Sr. Rivera,
le escribo con extraña preocupación porque creo que está usted miope perdido y
no se da cuenta. Su sentido de la vida le hace observar la realidad con un
daltonismo de primera magnitud. Sólo ve una España en blanco y negro.
Según ha
manifestado, usted sólo ve españoles. Así, sin más. Hombre, matice usted que la
vida no es monocolor y, por fortuna, a pesar de usted y su partido, España es
variopinta y estamos en el siglo XXI.
No seré yo
quien no vea españoles. Pero hay matices que usted desprecia, porque sólo le
interesa una cosa, sacar partido de ese patrioterismo que le está subiendo a
los altares y que está despojando al Partido Popular de la que era su condición
más excelsa: El chovinismo español.
En fin, no
seré yo quien le diga lo que tiene usted que ver. Su daltonismo joseantoniano
es muy suyo y parece que cada día más profundo. Ahora bien, déjeme que le diga
cómo lo veo yo.
Usted va y
nos dice que no distingue entre rojos y azules. Y no me extraña, puesto que usted
y su partido son un claro ejemplo: hace cuatro años eran socialdemócratas y
ahora están adelantando a sus amigos peperos por la derecha. Del rojo al azul,
sin ningún pudor. Eso sí, vestidos de naranja.
Tampoco es
capaz de distinguir entre jóvenes y viejos, aunque yo creo que la única
igualdad que hay entre ellos es la miseria a las que quiere conducirles usted y
el PP. Una precariedad y salario mísero para los jóvenes, y una pensión mínima
y cada vez más devaluada para los viejos.
Y no ve
entre creyentes y agnósticos. Pues qué quiere que le diga, yo sí. Veo a unos
ciudadanos, los creyentes, a los que los agnósticos y ateos les pagamos su
religión (11.000 millones de euros, nada más), a pesar de que dicen que vivimos
en un estado aconfesional.
Tampoco
observa la diferencia entre empresarios y trabajadores. Lo que clama al cielo.
Se ve que no mira usted la nómina de ambos. Esos empresarios que apenas pagan
impuestos en sus empresas y les da para subvencionar a su partido –me refiero a
algunos del IBEX--, cobran sueldos millonarios, mientras que los trabajadores,
que no están en paro, tienen un salario medio de 1.000 euros y una inseguridad
máxima dada por una precariedad que usted comparte. Por cierto, D. Albert, yo,
humildemente, estoy mucho más cerca de un trabajador de México, Filipinas o
Grecia que de esos banqueros multimillonarios españoles con los que usted
quiere igualarme.
Por último
le diré que, de este país españolísimo según usted, le guste o no, hay 2,5
millones de ciudadanos fuera de España y, por otro lado, conviven con nosotros
4,5 millones de extranjeros que no son ni se consideran españoles. O sea, Sr.
Rivera, los matices son muy importantes.
Lo que
ocurre es que usted con su política patrioterista, de chovinismo exacerbado,
aprovechando el conflicto catalán, pretende ganar votos retorciendo los
sentimientos humanos más bajos e invistiéndose de un traje joseantoniano que le
lleva a pensar que España es una Unidad de destino en lo Universal.
Está usted
viviendo momentos de auge, aunque, jugando con estos valores patrioteros de
forma tan exagerada, se está colocándo en el extremo de la cuerda. Tenga
cuidado que no sería el primero que se cae.
Perdone que
le desilusione, por mucho que usted lo anuncie, la España diversa, esa que
usted tanto desprecia, es la real, aunque le joda. Si de verdad se siente
español –y no por conveniencia electoralista-- cáigase del caballo, déjese de
extremismos y vuelva a la España actual. Si no, siempre puede probar en el
túnel del tiempo y pedir que le transporten a 1936.
Salud y
República
2 comentarios:
A ver si te contesta... :)
Salud
Últimamente yo veo independentistas chulos hasta en la sopa... :(
Salud
Publicar un comentario