz Ayuso, ha dicho, sin despeinarse:

"Nosotras muchas veces nos sentimos inmersas en ese discurso feminista que politiza todo y que lo hace todo irrespirable, que al final en los juzgados crea, muchas veces, indefensión hacia los hombres, a mi juicio, de una manera que clama al cielo"

Mientras que Andrea Levy, otra vicesecretaria del PP, tampoco se ha cortado:

“En el caso de las víctimas no miramos el sexo”. “En determinados crímenes hay hombres que están indefensos”.

En fin, de nuevo vuelve el blanco y negro, el NODO, el siglo XX. Vox, ese partido que es una extinción del PP, Y es que estas dos dirigentes peperas son mujeres machistas, que también las hay, por desgracia.

Esta puede ser la primera cesión, fagocitar a las mujeres en un acuerdo como si todos los miembros de la familia tuvieran las mismas expectativas de agresión, y como si los hombres no fueran mayoritariamente los agresores y las mujeres las víctimas.

Este es el primer punto que Vox quiere cambiar, veremos si lo consigue. El PP ya ha cedido en gran parte. ¿Cuáles serán las siguientes reivindicaciones que pretenderán hacer realidad los voxistas?: ¿La eliminación de las CC.AA. por una España Una, Grande y Libre?, ¿Salirnos de Europa o colonizarla?, ¿Hacernos cantar el himno español, al despertarnos?, ¿Entrar en guerra con el Reino Unido por Gibraltar? ¿Otorgarle la nacionalidad a Colón y nombrarle ministro plenipotenciaro del Imperio? ¿Nombrar como directores de las escuelas públicas a sacerdotes católicos? ¿Castigar con el paredón a la mujer que aborten por asesinas de género?

Ceder ante la Ley de Género puede ser la entrada a unas políticas de Vox de las que el PP tampoco está tan lejos. La única solución es combatirlas con la ley y con nuestros votos. No queda otra.

Salud y República

P.D. Hoy cuatro de enero, ya hay una mujer asesinada y otras dos manadas han violado a dos jóvenes. Vox lo tiene claro y como diría Aznar: Donde hay armas de destrucción masiva, siempre puede haber daños colaterales.