18 abril 2008

Rosario dinamitera: Nuestra memoria histórica

Ayer, a los ochenta y ocho años, ha muerto Rosario Sánchez Mora. En marzo del año pasado le escribí un artículo en la revista Zarabanda. Aquí lo transcribo como homenaje a esta gran mujer. Hoy que tanto se está denostando, desde medios de comunicación y políticos de la derechona a la mujer, entiendo perfectamente el porqué, cuando repaso la vida de esta entrañable, valiente y a la vez aguerrida mujer, capaz de enfrentarse con autoritarismo y la subversión por defender los valores democráticos y republicanos.

“Rosario, dinamitera, / sobre tu mano bonita / celaba la dinamita / sus atributos de fiera /…/Era tu mano derecha, / capaz de fundir leones / la flor de las municiones / y el anhelo de la mecha / …” Miguel Hernández.

Rosario Sánchez Mora nacida en Villarejo de Salvanés en 1919 fue una de las anónimas heroínas de la guerra civil. Su padre fue presidente de Izquierda Republicana y de él obtuvo Rosario esa fuerza y talante para el combate y la acción política. Él hubiera preferido que estudiara para maestra o comadrona, sin embargo por las circunstancias y la carencia de medios económicos tuvo que acceder a que estudiara Corte y Confección. En 1935 se trasladó a Madrid, a casa de unos antiguos vecinos a cuidar a sus hijos. Allí la sorprendió la contienda.

El primer día de la guerra, el 18 de julio 1936, Rosario decidió tomar parte activa en la misma y se alistó. Le tocó formar parte de una unidad de choque (mandada por un joven de veintiséis años llamado Valentín y conocido como “El Campesino”), que más tarde se convertiría en el famoso Quinto Regimiento. Esta unidad, se instaló en el frente de Somosierra. Allí, en primera línea de fuego, como un miliciano más, aprendió a disparar y a defenderse. Al final consiguieron frenar el avance de los rebeldes y Rosario fue, tras quince días, destinada a la sección de dinamiteros.

Cerca de Buitrago, donde el grupo de dinamiteros que disponía de un pequeño polvorín fabricaba artefactos caseros –con botes de leche condensada rellenos de metralla: clavos, cristales, cantos y dinamita— tuvo el accidente que le arrancó su mano derecha.

Fue hospitalizada y allí, ansioso por conocer la historia de esta muchacha, acudió Ortega y Gasset quien había oído hablar de una mujer especial, valiente, decidida y con un deseo irrefrenable de defender la República. Fue el filósofo quien avisó a sus padres. Andrés Sánchez, al conocer la noticia dijo: “Lo siento mucho, siento muchísimo que mi hija mayor haya perdido una mano, pero les aseguro que si mis otros cinco hijos perdieran la suya por la misma causa, estaría orgullosos de ellos”.

Una vez repuesta, quiso volver al frente. Sin embargo, debido a su minusvalía la destinaron, a su pesar, al Comité de Agitación y Propaganda, en el convento de las clarisas de Alcalá de Henares. De allí se trasladó a un chalé de la calle O’Donnell de Madrid. Allí conoció y se hizo amiga de muchos compañeros republicanos, entre ellos algunos poetas conocidos: Antonio Aparicio, Vicente Aleixandre y Miguel Hernández. Este último le llevó un poema que había compuesto al conocer las hazañas de la joven en el frente –publicado en Vientos del Pueblo— de donde le viene el sobrenombre de Rosario dinamitera.

En el chalé de O’Donnell conoció a Francisco Burcet, con quien se casó, después de pasar otra temporada en el frente, ahora en Brunete, como cartera. Más tarde, su marido partió para Teruel, desde donde se carteó con su esposa, mientras ésta había comenzado a trabajar en la oficina de guerra que había instalado La Pasionaria. A finales de 1938 dejó de recibir cartas de su esposo, del que no habría de saber nada hasta quince años después.

