No tienen
programa. Su película se podría llamar: “En busca del voto perdido”. Sin
embargo, sí que tienen una tendencia definida, que les está llevando a la
extrema derecha, aunque pretendan negarlo.
Y es que
hace un año habían votado a favor de exhumar el cadáver de Franco y sacarlo del
Valle de los Caídos, pero está visto que lo que les toca es llegar a lo más
alto emulando a Le Pen o Salvini, y no pararán hasta que lo consigan, o se
estrellen contra la realidad. Ya verán cómo seguirán caminando por el camino
del más rancio conservadurismo hasta hacer competencia a Vox. No sólo van donde
van, además cada día demuestran, sin reparo ni rubor, una incoherencia de
libro. Está claro que Rivera está dispuesto a conseguir competir en la misma
línea ideológica que su homónimo Primo de…
Ahí les
tienen en otro tema, el de Catalunya, pidiendo como locos otra vez el 155, más
de lo que exige el PP. Y todo por una frase del ínclito Torra, todo por la palabra
‘atacar’. Cuando entenderá la derecha que las palabras no son delito, estos se
cometen cuando se actúa de forma
ilegal. Claro que si son ellos los que insultan, machacan o denigran a los
demás, entonces se acuerdan de que las palabras no están penadas por ley.
Y por qué
no recordar otra de sus ‘marcha-atrás’: como atacaron en el Congreso la prisión
permanente revisable, y como tres semanas después votaban en contra. Siempre
conduciendo hacia la derecha.
En algo
llevan razón, cuando dicen: ‘Somos el partido del cambio’, y efectivamente lo único
que hacen es cambiar (de opinión).
¿Hasta
dónde llegarán estos muchachos tan modernos, tan estilosos, tan sacados de un
casting de belleza decimonónica? Parece que no tienen límite. Espero que en
algún momento se estrellen y se desintegren, antes de que consigan su propósito
de hacerse con una parte importante del pastel electoral que represente la
ultraderecha.
¡Qué
tiempos aquellos en los que Ciudadanos se hacía pasar por un partido
socialdemócrata, o cuando pretendía gobernar junto al PSOE! Para que luego
digan que la culpa fue de Unidos Podemos, que fue la única fuerza que sabía lo que
escondía Ciudadanos, a pesar de las apariencias en aquel momento.
Hoy, lo han
vuelto a demostrar. Se abstendrán cuando el decreto-ley de la exhumación del
caudillo genocida pase por las Cortes. Pero esa abstención, estoy convencido de
que se debe a guardar las formas, por lo que no se atreven a votar en contra.
Sin embargo, la cuestión está clara, son lo que son y se quieren parecer tanto
al PP que, en su afán por imitarlo, lo pasan por la derecha.
Con una
excusa de forma, Albert se ha quitado la careta. Y por mucho que diga, se le
está viendo el plumero. Un plumero donde, además del rojo y el amarillo, se
observa volar un águila juvenil y de aspecto joseantoniano. Al fin y al cabo,
hace honor a su apellido.
Salud y
República
1 comentario:
Lo del cambio es muy socorrido. Porque no dicen si piensan cambiar a peor.
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