Llegó y destruyó. Ni el caballo de Atila. Pocas veces ha venido a contar algo al Congreso el presidente del gobierno, pero esta vez ha entrado para destrozar, para dejar España hecha unos zorros.
El magnífico, el inigualable, el grandísimo presidente español ha empezado su ‘magnífico’ discurso con la siguiente frase: "Hemos abierto la puerta a un nuevo modelo de Unión Europea". Y se ha quedado tan fresco. Y lleva razón. Un modelo vergonzoso, un modelo donde se consolida que la Unión Europea se está convirtiendo en la Unión Alemana.
Consciente del daño que hace, no ha tenido el menor reparo en enumerar sus medidas. Y lo grave es que lo sabe, porque existen alternativas que no ha querido tomar. Se ha limitado a ser, una vez más, el perrito faldero de Merkel y Cía. y olvidarse de los ciudadanos. Ha vuelto a cargar sobre los que menos culpa tienen, el peso de esta crisis. Devaluando España, no sólo económicamente, también democráticamente.
Recordamos que se subía el IRPF, hace unos meses, para no subir el IVA, hoy se sube el IVA. del 18 al 21%. Bajará la prestación del desempleo a partir del sexto mes del 60% al 50%, los funcionarios no cobrarán la paga de Navidad y eliminan la deducción por vivienda (ésta última medida la impuso su gobierno hace unos meses, con lo que no sólo mienten y hacen lo contrario de lo que dicen, sino que además cambian lo que han hecho hace poco; ¡el colmo!). Bajarán las prestaciones por dependencia.
Está claro que se quieren cargar todo lo público, que desaparezca el Estado del Bienestar. Han tocado Sanidad, Educación, Servicios Sociales y ahora también las prestaciones por desempleo. Lo de los funcionarios parece una obsesión, no se han librado de ningún recorte. Y es que a ellos les gusta mucho más poner a sus amiguetes a dedo, a muchos de los que no son capaces de sacar una oposición, a los que puedan dominar.
Ni una sólo medida perjudica a las grandes empresas o a las grandes fortunas. No tocan ni un pelo a la Iglesia. Todas recaen sobre los mismos. Ni Impuesto de Transacciones Financieras, ni impuesto a las grandes fortunas, ni aumento de cotización de las SICAV, ni nada que pueda perjudicar a los poderosos.
Por cierto, hay una medida que me ha llamado la atención. La relativa a la arquitectura del Estado. Ha anunciado que potenciará las diputaciones y que disminuirá un treinta por ciento de los concejales. Es muy curioso y dice mucho. Puesto que se trata de disminuir los cargos políticos que están cerca de los ciudadanos, los concejales, –nada ha dicho de diputados provinciales, comunitarios o nacionales— y sin embargo quiere dar más fuerza a las diputaciones que son cargos que no eligen los ciudadanos.
Si de verdad quiere hacer una nueva estructura del Estado menos costosa y más eficaz, debería empezar por cargarse el Senado, una institución que no sirve, puesto que no decide nada. Debería seguir por cargarse las diputaciones provinciales y darle sus competencias a las CC.AA., y así suprimir políticos que copan representantes de los partidos y que no son elegidos por los ciudadanos y, por último –muy importante—, limitar los cargos de confianza, o sea los que se dan a dedo.
¿De qué me sirve reducir los concejales si en un ayuntamiento se nombran muchos más ‘cargos de confianza’? Basta ya, de demagogia. Los cargos de confianza son en muchos casos, puestos de trabajo que se crean para agradecer servicios prestados o para beneficiar a gente afín.
Recuerdo la última petición demagoga de la Sra. Aguirre: dividir por dos el número de diputados de la C.A.M. Y digo demagoga porque la lideresa quiere cargarse sesenta y cinco políticos elegidos democráticamente y, sin embargo, no dice nada de que en sus años de reinado ha multiplicado por dos los cargos de confianza, pasando de mil a dos mil. ¿Para qué necesita diputados que además le pueden reprochar lo que hace, teniendo dos mil estómagos agradecidos dispuestos a defender a su ama, a cualquier precio?
No caigamos en la trampa. Reducir políticos suena bien. Yo estaría de acuerdo con la propuesta de Esperanza Aguirre de reducir el número de diputados, siempre que redujera en la misma proporción el número de amiguetes colocados. Lo mismo digo con los concejales. Que empiece el Sr. Rajoy por cargarse el Senado y después por limitar el número de cargos de confianza.
Mientras que disminuyan los cargos públicos elegidos, se redimensione a los funcionarios y no haya nada que impida que se contrate personal de confianza, la cosa queda meridianamente clara. No estamos ahorrando, ni adelgazando el Estado, estamos pasando de un Estado democrático a uno autoritario, sustituyendo personas elegidas, o que han pasado una oposición, por personas colocadas a dedo.
