Desgraciadamente, todavía hay miembros eclesiásticos de alto
nivel capaces de resucitar el Nacional-Catolicismo franquista y pretender
seguir viviendo en un Estado confesional
católico.
Alguno, afortunadamente, se retiró (hablo del ínclito Rouco,
que hoy vive jubilado en un “pequeño ático” de un valor aproximado de tres
millones de euros) pero todavía quedan discípulos suyos capaces de seguir su
doctrina anticuada, totalitaria e interesada.
Y es que Cañizares, desde su trono en Valencia sigue erre
que erre tratando de convertirse en un esperpento decimonónico capaz de
sorprender a tirios y troyanos.
Sus ansias de poder y su conexión con la ultraderecha le han
dejado fuera de órbita y lo demuestra con sus constantes salidas de tono, sus
diatribas extemporáneas y sus constantes ataques a las leyes y normas de un
Estado democrático.
Pretende hacer de su verdad: la Verdad. Éste podría ser su
lema. Y en aras de su derrotismo extremo es capaz de mentir, insultar o
denigrar, a la vez que hace uso de un barroquismo lujoso propio de un príncipe
renacentista. Sus actuaciones, en vez de perseguir la reconciliación, le llevan
a ser un propagador de intrigas, cual descendiente cualificado de los Borgia.
Y entre sus últimas declaraciones podemos citar:
·
"La ideología de igualdad de género
es la más insidiosa y destructora de la humanidad de toda la historia” "Con la ideología de género se ha
querido destruir a la familia como en la URSS marxista"
- En una carta, recientemente
enviada a Ximo Puig y a Mónica Oltra, les dice “ustedes me recuerdan a Franco (más que nunca el refrán: “Se
cree el ladrón que todos son de su condición”, tiene valor aquí).
- “El
imperio gay y la ideología de género” tienen amenazada de muerte a la
familia cristiana”
- “Hay que
desobedecer las leyes inspiradas en la ideología de género”
- “¿Esta
invasión de emigrantes y de refugiados es todo trigo limpio? ¿Dónde
quedará Europa dentro de unos años?”
Simples
ejemplos, sin querer ir más lejos en el tiempo, que el susodicho obispo tiene
un largo recorrido genuino nacional-católico.
Miren ustedes,
que dentro de su Iglesia, este obispo inquisidor, proteste, allá él y su
Iglesia, pero que lo haga contra el Estado, que le mantiene y le da de comer, con
declaraciones antisistema, es para echarle de comer aparte.
Naturalmente,
el PP defiende a este obispo, contando entre sus apoyos con la presidenta
pepera valenciana y con el ministro opusdeista Fernández Díaz, que estaría
encantado si pudiera salir bajo palio en las procesiones.
Está claro que
se pasa por el arco del triunfo las manifestaciones del Papa Francisco, al que
contradice sin inmutarse. Es difícil de entender cómo el pontífice no le ha
cesado y enviado a un monasterio en Transilvania. La Iglesia católica española
recibe del Estado Español, por todos los conceptos, unos 11.000 millones de
euros, pero parece que no es suficiente para esta caterva de indocumentados
como el tal Cañizares y sus seguidores.
En fin, en vez
de vivir en un Estado Laico, vuelve otro Torquemada. Afortunadamente los
tiempos no le permiten encender la pira, si no, más de uno nos tendríamos que
dar por quemados.
Salud y
República
1 comentario:
Parece ser, y no es nada nuevo, de que la sacrosanta institución ha estado provista de no se sabe, el espectro político, que va desde lo más rancio y ultra católico a las más benévolas corrientes izquierdista-cristiana, como podría ser teologías de la liberación en su fundador Gustavo Gutierrez, allá por los años 60. Por supuesto cada uno tiene dónde elegir. Lo que es evidente es que ellos siempre han tenido la sartén por el mango. Han podido encontrar la clave de su catecumenado. Cambian sus leyes de magisterio a su antojo en aras ha enclavar bien el mensaje del resucitado. Yo, tengo esperanza, claro que la tengo. Pero de la que emana de una sociedad más civil y cabal. Si se quiere hasta diría de una ética y que aún así no es del todo bienvenida. Se la mira con el rabillo del ojo. Se podría decir que todos nacimos en un seminario. Lo que es inaceptable es que ese cristo que infundieron distintas épocas y tiempos nada tenga que servir frente a tanta chulería y ostentación de poder para hacer suya su ley. Ley de perversos e involucionistas.
Gracias por el artículo, Rafa.
Miguel Iñiguez
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