A pesar del
silencio o la autocrítica que muchos medios han practicado, nos hemos enterado
de que Felipe VI ha viajado, por segunda vez, a Arabia Saudí. Un país
maravilloso donde las adúlteras, los homosexuales y los disidentes son objetivos
prioritarios de pena de muerte.
¿Qué
importan los DD.HH.?, lo importante es la economía, los negocios. La sangre
está devaluada según estos dignatarios déspotas, salvo que sea azul. Y no
importan las muertes ni la falta de humanidad cuando se trata de hacer
negocios. ¡Menos remilgos y más dólares! Se trata de vender cinco corbetas por
valor de 2000 millones de dólares, aunque éstas sirvan para la guerra contra
Yemen.
Que Arabia
Saudí ha bombardeado blancos civiles, como escuelas, hoteles, clínicas u
hospitales en Yemen, es un hecho. En total según la ONU, más de 1200 muertes
están cargadas en sus espaldas, este último año. Que armas de Arabia Saudí,
vendidas por España, han acabado en manos del Estado Islámico, es otro hecho. Que
este país árabe ha utilizado bombas de racimos, estando prohibidas por la
Comunidad Internacional, también es incontestable. Como lo es, que en los
últimos tres años, 350 personas han sufrido la pena de muerte, por motivos ‘tan
indignos’ como la homosexualidad, el adulterio, o la “crítica o manifestación
subversiva” contra el gobierno.
Está claro
que aquí vale todo. Y Felipe VI, tan amigo de la familia saudí como lo fue su
padre --quién llamaba al rey saudí, hermano--, sigue haciendo negocios con este
país terrorista, y poco importa si lo está haciendo con sangre yemení o siria,
si la recompensa es obtener 2000 millones de dólares.
Como premio
por su pleitesía a la monarquía saudí, a Felipe VI le han otorgado la más alta
condecoración de Arabia Saudí. Lo que seguramente le hará sentirse orgulloso y
olvidar esas ‘menudencias criminales’ de este país terrorista y dictatorial.
Poco parecen
importarle –mejor dicho nada— al Borbón. los Derechos Humanos, y es
comprensible sabiendo que ha heredado un trono que fue marcado con el dedazo de
un dictador genocida, y que parece impasible ante el hecho de que todavía
muchos cadáveres españoles sigan enterrados en las cunetas, sin que mueva un
dedo para remediarlo.
El PP está
encantado, al PSOE le gusta este rey joven, Ciudadanos cree en su preparación
como antesala de su buena gestión. Y es que no hay más cera que la que arde.
Sólo Unidos Podemos y otros grupos nacionalistas minoritarios son críticos ante
la Monarquía, eso sí, muchos son los que sacan la bandera republicana pero sólo
para las fiestas íntimas, y aguantan día a día este bochorno real que nos
acogota desde hace cuarenta años.
Salud y
República
4 comentarios:
Ya se sabe, como decían los catalanes cuando eran españoles, "la pela es la pela", maricones hay muchos, que se jodan unos pocos, ¿ A quién le importa? aparte de a ellos, claro... :(
Salud
Que bueno su post, Don Rafa, que bueno. Un saludo.
Siguiendo la estela paterna. Yo la verdad es que no tenía esperanza en que este Borbón, fuera distinto.
Saludo
buen contenido en esta pagina gnula.mobi
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