No hay nada como unos presupuestos para ver la verdadera cara del gobierno que los presenta.Y la cara de este gobierno es fría, gris, cicatera, insolidaria, bélica e inactiva para con sus ciudadanos, y obediente y claudicante para con sus amos: Los Mercados. Una cara sin alma.
Podemos hablar de la forma, de cómo se ha producido la presentación de estos presupuestos del terror. En primer lugar, con una falta de respeto tremenda a la que nos tienen acostumbrado los peperos, la ausencia del presidente. Rajoy no dio la cara. Él, el todopoderoso, está sólo para las cuestiones importantes.
Cuando se empezó la rueda de prensa del consejo de ministros, ya estaba el ministro De Guindos cayéndose del guindo de Bruselas y diciéndoles a sus amos cómo eran esos presupuestos. Antes que al parlamento, donde se presentarán el martes, y antes que a nadie en España, incluido los medios de comunicación, los deberes se enseñaban a los que deciden. Se nota quien manda.
Para que no quede duda, la UE ha dicho que los presupuestos están de miedo (¡y tanto!), pero que no basta, que hay que aprobarlos ya, con prisas, que el camino normal que llevaría a junio es inadmisible. A lo que el ministro español ha dicho que no se preocupen que –sí, señor-- le darán toda la urgencia al tema.
Son muchas las críticas que se deben hacer a estos presupuestos, por eso es posible que tenga que volver a hablar del tema. Hoy, quiero sólo, hablar de las cuestiones que más me han chocado.
En primer lugar –ya ha hablado de ello, mi amiga Carmen— está la amnistía fiscal. Ante la perspectiva de tener que perseguir el fraude fiscal, ellos no quieren enfrentarse con su gente, los poderosos, prefieren perdonarles todo si les dan el diez por ciento del dinero negro que aflore. Una afrenta total a los que cumplimos con Hacienda y que vemos como defraudar en este país tiene premio, cada cierto tiempo.
Es más, y aquí se demuestra el Diego-dieguismo del maestro Rajoy (donde dije digo, digo Diego). El mismo y sus muchachos se opusieron a una propuesta similar del gobierno anterior:
Claro que ya sabemos que Rajoy convierte lo blanco en negro, el agua en vino y las ocurrencias de otros en magníficas políticas propias.
Es tirar la toalla ante el fraude fiscal, rendirse, y demuestra que defraudar en España es rentable, sale muy barato, cuando no gratis.
Entre otras cuestiones está la subida de la luz, el 7%. El ministro Soria había anunciado que esta subida sería entre el 5 y el 7%, y naturalmente como ya habíamos anunciado aquí, quería decir el 7%, ni el 5, ni el 6, ni tan siquiera el 6,5%. De la subida del gas, no había dicho nada, y ahí la tienen, un 5% más, desde mañana.
Y qué decir de partidas como la ayuda al desarrollo que han sido reducidas a la mitad. Lo que significa un golpe mortal para el Tercer Mundo. Prueba inapelable de la insensibilidad de este gobierno.
El presupuesto del ministerio de Hacienda baja el 23%. Podría haberse invertido algo en convocar plazas para inspectores, necesarios para perseguir el fraude fiscal. Aunque como se ve es más fácil que un trabajador medio pague el 20% de impuestos, o que la renta del capital sea del 21%, y que los defraudadores, los delincuentes fiscales, la gente más rica, se vayan de rositas con el 10%.
Otra medida más que demuestra la desvergüenza y la falta de alma de este gobierno es la salvaje rebaja (1500 millones) en políticas activas de empleo, –demostración inequívoca de que les importa un pimiento el paro— y la desaparición de la transferencias a las personas dependientes (esto se llama: “sensibilidad social” con los necesitados).
El ministerio de Fomento, que es de los que más empleo generan, sufre un decremento de 35%, mientras que el ministerio de la Guerra sólo tiene una bajada del 8,8%. ¿Por qué será?
Esto es sólo un avance, si quieren entretenerse y ver todos los despropósitos, aquí pueden ver el desglose –todavía en letras grandes— de los presupuestos.
¿Dónde están las partidas para generar empleo? Justo de lo que se llena la boca este gobierno como si fuera su primera prioridad. Ni una. Es más, se cargan una parte importantísima del presupuesto de las políticas activas de empleo.
Van a lo suyo, les importa un pito el paro, la crisis y la miseria que están creando. Sólo ven lo que sus amos neoliberales les mandan y ellos, a obedecer.
Estos presupuesto son la puntilla. Pero no se preocupen, habrá mas, porque como fallarán, nos terminarán descabellando.
Salud y República