Unos meses más tarde acabó la guerra con la victoria de los rebeldes. Para ella, como para la mayoría de los vencidos, comenzó la posguerra. Fue apresada junto a su padre, a quien fusilaron. Rosario fue condenada por adhesión a la rebelión. --tremenda paradoja— a treinta años de cárcel. Primero fue a la prisión de Ventas, donde pudo desde cerca vivir el drama de Las Trece Rosas. Luego, Durango, Orúe y Saturrarán, aquí fue liberada debido a uno de esos beneficios obligados para aliviar las prisiones de exceso de cautivos. Desterrada en Samprón, regresó a Madrid de forma ilegal con el fin de recuperar a su hija. Allí se reencontró también con su madre. Después se enteró que su marido estaba vivo, en Asturias. Ella, con la anulación de los matrimonios civiles de la República por parte del régimen de Franco, se había quedado como madre soltera. Se marchó a buscar a Paco sin conseguir su objetivo.

Se volvió a casar, tuvo otra hija, y a los dos años se separó. Para sobrevivir empezó a vender tabaco de contrabando en la plaza de Cibeles. Allí, en 1953 apareció Paco, su marido. Demasiado tiempo para volver a empezar.

Hoy, con ochenta y seis años se ha convertido, gracias al libro escrito por Carlos Fonseca, en un mito más de la libertad de esa guerra y posguerra cuya memoria no quieren que recuperemos desde la costa de los vencedores.

Por tu sufrimiento en la lucha por defender la libertad y tratar de insuflar los valores democráticos a las generaciones posteriores, gracias Rosario.

Un recuerdo imborrable y un pésame sincero para su familia.

Salud y República

8 comentarios:

SaiZa dijo...

Hola Rafa, veo que hoy empezamos los dos con la misma triste noticia, me pillaba por sorpresa al leer un comentario de la amiga Eva.
El sabado cargada con su libro esperaba encontrarla en el homenaje y que me dedicara su magnifica historia y mira por donde hoy le decimos adiós.

Estará siempre en nuestra memoria. Un beso

Martine dijo...

Buenos dias Rafa,

Una vez más no he podido contener mi emoción al leer este sentido homenaje que le rindes a Rosario, ya lo hicíste en vida con este magnífico artículo, y ahora recordarla a la hora de su muerte... junto a tantos nombres conocidos y anónimos, tengo un recuerdo muy especial para tu madre Rafa...
Y declarar mi profunda admiración para todos los hombres y mujeres que sufrieron, lucharon y murieron en defensa de la libertad...


Un beso muy emocionado y cariñoso Rafa

m.eugènia creus-piqué dijo...

Rafa, hemos hecho el mismo post, el mío más pequeñito que el tuyo.Adios a esta gran mujer que creyó en un futuro mejor.


Petonets.

Antonio Rodriguez dijo...

Rafa
Que pena que la ejemplar vida de personas como Rosario, hayan tenido que estar durante tanto tiempo sin su reconocimiento y que al final haya habido grupos como el P.P. que han intentado por todos los medios que siguieran en la catacunbas de la historia.
Hoy más que otros dias:
Salud, REpública y Socialismo

desahogandome dijo...

Casualmente esta semana la vi en un documental del canal Historia, creo que sobre la batalla del Jarama. Su vida fue una prueba evidente de lo absurdo de las discriminaciones que ha sufrido la mujer y que aún sufre. Era un ejemplo.

Que descansé en paz.

un saludo.

Anónimo dijo...

Gran homenaje Rafa

Blanca dijo...

Hermoso homenaje a una de las grandes mujeres que la izquierda ha dado a este país nuestro, tan sufrido.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Le dejo, Rafa, la crónica de unos humildes estudiantes de periodismo que tienen un blog "Sin Futuro y Sin Un Duro". Asistimos a la manifestación por la III República de Madrid el sábado 19 y recogimos en video el manifiesto leído por Paca Gabaldón y el sentido homenaje a Rosario la dinamitera, con la lectura del poema de Miguel Hernández por Ana Gómez.

He aquí la crónica con los videos.
Manifestación por la III República en Madrid