El filósofo-médico

Dráuzio Varella es un oncólogo brasileño reconocido mundialmente por sus tratamientos terapéuticos. Además es un escritor notable y un gran comunicador. Sin embargo, siendo esto importante, me ha parecido más lo que Varella tiene de filósofo. Su obsesión por la medicina preventiva le ha llevado a dictar estos siete consejos para no enfermar y trabaja para inculcárselo a sus pacientes:

Hable de sus sentimientos. No se calle, cuente lo que siente. La palabra es una excelente terapia

Tome decisiones. Si se equivoca ya rectificará. Tire para adelante, no sea indeciso. Las personas indecisas son víctimas de enfermedades nerviosas, gástricas y de piel.

Busque soluciones. No sea negativo. Mejor es encender una cerilla que lamentar la oscuridad. El pensamiento negativo genera energía negativa que acaba en enfermedad.

No viva de apariencias. Las apariencias también engañan a uno mismo. Una estatua de bronce con pies de barro puede caer en cualquier momento.

Acéptese. La autoestima es la mejor medicina. Ser uno mismo es el núcleo de una vida saludable.

Tenga confianza. Quien no confía no crea relaciones estables verdaderas, no ahonda en la amistad. La desconfianza denota falta de fe en sí mismo.

No viva siempre triste. El buen humor, la risa, la alegría ayudan a estar saludables.

Y para terminar está la frase más famosa del doctor Varella. Un diagnóstico acertado:

"En el mundo actual se está invirtiendo cinco veces más en medicamentos para la virilidad masculina y silicona para mujeres, que en la cura del Alzheimer.

De aquí en algunos años, tendremos viejas de tetas grandes y viejos con el pene duro, pero ninguno de ellos se acordará para que sirven".

Salud y República