Sí, están retirados,
pero ellos mismos dicen que un militar lo es hasta el final de su vida, por lo
tanto, siguen siendo militares en espíritu. Militares traidores a la
Constitución y mamporreros de un genocida como Franco.
No es
posible que todavía, a estas alturas, este país consienta que se alabe, ensalce
y enaltezca a uno de los mayores dictadores criminales del siglo pasado. Y sí,
sin embargo, lo consiente.
Y ahí
están. Una asociación franquista como la AME (Asociación de Militares
Españoles) no sólo campa por sus lares, además recibe dinero público para su
mantenimiento. Pero, ¿qué están esperando los gobiernos ‘democráticos’ que
hemos tenido para acabar con este tipo de asociaciones?
Así nos va.
Se reúnen casi 200 militares jubilados –otro signo de cobardía, puesto que si
lo hubieran hecho en ejercicio de su cargo, podrían haber sido acusados por
defender la dictadura y no respetar la ley de la Memoria Histórica--, socios de
esa asociación y lanzan un panfleto-manifiesto en el que ensalzan al genocida y
atacan a la izquierda que, según ellos, ha vilipendiado la ejemplar figura del
caudillo y quiere borrar la verdadera historia, justificando además la
necesidad de la guerra civil.
Pues sí, la
mayoría de estos militares han sido generales, coroneles y jefes del ejército.
Éste es el espíritu castrense de una parte importante de nuestro ejército. Y
todavía hay quien lo duda. Entre estos personajes franquistas figura el
Teniente General, Juan Enrique Aparicio, quien hasta hace dos años fue Mando
Personal del Ejército de Tierra.
Que esta
asociación (AME), ensalce y glorifique a Franco no es nuevo. Lo hace de ven en
cuando y sin embargo no sólo no está prohibida, sino que para mayor escarnio,
este mismo año a una pregunta parlamentaria, Rajoy reconoció que recibía una
ayuda de 5000 euros y que tenían unos terrenos cedidos donde desarrollaban sus
funciones, sin pagar un euro.
Otra de las
cuestiones que les duele, es que esta Izquierda política quiera exhumar el
cuerpo de su ídolo del Valle de los Caídos, que según ellos es un lugar de
reconciliación. Francamente, parece que se trata de una noticia propia del 28
de diciembre. ¡Y no!
Aunque
pueda parecer permisivo, un estado democrático debe permitir que haya personas
que defiendan lo indefendible, que incluso a un sistema democrático que les
permite la libertad de expresión –algo imposible en el régimen que ellos
añoran--, pero no es posible que en una Democracia permita que haya
asociaciones que defiendan a genocidas, que generen odio, que reinventen la
historia y que proclamen alabanzas a criminales y golpistas. Y menos que además
reciban subvenciones. ¡Basta ya! Muerden la mano que les da de comer y no pasa
nada.
Cuando se
castigan chistes sobre Carrero Blanco o se permiten calles como Millán Astray
y, sin embargo, se permite los honores y alabanzas a un genocida como Franco,
algo falla en nuestra democracia.
Asociaciones
como la AME, la Fundación Francisco Franco, la Asociación para la defensa del
Valle de los Caídos y otras franquistas no pueden tener cabida legal en un
Estado de Derecho. Propagar odio, defender el totalitarismo y el golpe de
Estado deben ser condenados por normativa legal. ¡Hay que ilegalizarlas! Y si
no, seguirán manchando e insultando nuestra Memoria Histórica, y riéndose de la
democracia, que además de permitírselo, les subvenciona. ¡Toma ya!
Salud y
República
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