16 diciembre 2007

La literatura como terapia de la política (XII)

El fragmento de la semana pasada era de Los pasos perdidos de Alejo Carpentier. Y ahí estuvo Alberto, que a los pocos minutos sabía de qué autor se trataba y después entre Antonio (a punto de estrenar blog) y mi respetado Vilos acabaron de apuntalar la cuestión con el título. Carpentier es un autor por el que siento una especial predilección. Me gusta como escribe y lo disfruto enormemente. Esta novela es mi preferida. Todos hablan de El siglo de las luces, una maravilla, sin embargo yo prefiero Los pasos…

El músico protagonista descubre un mundo simple allá en la selva amazónica, cuando decide ir a estudiar unos instrumentos de una tribu. En contraste con su mundo encuentra otro sencillo que le entusiasma y le hace acercarse a la naturaleza… (hasta aquí puedo leer, no quiero destripar la novela).

Alejo fue para mí un descubrimiento más tardío que otros autores iberoamericanos, sin embargo, ha llegado a estar entre mis preferidos después de haber leído varias de sus novelas. Su forma de escribir barroca no se hace pesada, es simplemente exuberante y de una vitalidad desbordante. Un cubano de pro que estuvo a punto de conseguir el premio nobel.

Y ahora vamos con el párrafo de la novela escondida de hoy:

No ocultó que me consideraba capaz de todas las bajezas. Esa hipótesis no me ofendía, sólo me molestaba. Presentía perfectamente que yo había ido a verla para pedirle dinero y ya eso solo creaba entre nosotros una animosidad muy natural. Todos esos sentimientos rayan en el crimen. Seguíamos en el nivel de las trivialidades y yo hacía lo imposible para que no se produjera una bronca definitiva entre nosotros. Se interesó, entre otras cosas, por los detalles de mis travesuras genitales, me preguntó si no habría abandonado en algún sitio, durante mis vagabundeos, a un niño que ella pudiera adoptar. Extraña idea se le había ocurrido. Era su manía, la adopción de un niño. Pensaba, con bastante simpleza, que un fracasado de mi estilo debía de haber plantados raíces clandestinas casi por todas partes.

Ahí queda eso. Y como diría el Barón de Coubertin, lo importante es participar. Que lo acierten bien. Pues eso…

Salud y República

Actualización a las 11:35 del 17/12/07. Pista 1:
El autor falleció, no era español pero sí europeo. El texto es una traducción, muy buena por cierto, de Carlos Manzano quizá su mejor traductor y uno de los traductores españoles de mayor prestigio.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Es Vázquez Montalbán? En cuanto a la obra... Déjeme pensar...

Pablo E

RGAlmazán dijo...

Amigo Pablo E. no es Vázquez Montalbán y la verdad es que cuando he leido tu comentario he ido otra vez al fragmento y podría ser, pero no es.

A seguir pensando.

Salud y República

Anónimo dijo...

Estimado Sr. rgalmazán,

Ante todo quisiera felicitarle por esta propuesta tan lúdica a la par de cultural que ofrece en su blog, y animarle a que siga con ella puesto que libros no le faltaran, así como tampoco, espero, le falten lectores avezados dispuestos a indagar el origen de sus tan acertados y deleitosos fragmentos.

Tras esta introducción, me presento en mi condición de ese tipo de lectoras/es incapaces de ubicar un texto, aún perteneciendo a una obra que tenga de cabecera, como se suele decir...

A pesar de esto, en esta ocasión me animo a participar en tan divertido entretenimiento por dos motivos, uno que detecto poca participación del resto de tertulianos, y otro, que aun sin tener ni idea de donde procede este texto, me gustaría mostrale mis habilidades deductivas, que surgen a partir de esa primera pista tan valiosísima que nos da:

Así es que, teniendo en cuenta el traductor, me inclino a pensar que el autor de este fragmento podría ser Henry Miller, o L.F. Celine, de éste último me atrevería a citar la obra "Viaje al fin de la noche"

Con esta aportación espero, sino acertar, lo que podría tacharse de pretencioso, sí por lo menos animar el coloquio sobre el texto que, no por desconocido es menos interesante.

Reciba un codial saludo

RGAlmazán dijo...

Muy bien Sra. de jarl. Apúntese el acierto. Efectivamente es "El viaje al fin de la noche de Céline.

Gracias por su elogiosa introdución y le animo a que siga intentando acertar los próximos domingos.

Salud y República

Anónimo dijo...

¡Qué agradable sorpresa!

Pues fíjese usted, sr. Almazán, que todavía no he tenido el gusto de leer esta novela... no le quepa duda de que sea una de mis peticiones para los Reyes Magos.

Hasta el domingo que viene

RGAlmazán dijo...

Sra. de jarl:
Le aseguro que no se arrepentirá. Es una obra maestra. Ya me contará.

Salud y República

Bernardo dijo...

Hola, Rafa.

Como sabes comparto tu gusto por Carpentier e imagino que ya habrás supuesto que mi novela favorita de este autor es "el siglo de las luces".

¿Se nota?