Créanme si les digo que no es por una cuestión moral. Creo
que en un país que aprecia tan poco los valores éticos, no vale la pena seguir
inmerso en un mundo virtual donde la ética es lo importante. La realidad supera
estos parámetros.
Y, entonces, ¿por qué lo digo? Pues, precisamente porque la
mayoría de los españoles están premiando esos valores determinantes. Si con
todos los casos de corrupción, de injusticia o de manipulación que se han
descubierto desde diciembre, han subido catorce escaños los chicos del PP, de
seguir así la cosa está clara, en las próximas, barren: mayoría absoluta.
Miedo me da, porque ahora se ha descubierto que el
expresidente de la CAM se ha beneficiado de fondos públicos y ha utilizado al
bufete de abogados de la Comunidad para defenderse de sus casos
personales. O sea, con nuestro dinero ha pagado sus actuaciones judiciales particulares, por un importe de 100.000 euros, vamos una minucia.
O también que todavía Rajoy siga defendiendo a su ministro
de Interior cuando se ha demostrado, que ha utilizado medios públicos para
perseguir a sus opositores políticos. Quizá sea por eso que dijo: “Dimitiré
cuando el caso implique a una persona nombrada directamente por mí”.
Suma y sigue, y mañana más. Y que sigan abiertos casos como la Gïrtel o la Púnica. ¡Ciérrenlos!,
¡entiérrenlos!, olvídense, como si no hubiera pasado nada. El caso es que no
sean una ventaja para esta gente. Fuera la ética, no vaya a ser que nos lleve a
la tumba. Aquí se trata de sobrevivir en este país de mangantes y trepas, de
trileros y mentirosos, porque es lo que el pueblo quiere y ya saben ustedes
que el pueblo es soberano.
Ante tales acontecimientos sólo quedan dos posibles
soluciones. Una, que todos imitemos al PP y así igualarlo, o sea empecemos a
robar, a actuar totalitariamente o a apoyar a los poderosos. Otra, marcharnos
de este país y tratar de buscar –sé que no es fácil— otro donde no se hayan
invertido los valores.
Y es que lo que ha votado esta España que nos duele --como
dijo el poeta-- ha sido: totalitarismo, desigualdad y corrupción. Y todo eso sí
que lo hace bien el PP, no quiero quitarles ningún mérito. Las cuotas
alcanzadas en esos tres epígrafes son de Guiness.
Pero claro, si no nos dan un curso acelerado de conformación
de mafias o de totalitarismo intro-democrático, o de apoyo a los potentados,
estamos aviados. Ellos son maestros, y no será fácil que nos enseñen cómo lo
hacen, puesto que sería descubrir su arma electoral más importante.
No nos queda otra y como no creemos en los milagros, ni en
la reinserción pepera, ni es fácil largarse del país, tendremos que aprender a
infringir leyes, a tener contabilidades B, a mandar nuestro dinero a Panamá, a
oponernos a los derechos humanos, a constituir tramas financieras mafiosas, a
apoyar la dureza de la policía en las manifestaciones, a despreciar a los
dependientes, a…
Eso sí, todo por la patria, todo por el bien de nuestra
España, esa que se encuentra totalmente emponzoñada y que le da el triunfo a
los corruptos. Todo, tendremos que hacer todo, aunque sea sólo para que no
partan con ventaja, y no consigan en el futuro esa mayoría absoluta que tanto
desean.
Salud y República
1 comentario:
Pues hemos tocado el mismo tema los dos, yo doy una lista de las corrupciones del PP pero también del PSOE que no son mancos... jjajaja
Salud
Publicar un comentario