Sí, parece mentira, siglo XXI y todavía quedan energúmenos de este calibre. Allá por Santoña, en Cantabria, un concejal falangista, el único que se autoproclama franquista, está dispuesto a todo por defender una estatua de Carrero. El susodicho se llama Leoncio Calle Pila y Leoncio amenaza con ponerle las pilas en la calle a quien pretenda llevarse o cambiar algo de la estatua del hijo predilecto de Santoña, el almirante Carrero Blanco, que fue presidente del gobierno con Franco y que subió al cielo con su coche oficial hace ahora 34 años.
Como se teme lo peor, después de que se publique en el BOE la Ley de la Memoria Histórica, está dispuesto a todo. Como debe ser, con esa hombría que caracteriza a su recia raza españolísima. La alcaldesa que ni tan siquiera quiere quitar el monumento, sino darle un nuevo simbolismo (¿qué simbolismo se le puede dar a este franquista asesino?), no le contenta y así le contesta: “No se lo vamos a consentir ni esa ni ninguna otra mariconada”.
Esta obra, un monolito de veinte metros de altura, que esculpió Juan de Ávalos, el del Valle de los Caídos (dios los cría y ellos se juntan) será defendida por Calle y todos los demás falangistas de este pueblo cántabro porque representa a su benefactor. Por ejemplo, el tal Calle dice: “una simple llamada telefónica a Carrero y bastaba para que muchos vecinos suyos entrasen como enchufados en la Administración”. Si señor, como debe ser. “Y no sólo eso. Cuando había casas de la obra social de la Falange, bastaba poco más que ponerse la camisa azul”(ya sabemos cómo se puede solucionar el problema de la vivienda).
Pues nada, lo dicho, que este hombre está dispuesto a llegar hasta el final y asegura: “no hay cojones” para derribar el monumento de exaltación a Franco. Dice que el monumento “se quedará donde está y como está y si alguien intenta lo contrario se llevarán mil hostias y si hace falta, habrá tiros”.
Esta claro que si tiene una escopeta de cinco tiros como dice, está dispuesto a utilizarla y además añade “si se necesitasen armas, ya se harían las gestiones”. En ese punto le ayuda el presidente falangista local que asiente con la cabeza y asegura que se pueden conseguir armas con facilidad (alguien tendría que preguntarle dónde y cómo).
En fin, ya ven Uds. pellízquense para que estén seguros de que no están soñando. Esto ocurre en la España de hoy, con un edil franquista que amenaza a quien pretenda cumplir las leyes.
Y no pasa ná. ¿Qué se juegan Uds. a que a este tipo no le condenan por amenazas? Como diría Forges. ¡Oh país!
Salud y República
11 comentarios:
Ya no me extraña nada, en esta legislatura les han alas y están desenfrenados. En Madrid tenemos unos cuantos de estos, personalmente pienso que solo son unos trastornados a los que se les va la fuerza por la boca, pero siempre queda la duda.
Saludos fresquitos.
Ah, pero eso sí, el PP lleva a los tribunales la campaña institucional del gobierno español porque dicen que es propaganda del PSOE... tienen los tribunales colapsados de denuncias gilipollas, recursos a cualquier ley salida del Parlamento y boicoteo de las leyes que no les da la gana aplicar...
Por eso no hay ningún juez que, de oficio, meta a ese descerebrado en el trullo... están demasiado ocupados con lo que algunos consideran importante y no pasará nada hasta que haya una desgracia bien grande... ¿se sentirán responsables los que llevan años enardeciendo a estos cerriles? ¿se considerarán mínimamente concernidos los políticos y periodistas que han dado de pastar a estas fieras?
Pues yo no las tengo todas conmigo. Estos pájaros me parecen muy, pero que muy peligrosos.
Un abrazo,
No sé por qué se preocupa Usted. A este señor, y a su partido, el Movimiento Falangista Español, se le aplica la Ley de Partidos, y se acaba el problema. Ilegalizado por no condenar la violencia.
Anda, tu. ¿Que la ley de partidos no era para estos?
Sinceramente, creo que´hasta que no desaparezcan estos memos insensatos no podremos respirar tranquilos... valiente gilipollez todo lo que sale por su boca!!! Pero bueno, que tampoco es que me extrañe mucho viendo como está el patio!
Besos!
Siempre habrá alguien que se aferre al pasado,a este pasado que la mayoría quisieramos olvidar,son pequeños energúmenos franquistas que viven de rememorar aquellos tiempos que para ellos siempre fueron mejores.El miedo que me da es que estos ejemplares están saliendo como setas de debajo las piedras.
Por desgracia energúmenos como ese todavía quedan, por lo que la aplicación de la ley de la Memoria Histórica no va ha ser un camino de rosas sino todo lo contrario.
Ya veremos como desde las instituciones gobernadas por el PP se pondrán todas las trabas y justificaciones para su incumplimiento.
El día que un energúmeno como ese cause una desgracia, entonces se acordaran de que hay que frenarles, mientras tanto seguirán envalentonados.
Menos mal que a veces se leen también buenas noticias como el homenaje que ayer le dio el Congreso de los Diputados a Simón Sánchez Montero, dirigente histórico del PCE, fallecido el pasado mes de marzo. Estas cosas son las que te hacen seguir manteniendo la ilusión.
Salud, República y Socialismo
No me puedo creer que el personaje éste se llame Leoncio Calle Pila. De ser así, es normal que desvaríe. Yo, con esos apellidos, también me habría hecho del Ku Kux Klan o algo parecido. Compadezcamos a este pobre hombre.
Mezcla de sensaciones: risa, pena , perplejidad y algo de miedo
Es sumamente fuerte, amigo Rafa ... como bien dice Sade ... cerca está el Dueso...
Ya lo ha comentado Maripuchi. Ni sé la cantidad de tardes que he pasado en ese bonito pueblo marinero, donde puedes comprar bonitos en verano a un precio magnífico. Incluso recuerdo una visita cuando era muy pequeño al penal del Dueso con mis tios. Tenían allí a un buen amigo preso, y me llevaron con ellos, no sé por qué. Frente al Dueso, la peligrosa playa de Berría, donde el mar ruge sin cesar.
He paseado mil veces por delante del monumento al que habéis hecho alusión, y la verdad, no me gustaría verlo derribado, pero si, deberían despojarle de la inscripción que lo adorna. Vuela Carrero, vuela, que Satanás te espera en el infierno. Algo así escribí el día que la ETA le hizo volar por los aires.
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