No se ha
rendido. Muchos esperaban que lo hiciera, pero ha aguantado. Quizás se ha
montado en el coche un poco tarde. De haberlo hecho antes, es posible que López
y los otros traidores no hubieran salido a la palestra.
Ahí está,
ensalzando la bandera de la izquierda. Lástima, que prefiriese el pacto con
Ciudadanos antes que con Izquierda Unida y Podemos. Pero sigue defendiendo
todavía el no a Rajoy, mientras que Patxi y Susana le siguen concediendo
oxígeno.
La cosa
quedará clara, los traidores, con Patxi López a la cabeza, caerán
descabalgados, en medio de una Susana prepotente, apoyada por los grandes divos
socialistas, y un Sánchez que mantiene, al menos lo parece, a su lado, a gran
parte de la militancia.
La
izquierda necesita un partido socialista de izquierdas, un partido que
represente la dignidad y no apoye a la derecha. Un partido que piense en
aplicar políticas de izquierdas que saquen del abismo a muchos ciudadanos que
padecen decisiones de Rajoy y Cía. Hoy, todavía está por ver si Sánchez lo
representa, pero está visto que Susana y sus barones lo que quieren es ampliar
el 'statu quo' y si es posible volver a su bipartidismo, que tantos resultados
positivos les ha generado.
Si Pablo
Iglesias se mostró altanero y prepotente cuando se ofreció como vicepresidente
hace un año, la respuesta de Sánchez no debería haber sido pactar con
Ciudadanos –cada vez más a la derecha y ayudando al PP sin contemplaciones—
sino que debería haberse puesto en su sitio y atemperar la arrogancia de Pablo
Iglesias para así, llegar a un acuerdo. Todo menos renunciar a un gobierno
posible de izquierdas.
Francamente,
no estoy muy seguro de que Sánchez, en el caso de salir vencedor en el PSOE,
propugne políticas de izquierdas y se alinee con Unidos Podemos. Pero sí que lo
estoy de que Susana, o López –ese que fue lendakari y después presidente del
Congreso, gracias al PP— no lo harán. Seguirían, en su afán de ganar electores
con su política de ‘soplar y sorber’, del sí pero no, de no atajar los problemas
de fondo y de plegarse a la derecha con el fin de alcanzar el poder que tanto
desean.
Una nueva
etapa se abre en el PSOE. Su militancia tendrá que elegir, y es ahí donde
Sánchez tiene posibilidades. El apoyo que recibirá Susana será muy importante.
No sólo estarán a su lado los barones y algunos traidores como Hernando –que ha
caído del caballo como Saulo--, también contará con el apoyo de la mayoría de
los medios de comunicación que prefieren que nada cambie –donde Cebrián jugará
una baza importante a su favor—, sin olvidarnos de los viejos líderes –encabezados
por González-- que ven que se puede ir por la taza del váter aquello por lo que
ellos lucharon, el bipartidismo y las ventajas que ello les proporcionó
–beneficios que todavía hoy siguen existiendo y que tanto daño han hecho, como
las puertas giratorias, entre otros--. Mientras, Sánchez que ya ganó unas
primarias, tendrá que ofrecer una alternativa a la izquierda, rompedora con la
línea de esa gestora que le ha tratado de fulminar y de direcciones anteriores,
capaces de apoyar a Rajoy, a cambio de un plato de lentejas.
Se presenta
un año de pronóstico reservado, pero que cada vez necesita más unas políticas
de izquierda capaces de revertir el daño que hemos sufrido durante estos años.
No sé si Sánchez estará dispuesto si gana las primarias, pero sé que los otros
seguro que no lo están.
Salud y
República
P.D.: Ciudadanos romperá el pacto con el PSOE en Andalucía si Susana Díaz se
va a Madrid. Más claro: agua
1 comentario:
Después de ver a Trump en el poder, me creo cualquier cosa...
Salud
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