Éste es el
lema de Ciudadanos. Parece que la fiebre está bajando y que se han quedado sin
su caramelo preferido: Cataluña. Ellos han conseguido, enfrentando a los
catalanes, unos réditos excepcionales fuera y dentro de Cataluña. La caída del
PP y el cambio de políticas del nuevo gobierno central, que ha iniciado una
nueva etapa, les ha sentado como un tiro, porque sienten que su principal
enemigo se puede desvanecer. Me refiero al diálogo.
Si hay algo
que no esperaban era la caída de su maestro y rival: Rajoy. Y la llegada de
alguien que está tratando de hacer, simplemente, lo que cualquier persona
normal haría. Cambiar el silencio, la inactividad y el enfrentamiento por el
diálogo. ¡Así de fácil!
Independientemente
de lo que pueda suceder, una nueva etapa se ha iniciado. Los resultados son
impredecibles. El hecho de que se hayan reunido los dos presidentes (Sánchez y
Torra) no lo perdonan en Ciudadanos (tampoco en el PP, pero eso es más sabido).
Este partido que ha vivido a costa de la confrontación, ha visto con malos ojos
que se le va el chollo. No les ha interesado hacer política, han elegido la vía
judicial cuál peperos, y les había salido bien, hasta ahora. Pero no estaban
preparados para este cambio. Cualquier ventana abierta a los independentistas
es para ellos una traición. Saben que su tiempo está pasando y que sin
enfrentamiento no tienen campo de juego.
Ya no vale
el “cuanto peor, mejor”. Ahora ya no va a peor. Y eso, les preocupa, se
encuentran con el culo al aire, con un cabreo monumental, como el del niño al
que le han quitado su juguete preferido, y sin saber cómo actuar, salvo
pretender obstaculizar cualquier posibilidad de avance.
Su negativa
a toda posibilidad de solución, es de un totalitarismo de libro. Ellos que
tanto hablan de que les subestiman y no les tienen en cuenta, de que sólo se
gobierna para la mitad de la población, resulta que cuando alguien pretende
cambiarlo, lo critican. Se ven sin el juguete que les ha dado tantos votos en
Cataluña y que les anunciaba tiempos excelsos en el resto de España.
Hoy los
sondeos empiezan a bajarles del trono, y el peligro se acerca. Harán todo lo
que puedan para boicotear las reuniones y las posibles soluciones a este
conflicto. Sin conflicto no hay Ciudadanos. Han conseguido ganar al PP, en su
competición casposa en Cataluña, y ahora se ven cercados porque las aguas
pueden volver al río, aunque este río no se sepa donde desembocará todavía.
Y es que
viven de eslóganes y de estudios demoscópicos, no hay mucho más. Ayer eran
socialdemócratas, luego pasaron a ser de centro y hoy, al menos en el conflicto
catalán, han pasado al PP por la derecha, anunciando una deriva que más parece
propia del otro Rivera (José Antonio) que de estos tiempos. Quién sabe dónde
estarán mañana. Es lo que tiene politiquear a golpes de mercadotecnia y no
tener ideología fija. De momento, les ha entrado un Sánchez en el ojo y un Unidos
Podemos que empuja y que les está dejando ciegos. ¡A ver si hay suerte!
¡Qué menos
que hablar!
Salud y República
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