23 diciembre 2007

La literatura como terapia de la política (XIII)

Esta vez, después de algún intento vano y allanado el camino con una pista, fue la Sra. de Jarl, una misteriosa dama sin enlace, sin duda, amante de la literatura, la que pudo acertar que el fragmento pertenecía a Viaje al fin de la noche de Louis Ferdinand Céline.

Un autor francés de la primera mitad del siglo XX. Ésta es su obra maestra. Una novela autobiográfica donde el autor a su paso por varias etapas de su vida, la primera guerra mundial, viaje por el África francesa, una etapa americana y el periodo parisino en un barrio obrero donde abre una clínica, describe un mundo tremendamente descarnado, egoísta e insolidario. Todo ello con un estilo cínico y nihilista. Su hiperrealismo le hace resaltar todo lo negativo de la sociedad. Es una novela escrita desde el lado de los perdedores.

Leí a Céline hace más de veinte años y me sorprendió su agudeza y su forma tan directa de escribir. Para mí es una de las mejores novelas francesas de todos los tiempos. Escrita contracorriente y que ha obtenido muchos elogios por su calidad y muchas críticas negativas por su constante destructivismo.

Y vamos con el fragmento de la novela de esta semana.

Bajó a la categoría de funcionario, mejor dicho, fue descendido del sexto al octavo grado del escalafón. Con la consiguiente reducción de sueldo. Como era natural, se sintió profundamente ultrajado por la injusticia y se rebeló.
Su rebelión tomó, a veces, forma manifiesta; otras, en cambio, había optado por replegarse en sí mismo y disimular. Removió cielo y tierra, cursó peticiones, fue a ver a los superiores para exponerles la situación de su familia, pero en vano. Entonces, destrozados los nervios, al borde de la crisis, se dejó vencer por la desesperación. En el ministerio se ganó fama de inoportuno, irascible, obstinado, susceptible, provocador de disputas diarias. En las discusiones adoptaba una actitud petulante y agresiva y acababa hablando en inglés al adversario.

Pues nada, el pulso está echado. Y como siempre lo ganará alguien. Pero, ¿quién?

Salud y República

Actualización a las 7:00 de 24/XII/07. Pista 1:
Le otorgaron el premio Nobel y ya ha fallecido.

Actualización a las 12:40. Pista 2:
Cuando murió tenia más de noventa años.

Actualización a las 23:00. Pista 3:
Seguro que Sònia y Yassin conocen bien esta obra.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Tengo entre mis manos el libro que se considera la segunda parte de "El viaje...": "Muerte a crédito" (Debolsillo, 2006). No supera el anterior (que, efectivamente, es una obra maestra), pero tampoco está mal. Céline era un escritor raro, desvergonzado, genial.

En cuanto al texto de hoy, ni idea, no caigo. Pero estaré atento a su solución.

Don Rafael, gracias por sus escritos, gracias por hacerme pasar ratos tan agradables/molestos con sus reflexiones, siempre interesantes, frescas, agudas. Le deseo lo mejor para estas fiestas y para el resto del año. Un abrazo muy cordial.

Vilos Cohaagen dijo...

Bueno, yo me la juego:

Galdós, "Miau"

RGAlmazán dijo...

Gracias D. Manuel y le deseo también lo mejor. Es Ud. un periodista de raza y se nota.

D. Vilos, lo siento (pero, qué le vamos a hacer). No no es Galdós. A hora tan tardía no sé cómo pudo Ud. ni leer el texto.

Salud y República

Vilos Cohaagen dijo...

Naguib Mahfuz ¿? Sólo he leído el callejón de los milagros así que diré esa...Vea que lo sigo intentando, si no es, solicito el comodín de la llamada.

RGAlmazán dijo...

D. Vilos es de agradecer su abnegada vocación de adivino pero esta vez acertó. ¿No me dirá Ud. que las pistas no le han ayudado?

Enhorabuena, ha vuelto a acertar. Su contumacia le ha llevado a buen puerto.

SAlud y República

Vilos Cohaagen dijo...

En fin, el que la sigue la consigue. fALTA BRILLANTEZ PERO SOBRA VOLUNTAD, UN ABRAZO Y ENOHRABUENA POR EL AÑO.