03 abril 2008

A buena horas, mangas verdes

Ahora resulta que se va a investigar a empresas y patronales de la industria alimentaria por un supuesto acuerdo para subir los precios. Ahora, o sea, seis meses llevamos chupándonos unas subidas de aúpa y se reacciona, naturalmente, después de las elecciones. A buena horas, mangas verdes.

La Comisión Nacional de la Competencia ha decidido abrir expediente a diversas empresas por indicios de acuerdos de subida de precios que no respetan la libre competencia.

Existen experiencias anteriores, desde luego bastante desalentadoras. Primero, se empieza a actuar meses después de que ocurra; segundo, los expedientes tardan más de un año en cerrarse y por último, suponiendo que se encuentre intencionalidad, las empresas pueden recurrir al Tribunal Supremo. Con lo cual la cosa está clara, a lo mejor a las empresas o a las patronales correspondientes, se les impone una multa a los cuatro años. La multa es muy inferior al ingreso extra que se supone que han tenido por esa subida acordada y además no repercute en los consumidores. O sea que lo pagamos pero se lo llevan entre las empresas y el Estado, en caso de que haya multa y se cobre. Pues vaya negocio.

Esto que parece el pan nuestro de cada día, que no es sino fruto de la imposible utopía de la competencia perfecta, ocurre porque estamos en un mercado oligárquico y, claro, entre pocos se ponen de acuerdo rápidamente. En un mundo globalizado, donde más que nunca el pez gordo se come al chico no es posible un mercado de libre concurrencia. En cada sector o rama quedan sólo las más fuertes, cada vez menos y con gran poder. La concentración es imparable a pesar de que nos vengan con cantos de sirena con aquello del libre mercado. ¡Y una leche!

Señores del gobierno, no nos tomen el pelo, no hay libertad de mercado, por lo tanto los precios no están en función de la oferta y la demanda, sino de la voluntad más o menos codiciosa de las grandes multinacionales y de los acuerdos entre ellas. Lo demás es querer engañarnos. De ahí vienen esos abismales beneficios de las grandes empresas que hacen y deshacen a su antojo por mucho que el Solbes de turno nos quiera hablar de entelequias y mundos celestiales.

La cuestión, Sr. Zapatero y cía. tiene remedio --con mayor motivo ustedes que dicen ser socialistas-- y no quieran jugar a los sorprendidos. Basta con controlar e intervenir en los precios. Lo que pasa que ustedes están haciendo una política económica neoliberal.

Miren ustedes, si alguna empresa quiere subir precios, que lo haga hasta un porcentaje de la inflación prevista anual, por ejemplo el 75%, si sube más de ese porcentaje en un año ha de tener la autorización de la entidad oficial pertinente, y ésta autorizarla sólo en casos excepcionales y en un plazo razonable de tiempo. Esa es una solución. Quizá haya otras, lo que no es solución es dejar que hagan lo que quieran, luego si acaso intentar multarlas y que los mismos de siempre, en este caso los consumidores, paguemos el pato sin tener derecho a ninguna retroactividad.

Y si no lo hacen por los ciudadanos, que ya vemos que no, háganlo por la inflación, pues les van a estar reprochando por doquier que es cada vez más alta y llevarán razón.

Salud y República

6 comentarios:

Anónimo dijo...

"¡Y una leche!", ha dicho usted. Recién llegada de Berlín lo primero que me escandalizó fue comprobar el precio de la leche en el súper de la esquina: ¿99 céntimos de euro un solo cartón? Pero si en Alemania, no vale más de 63 céntimos de euro...

Los germanos le hubieran montado un bonito pollo al gobierno de turno de producirse la misma subida de precios de estos pagos... Sencillamente, me pareció una estafa. (Y eso, que allí los sueldos, y el nivel de vida en general, son más altos...)

Por otra parte, tengo entendido (si no ando confundida) que durante el franquismo rigió para determinados productos una política de regularización de precios, de modo que aquel que se pasaba de listo, enseguida era multado... A lo mejor...

desahogandome dijo...

La Comisión Nacional de la Competencia ha decidido abrir expediente a diversas empresas ...

A mí me suena a "La Asamble de Majaras ha decidido..."...

Si baja el precio de la leche y/o sus deribados, o el ipc en su defecto, dejaré de creer en Asambleas de Majaras.

Un abrazo

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
m.eugènia creus-piqué dijo...

Y como siempre Rafa, a pagar los mismos y a la chita callando.

Gracchus Babeuf dijo...

Querido amigo, propones un sistema de intervención de precios. Una política económica socialista. Y para ello, tendrá que ganar las elecciones un partido socialista. Y en las próximas décadas, no es previsible.

Luna Carmesi dijo...

Estoy con txantxangorri:

'La asamblea de majaras se ha reunido...'
'La asamblea de majaras ha decidido...'


;-)
Buen fin de semana para todas y todos.