07 abril 2008

De las necesidades, virtud

Ahora resulta que al PSOE le da igual que Zapatero salga en primero o en segunda votación. ¡Hay que ver como cambian las cosas! Pues sí, basta consultar las hemerotecas desde el nueve de marzo hasta el dos de abril y leer cómo se idealizaba la conveniencia de pactos para obtener la presidencia en la primera votación. Eso ya no vale. Se ve que hoy no es ayer y da lo mismo.

El señor Zapatero saldrá mañana presidente del gobierno en la segunda votación del debate de investidura y será así porque ha fracasado la posibilidad de pactar con los grupos que podía hacerlo. Fundamentalmente, después de las elecciones, eran CiU y PNV con los que se pretendía hacer la mayoría absoluta. En el caso del PNV, la cuestión de ANV en Mondragón ha justificado su alejamiento. Sin embargo, con CiU que era la formación favorita, no se ha podido o sabido pactar. Otras soluciones más difíciles pero que hubieran demostrado un giro a la izquierda, ni siquiera se han intentado (ERC, NB, IU/ICV, BNG).

No vengan ustedes con cuentos. No es lo mismo. Salir en la primera votación significa que la mayoría absoluta de la cámara apoya a Zapatero. Hacerlo en la segunda, siendo tan legal como la primera, sería ganar la apuesta con una mayoría amplia pero minoritaria y con el apoyo solamente del propio grupo parlamentario.

Aquí el que no se conforma es porque no quiere. Y claro lo más bonito es buscar justificaciones para explicar lo que se va a hacer cuando no se ha podido hacer lo que se quería: pactar para salir en primera votación. Ahora lo bueno es la “independencia” en relación con los grupos nacionalistas. Y eso, es hacer virtud de la necesidad.

En la soledad del PSOE, creo que tiene mucho que ver la recuperación de Bono como hombre fuerte (para empezar su rechazo, fuera de su partido, ya provocó que fuera el primer presidente del parlamento español que ha salido en segunda votación). Hay quien dice que ha sido una jugada inteligente, maquiavélicamente efectuada por Zapatero, la de poner a Bono –recordemos que fue el último oponente dentro del PSOE a Zapatero— cerca para poder controlarlo. Sin embargo, entiendo que lo que es un peligro, para los nacionalismos y para la izquierda, es que Bono esté, cerca o lejos, dentro de la vida política decisoria de este país.

El electorado del PSOE cubre un espectro muy amplio desde el centro hasta la izquierda radical. Los militantes incluso van más allá, como es el caso de Bono, quien desde luego ni por su rechazo a la estructura autonómica del Estado, ni por sus veleidades militaristas, ni por su amor desmedido a la monarquía, ni por su fervoroso apoyo a las instituciones religiosas, ni por su rechazo a la izquierda del PSOE --a los que despectivamente nos llama “los comunistas”--, demuestra su pertenencia a un partido progresista. Habría personajes en el PP que ideológicamente serían intercambiables con Bono y no pasaría nada. ¿No será que se busca pactar con el PP, las pomposamente llamadas “cuestiones de Estado”, por ejemplo la política antiterrorista, la política autonómica, la política exterior, la Judicatura, sin contar con los grupos minoritarios como ya se hizo con la Ley de Partidos?

Para ese fin, D. José Bono, el histriónico, podría ser un fiel aliado, pues de una cosa puede estar seguro y es que en muchas cuestiones es equidistante si no favorable a las tesis del PP. Ahora queda pensar que si ese es el camino qué pasará con: las relaciones con la Iglesia, la ley del aborto, la redistribución de la renta, las políticas sociales. Porque una cosa está clara, si el PP acuerda en los temas de Estado, también va a querer contener, si no consensuar, otros temas.

Si ese fuera el camino, y parece que hay un interés desmesurado por pactar con el PP, con el fin de evitar otra legislatura turbulenta (Alonso y Sáez de Santamaría ya se han reunido) habría que convenir que a estos cuatro años de crispación podrían sucederle cuatro de oposición pastelera, donde estando los dos grupos parlamentarios mayores de acuerdo en temas importantes, los pequeños quedarían desplazados y no harían sino oponerse, saliendo a relucir aquello de que “representamos el 93% del parlamento”, bien digo del parlamento, de los votantes el 84%, sin contar lo que puede significar el desprecio a las minorías.

