La primera reunión del Consejo Federal de Izquierda Unida tuvo lugar ayer como todos habréis sabido por los medios de comunicación, y sobre todo por IloveIU. Como quiera que ha habido habituales lectores de Kabila que bien en el blog o de modo particular me han solicitado mi opinión, y no tengo nada que ocultar, ahí va.
Una premisa: decir que mi opinión es personal, intransferible y no está consensuada con nadie, por lo que representa a un militante de base, sólo eso, un militante de base. Ni más ni menos.
Todos los medios de comunicación se han preocupado de la elección del Coordinador, que era la cuestión más esperada por todos. Sin embargo, sí quisiera decir que la idea que yo tengo de una dirección es algo más plural que el mero coordinador, pero en fin, no voy a negar que a efectos de la opinión pública el peso que toma el director de orquesta es fundamental, yo diría exagerado pero eso no lo voy a cambiar.
Hablando del coordinador, diré que no ha salido quien hubiera preferido, sin embargo veo aptitudes muy positivas en Cayo Lara. Todo el mundo le reconoce como un gran trabajador, honrado y con dotes de consenso, algo que tanto se necesita en esta organización. Y además era el que tenía detrás la lista con más apoyos, por lo tanto, nada que decir salvo que me hubiera gustado que hubiera salido con un porcentaje mayor. Un 55% es mayoría absoluta pero significa que hay un 45% que no le ha votado, lo cual no es empezar en las mejores condiciones. Quede dicho que le deseo toda la suerte del mundo, porque en ello va la supervivencia de I.U., y desde luego, en la medida en que lo he venido haciendo, esto es, sin responsabilidades específicas, no otorgadas pero tampoco deseadas, que cuente conmigo.
En cuanto a la Comisión Ejecutiva, si digo la verdad, no me gusta. Y voy a explicar las cuestiones que me parece que no deberían haber ocurrido. Espero que nadie piense que quiero hacer sangre pero hay errores de base que habría que corregir.
En primer lugar el tema de las mujeres, ¿para qué sirven los estatutos? ¿Cómo es posible que sólo haya siete mujeres entre veintitrés miembros? O sea el 30%. Recuerdo que la primera organización política que puso cuotas para mujeres, allá a finales de los ochenta fue Izquierda Unida. Una vergüenza. Ha habido una de las tendencias, la llamada Nacional II, que ha presentado cinco, repito cinco hombres para cinco cargos en su cuota correspondiente.
En segundo lugar, quiero hablar de la renovación. En las distintas coordinaciones --la comisión ejecutiva consta de seis coordinaciones generales y diecisiete secretarías-- de las seis, sólo dos son miembros nuevos. Y la mayoría de las secretarías están detentadas por personas que ya tenían máximas responsables en la dirección anterior. ¡Menuda renovación!
En tercer y último lugar, está el tema de la juventud, unido por cuestiones generacionales con el de la renovación. Pues bien, ya tiene guasa la cosa, ninguno de los veintitrés componentes de la Comisión Ejecutiva tiene menos de treinta años. Oiga, pues vale, ¿dónde están representadas las juventudes de Izquierda Unida?
Y todo lo anterior, sin hablar de nombres pues algunos me hacen sonrojar.
Pues bien amigos, estos son los mimbres, y yo estoy convencido de que se puede hacer un buen cesto, basta que haya voluntad de consensuar y sobre todo de salir afuera y dejarse de mirar el ombligo. Hay mucha gente a la izquierda del PSOE que hoy está esperando una alternativa de izquierdas real, no desaprovechemos la ocasión. Para ello, lo primero, lo más necesario, lo primordial, lo que no puede esperar más es la refundación, mandato prioritario de la IX Asamblea.
Hay que ponerse a trabajar ya, la crisis nos lo está pidiendo a gritos, hay que salir en defensa de los que verdaderamente la están pagando: los trabajadores. Sólo una cuestión, todos los esfuerzos y referencias han de ser desde y para Izquierda Unida y no de un partido o de una "corriente". Todo ha de girar en torno a Izquierda Unida que es la organización madre. Que no ocurra lo que la última vez, que la dirección que salió fue acosada desde dentro, desde el primer día.
Salud y República
