Prohibido girar a la derecha. IU más necesaria que nunca

Estamos a tres meses de las elecciones generales, por lo tanto es hora de empezar a tomar conciencia de lo que viene. Izquierda Unida ha elegido al candidato, en unas primarias entre sus afiliados. Y ahí está el candidato de todos, Gaspar Llamazares, quien ha demostrado que con el apoyo de su grupo, de cinco diputados dos de ellos de ICV, el gobierno ha podido llevar adelante conquistas sociales de un calado importante.

¿Cuál es la situación actual? A poco tiempo de las elecciones el Partido Socialista está inclinando su balanza hacia la derecha, seguramente para pescar votos indecisos que entiende que se encuentran en una posición más al centro o a la derecha. Esto se demuestra por los últimos acontecimientos que han venido ocurriendo, desde dejar gobernar a UPN en Navarra (lamentable error que pagarán allí) hasta la supresión del impuesto del patrimonio, medida que favorece a los que tienen más, pasando por las concesiones a la Iglesia Católica (representación oficial al máximo nivel en la beatificación de los llamados “498 mártires de la guerra civil”) o por unos presupuestos generales insolidarios de 2008 (donde se puede ver, por ejemplo, que las inversiones en Defensa duplican las de Educación) o “la rentrée triomphale” del derechista Bono, o la rectificación en la política antiterrorista hacia posiciones cercanas al PP (están ultimando la ilegalización de ANV), o la unanimidad en la defensa del rey en su salida de pata de banca en Chile, entre otras acciones. Lo que hace que este dejando un hueco a Izquierda Unida que debe cubrir con sus reivindicaciones programáticas.

En IU no se debe dejar escapar la ocasión y se deben incluir no sólo las clásicas reivindicaciones de izquierda sino algunas otras que el PSOE por su carácter centrado no va a reivindicar o sobre las que por cuestiones tácticas no se entra o no se las da demasiada importancia.

Hay que tener valentía a la hora de confeccionar un programa y luego, si los resultados nos avalan, tirar del PSOE a la izquierda y llevarlo a la práctica. Debemos partir con una seña de identidad propia. Hay que diferenciarse de los demás. Tenemos que ser osados a la hora de discutir nuestro programa y no olvidar cosas que puedan parecer radicales.

Hay que luchar más por la enseñanza y la sanidad pública (dedicando una parte mayor del presupuesto) ya que vemos como en todo el Estado, y más particularmente en las autonomías gobernadas por el PP, la enseñanza privada obtiene más medios y gana terreno y la sanidad está yendo a parar a manos privadas.
Tenemos que enfrentarnos al cambio climático de forma decidida, con objetivos claros y rotundos, no podemos estar firmando el protocolo de Kyoto o los posteriores sin poner los medios para cumplirlos, siendo uno de los países que más lejos estamos de alcanzar sus objetivos.
No se puede dejar al margen nuestra reivindicación republicana. Hay que cuestionar la monarquía de forma clara, propagando nuestra intención de ser un estado federal republicano. Son muchos los que han empezado a cuestionar la figura del rey y es el momento de actuar, no podemos ir dejándolo “porque no está maduro” o “porque no es prioritario”.
Tampoco podemos dejar de pronunciarnos en contra del canon digital, ese impuesto revolucionario que desde la SGAE, con cooperación del PSOE, nos vienen aplicando.
¡Que decir de los accidentes laborales! Sobre los que no toman medidas ni sindicatos, ni gobierno, ni nadie. Todos los días más de tres muertos en accidentes laborales… y la casa sin barrer.
Y qué decir de la ley electoral, donde sólo IU es la que paga realmente el pato de un sistema absolutamente injusto y que prima a los grandes partidos y a los nacionalistas. La corrección de la ley electoral debe ser una reivindicación imprescindible si queremos que esta democracia esté más justamente representada.
Hay que oponerse frontalmente al maltrato animal, posicionarnos en contra de todos los espectáculos donde el animal sea una víctima, sobre todo a la “Fiesta Nacional”, fiel retrato salvaje de un tiempo muy pasado.
Propongamos con claridad un estado laico, donde todas las iglesias se autofinancien y no chupen de las ubres del Estado.
Hay que hacer que el Senado sirva para algo. Que de verdad sea una cámara territorial útil.

En fin, hay muchas más propuestas que deberán incluirse en el programa, las citadas han sido sólo un ejemplo, sin duda subjetivo, lo importante es que como pretende Llamazares, el programa sea confeccionado de forma participativa, y con un grado de audacia que demuestre nuestra posición ideológica y nos defina netamente como una fuerza de izquierdas diferente y transformadora.

Estamos bien colocados en la salida, no volvamos a desaprovechar la ocasión.

Salud y República