Finalmente, después de trajines parlamentarios, de controversias sociales y de rebajas sustanciales, la ley de la Memoria Histórica ha sido aprobada ayer. A muchos nos hubiera gustado que hubiera ido más allá, sobre todo en la anulación de los juicios franquistas. Sin embargo, no ha podido ser así, no estaba de acuerdo el principal partido que la aprueba, el PSOE, y por lo tanto la ley corría el peligro de volverse a enterrar y quién sabe durante cuánto tiempo.
Entiendo perfectamente que el PP haya votado en contra, su herencia y coherencia franquista no le permitía hacer otra cosa. Lamento, sin embargo, enormemente que un partido de izquierdas como Izquierda Republicana no haya votado a favor por considerarla insuficiente. Cualquiera puede pensar qué hubiera ocurrido si se hubiera insistido en conseguir todo lo que se deseaba.
Hoy podemos darnos por satisfecho, la memoria de las víctimas del bando republicano, o sea del lado democrático y constitucional, que sufrieron represión, en mayor o menor medida, ha visto reconocida su dignidad. Y en los casos que proceda, la ley abre las puertas para conseguir la nulidad individual de la sentencia franquista.
Como quiera que últimamente hay una predisposición por parte de ciertos poderes autonómicos y municipales a la objeción a las leyes parlamentarias (Espe-rancia es un ejemplo claro, aunque no el único), entiendo que todos los que estamos a favor de esta ley debemos intentar ser garantes del cumplimiento de la misma.
Por un lado, el gobierno debe dotar las partidas correspondientes en el presupuesto y por otro hemos de denunciar los obstáculos que alguien interesadamente pueda poner para que se retrase o se incumpla la ley.
Por mi parte, estoy esperando que se publique la ley para recordar su cumplimiento y urgir a que se anulen los símbolos, placas y honores franquistas que conozco, enviando un escrito al ente correspondiente y mandando copia al Foro para la Memoria Histórica y al gobierno civil correspondiente.
Esta ley no es la ley del olvido, es la ley de la restitución de la dignidad. Lo que pasó es irreversible pero al menos se ha producido un acto de justicia hacia quienes sufrieron las consecuencias terribles de un levantamiento militar. Hoy tengo recuerdos precisos de mi gente, de su historia y de su represión y aunque llega tarde, estoy seguro de que para ellos, si vivieran, sería un gran día. Desde hoy este país es un poco más justo.
Salud y República
9 comentarios:
Hola, Rafa.
Soy Arturo Peinado, de la Fed.Estatal de Foros por la Memoria. Tenemos un modelo en word de propuesta municipal para retirar simbología franquista; dentro de poco pondremos en circulación una actualización, haciendo referencia a la Ley, para que la usen los grupos municipales y los ciudadanos se la puedan enviar a sus representantes.
Saludos
Amigo Arturo espero a que tengáis la actualización para poder darla a conocer y utilizarla. Haré una entrada al respecto invitando a los visitantes de este blog a que, si lo desean, puedan presionar para que se retire la simbología franquista, a partir del momento en que se publique la ley.
Gracias por haber ayudado a hacer posible esta imperfecta pero necesaria ley.
Salud y República
La aprobación es ya en si misma una gran victoria de la dignidad de todos los represaliados por defender la legalidad republicana.
Desgraciadamente su aplicación no va ser un camino de rosas, ya que, como tu bien dices, el PP va a poner todas las zancadillas que pueda en su desarrollo.
Pero al menos hoy es un día de alegria para la dignidad de los luchadores por la libertad, que tanto tiempo se ha hecho esperar.
Salud, República y Socialismo.
Felicidades a todos... sin duda hoy es un día para alegrarse y sonreír.
:))))))))))
Suscribo de la primera a la última letra de tu entrada. Yo también me congratulo. Lo que ciertos sectores han sacado de sus visceras demuestra hasta qué punto era necesario sacar este tema al debate.
Hasta que no quiten los más ostentosos símbolos del más ostentoso de todos los monumentos a los "caidos por dios y por España", no me creeré la puesta en práctica de la ley: las tumbas de Franco y José Antonio de Cuelgamuros y el enooooorme haz, flechas y aguiluchos que ilustra la fachada del mausoleo que se hizo construir el dictador con la sangre de los españoles que perdieron una guerra que no empezaron.
Ese día mi alegría será completa. Mientras ese día no llegue, me costará creerme del todo esa ley necesaria y justa.
Hay un país
que la guerra marcó sin piedad.
Ese país
de cenizas logró resurgir.
Años costó
su tributo a la guerra pagar.
Hoy consiguió
que se admire y respete su paz.
No, no conocí
el azote de aquella invasión.
Vivo feliz
en la tierra que aquél levantó.
Gracias le doy
al gran hombre que supo alejar
esa invasión
que la senda venía a cambiar.
Otros vendrán
que el camino no habrán de labrar.
Él lo labró,
a los otros les toca sembrar.
Otros vendrán,
el camino más limpio hallarán.
Deben seguir
por la senda que aquél nos marcó.
No han de ocultar,
hacia el hombre que trajo esta paz,
su admiración.
Y por favor pido siga esta paz
Al leerlo, me he acordado de tu post tan bello de Las Trece Rosas y de tu madre. Por ellas y por todos los que llevan tantos años esperando.
No me ha costado nada ponerme al día de tu blog: es un placer leerte.
Si te puedo echar una mano con el weblin, dame un toque al correo electrónico de mi blog o a la otra dirección.
Un abrazo,
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