Por cierto, sobre medidas de incentivación de la economía, nada de nada. Salvo una rebaja de un punto a la cotización de la Seguridad Social. Y aquí se acaba la historia. Este hombre cree en la austeridad como objetivo y no como un medio. No quiere que se reactive la economía, prefiere que se hunda y crear un mundo de subsidiados y de gente que le necesite, mientras, él seguirá haciendo de capitán Schettino.
Salud y República
8 comentarios:
Va en la dirección que suponíamos. Hombre, subir impuestos no les debe gustar, que los impuestos a ellos no les gustan, pero se han visto obligados. Y sí, coincido contigo que las medidas que menos les gustaban, menos incluso que los impuestos, como podría ser algo que perjudicara a los multimillonarios, eso no lo han hecho.
Respecto a tu apunte sobre las decisiones de Lady Aguirre, pues estoy de acuerdo. Hombre, yo sí creo que sobran algunos políticos, pero también creo que con ello es posible hacer mucha demagogia. ¿Sobran políticos? Yo creo que sí. Pero los políticos, en tanto que representantes, sólo se deberían tocar si se tocaran previamente los cargos de confianza, que no son otra cosa que politicastros puestos a dedo por la gracia y la virtud de tener un carné. Esos sí que sobran, sin condicionantes.
Lloraremos por lo que no supimos defender como ciudadanos.
En este momento muchos recordarán aquello de : "Ahora vienen a por mi, pero ya es demasiado tarde".
Estaba cantado, pero espera amigo, todavia no han terminado...
Salud
Y le aplauden...
El caniche hoy no paraba de ladrar y mover el rabo. ¡Pobre caniche y pobres todos aquellos que en su momento le encumbraron!
Bicos
Me pregunto si esto tendrá algún límite, porque si es apenas el comienzo, no alcanzo a imaginar el final.
Un saludo.
¿Es estado del bienestar solo?. Rajoy, el Partido Popular, con estas medidas se cargan este país para muchos años. No va a haber una generación perdida, serán varias las que se perderán, porque lo que costó muchos años de lucha y sacrificio, estos trerroristas políticos se lo han cargado de un plumazo y van a hundir nuestra economía en un pozo tan profundo del que vamos a tardar muchos año de salir de él.
Pero no solo el P.P., sino tambien el PSOE. Ayer de daba vergüenza ajena ver como Rubalcaba tendía la mano a Rajoy para pactar las medidas anticris. Claro que por otro lado es entendible porque ellos hicieron algo parecido el 10 de mayo de 2010. Luego se extrañan de que sigan bajando en las encuestas.
Solo nos queda luchar, luchar y luchar para resitir esta andanada conservadora.
Salud, República y Socialismo
En 1774, Luis XVI y María Antonieta se convertían en reyes de Francia. Subieron al trono con el apoyo mayoritario del pueblo francés. Pero, muy pronto, las cosas empezaron a cambiar. Los nuevos monarcas mostraron su cara más autoritaria y no tenían ningún problema en humillar a los que cuestionaban alguna de sus actuaciones.
De hecho, la línea que siguió el reinado fue como un jarro de agua fría para las clases populares. Incapaces de tomar ninguna decisión contra las grandes fortunas y los poderosos, hacían recaer el castigo de sus decisiones sobre el pueblo que, en la práctica, era, con su trabajo y el pago de tributos, la principal fuente de ingresos para del Estado.
Las cosas se empezaron a complicar para los monarcas y, ante una situación cada vez más insostenible, algunos de sus más fieles seguidores comenzaron a darles la espalda. La pareja real y sus ministros más fieles, incomprensiblemente, radicalizaron su postura y, pese a las presiones, se negaron a aplicar políticas de igualdad y justicia social.
El principal problema de Luis XVI y de María Antonieta era su desconexión con los problemas de la gente. Ellos vivían en una nube y se negaban a aceptar la realidad, lo que significaba tener que tomar decisiones valientes que a pesar de afectar negativamente a los más ricos (que evidentemente vivían, ellos sí, por encima de las posibilidades de la nación francesa), deberían sido las más acertadas.
Y es en este contexto de desconocimiento, pero también de cinismo y crueldad, donde hay que situar la anécdota que resume a la perfección, lo que es un gobierno que no gobierna para su gente. Paseando por las calles de París en su coche de caballos, la reina francesa preguntó a su cochero por la cara de tristeza de la gente que iba arriba y abajo. «Majestad, el pueblo no tiene pan para poder comer», le respondió éste. «S'ils n'ont paso de pain, qu'il manga de la brioche*», dijo la reina. El resto de la historia, como ya sabéis, terminó con recortes.
Bien el resto ya sabes como fueron los recortes, verdad?
Perdón por la extensión.
Saludos
*y de brioche al catalán brioix, creo que en castellano se llama igual.
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