En fin, parece no existir el término medio, o continuamos con una legislatura crispada o nos espera una de grandes acuerdos, donde la gran oposición podría conseguir conquistas y cesiones importantes a cambio de una confrontación controlada. El PSOE parece estar dispuesto a pagar el precio para que el PP no vuelva a las andadas y hace de ello una necesidad, haciendo de ésta una irrefutable virtud.

Salud y República

8 comentarios:

Anónimo dijo...

En la segunda votación los demas grupos podrían votar en contra para que la investidura no salga aceptada y así, se convoquen elecciones de nuevo para que la gente se de cuenta de la "democracia" que tenemos.

Salud y República

desahogandome dijo...

En este caso disiento. Bueno, no es que disienta es que no tengo datos bastantes (si lees prensa variada te das cuenta enseguida de lo desinformados que realmente estamos).

Honestamente no sé cual es el motivo por el que ZP no vaya a cosechar más Síes.

Ahora bien, visto como funciona el cotarro, en arás de no "tensar" tal vez prefieran salir del debate, embestidos y sin que se les pueda acusar, de momento, de haber vendido nada.

Pero tampoco sé si eso es así.

Un saludo

Anónimo dijo...

¡Qué miedo da una legislatura llena de 'cuestiones de Estado que hay que resolver por consenso'! En este país la palabra consenso es sinónimo de exclusión de las minorías.
Y Z encantado con su soledad.

m.eugènia creus-piqué dijo...

Que poco entiendo de política, de tejes y manejes pero voy aprendiendo leyendote, porque a parte de que Bono es un majadero, de lo demás no tenía ni idea de como funciona esto.

Angel Adanero dijo...

Pues por lo que he oído hasta ahora del debate de investidura Zapatero parece que le tiende la mano "amistosamente" al PP y se empieza a olvidar de los grupos minoritarios y de proponer una política de izquierdas real. Solo crisis, crisis y más crisis económica y de los temas que citas como las relaciones con la Iglesia, la ley del aborto, la redistribución de la renta, las políticas sociales, nada de nada. ¡Y encima oigo a un comentarista político que dice que Zapatero a bajado a la realidad! ¡Coñe! ¿Qué realidad?

Un saludo.

RGAlmazán dijo...

Acabo de oir a Zapatero y desde luego me reafirmo en lo dicho. Ni un guiño a la izquierda, olvídense de la ley de aborto, ni un guiño a los nacionalistas, peloteo al PP. Por ejemplo parece que no hay problemas de agua en Barcelona. En fin, este parece el camino.
Me da que vamos a tener una legislatura conservadora. Pues aquí estaremos, compañero.

Salud y República

Anónimo dijo...

Con los resultados electorales que hay resulta difícil recabar apoyos de izquierda, hay que reconocer que ERC salió rana la pasada legislatura y IU está ahora mismo bastante inestable, no se sabe cuanto durará Llamazares a la cabeza e incluso Rosa Aguilar reconoce haber votado al PSOE para el senado.
http://www.elpais.com/articulo/andalucia/Rosa/Aguilar/revela/voto/senadora/PSOE/marzo/elpepuespand/20080408elpand_5/Tes

Antonio Rodriguez dijo...

Amigo Rafa a mi me parece que esta legislatura va ha estar mas “centrada”, ya que el PSOE no necesita a lo que queda de la izquierda para sacar adelante proyectos, por lo que lo normal es vaya negociando con CIU y PNV la mayor parte de los temas, y tratará además de consensuar lo más posible con el P.P. en los grandes temas.
Y es que la realidad parlamentaria es la que es. Ya me conformaría yo con que siga sacando adelante políticas sociales y no cargue la salida de la crisis a los hombros de trabajadores y jubilados.
Salud, República y Socialismo.