El partido de Bankia (PP + la cúpula de IU-CM) ha ganado el primer asalto. Tania ya está fuera de IU. Eso sí, todavía no se ha escrito el final de la historia. Unos impresentables de la dirección regional --que sirvieron al hundimiento de Bankia, que firmaron acuerdos que favorecieron a Florentino Pérez (la ciudad deportiva), que han conseguido que IU-CM tenga deudas cercanas a la quiebra financiera, que no creen en la convergencia con otras fuerzas de izquierda, como viene demostrando su historia desde hace años—, ellos, con ayuda de una dirección federal que amenaza pero que no da, han conseguido cargarse la iniciativa más ilusionante en IU, desde tiempos de Anguita.
Hoy, los verdaderos capos, los gerifaltes de IU-CM, son todavía aquellos que defendieron, pusieron la mano en el fuego, abrazaron y sostuvieron a Moral Santín, cuando junto con Blesa, Rato y Cía se estaba cargando CajaMadrid y luego Bankia y utilizaba una tarjeta black que le supuso un sobresueldo de más de 456.000 euros. Aquellos que dominando una red clientelar más propia de mafias que de un partido político se perpetuaron en el poder hasta que unas verdaderas elecciones –las primarias—, les pusieron en su sitio (menos del 30%).
Aquellos a los que, desde la dirección federal que preside Cayo Lara, se les ha dicho que debían dimitir en tres ocasiones, habiendo hecho caso omiso, incumpliendo ese mandato de forma chulesca y desvergonzada, sin que desde esa dirección federal se les obligara a ello (quién sabe si por desidia, ignorancia o intereses). Y allí están, Ángel Pérez y Gregorio Gordo, desafiando a Izquierda Unida federal, hundiendo Izquierda Unida de Madrid y conculcando la voluntad de sus afiliados y simpatizantes.
Y ahora su punta de lanza –ellos son cobardes y dejan que otros den la cara y se quemen— se llama Libertad Martínez. La diputada de IU en Madrid que se pasa todo el día en Telemadrid, Periodista Digital y otros medios de la derecha, denostando a la ganadora de las primarias, sirviendo intereses espurios y peperos, y consintiendo ser monaguilla de un poder bastardo comandado por el jefe del clan, il capo: Ángel Pérez. La misma que, quién sabe por qué, mandó abrazos a Moral Santín, después de conocerse que había votado por Blesa, que ganaba más de 400.000 euros al año y que como vicepresidente de Blesa y de Rato tomó decisiones que hoy nos han llevado a donde estamos.
Lo que no sabe Libertad –bonito nombre para alguien con anhelos totalitarios— es quién es Ángel Pérez, pero se enterará. Hoy le está sirviendo al dictado, literalmente, pero el día en que las cosas se tuerzan no dudará en laminarla y deshacerse de ella, al igual que ha hecho con Antero Ruiz. La usa como un kleenex y como tal la tirará a la basura cuando ya no le sirva.
Estos han sido los impulsores de la renuncia de Tania a continuar en IU. Yo no me hubiera ido, pero comprendo perfectamente que es difícil, de héroe, mantener una situación como la que tenía Tania, ganadora de una primarias definitivas, y, sin embargo, obligada a recorrer dentro de su organización un camino lleno de obstáculos, colocados por quienes deberían ser los garantes de ese activo, de ese revulsivo, de esa ilusión que supuso Tania en la izquierda madrileña.
Ellos, esa vieja guardia, sabe muy bien lo que quiere, mantenerse a cualquier precio en el machito, mantener sus sillones aunque ello suponga –eso les importa un pito— la posible desaparición de IU en Madrid o su irrelevancia política. Lástima que Cayo Lara y la dirección federal, imitando a Rajoy, agachen la cabeza -- han hecho de Don Tancredo en este drama, tan desgraciado como esperado-- y dejen que estos “aprovechaos” hagan lo que quieran, incluso contradiciendo sus órdenes.
Cayo no puede decir que le ha sorprendido lo ocurrido, porque era una posibilidad real, tenía que haber actuado con contundencia, como ha hecho el PCE de Madrid, al que pertenecen Pérez y Gordo –que les ha abierto expediente de expulsión— y tendría que haber propiciado una salida democrática, una salida que los que nos quedamos en IU le habíamos pedimos: que cesara a la dirección de Madrid y convocase una asamblea regional para elegir una nueva ejecutiva que representara, de verdad, a los militantes y votantes de IU y que diera los pasos necesarios para una convergencia con las otras fuerzas de izquierda.
Ángel Pérez –’el colocao’—, quien vive desde hace más de veinte años en las instituciones, ha visto peligrar su posibilidad de seguir en su palacete –parece que su intención es que IU le nombre senador— y ha utilizado una minoría –demostrado en las primarias, menos del 30%— para que desde su puesto actual de portavoz del ayuntamiento de Madrid pueda seguir conservando sus privilegios.
Por cierto, como excusa Pérez y Cía, dicen que no se pueden perder las siglas de IU y que presentarse a las elecciones sin esas siglas significa la disolución de Izquierda Unida. Craso error interesado, y ellos lo saben muy bien, porque el Partido Comunista de España, al que pertenecen, no se presenta a las elecciones con sus siglas, sino bajo las de Izquierda Unida, y que yo sepa sigue funcionando después de casi veintinueve años de la creación de IU.
Yo me quedo en Izquierda Unida, pero quiero dejar claro que, junto a muchos compañeros, no estoy dispuestos a pertenecer a una dirección regional que se mantiene en el aire, sin sustento y de forma artificial, y que mi referencia es Alberto Garzón. En el caso de que no se sustituya esta dirección regional mi voto en la Comunidad –no así en las municipales y en las generales donde seguirá siendo para IU— será un voto contra la derecha pero no a Izquierda Unida.
Nos queda Garzón al que ya están bombardeando desde la vieja guardia, al que no quieren admitir porque saben que les conoce, y que su nueva forma de hacer política, la convergencia y la participación, les hace quedarse fuera del tablero.
Apoyaré a Alberto Garzón mientras que pueda continuar su batalla por esta forma nueva de hacer política, por esa unión necesaria de la izquierda ante una derecha implacable, esa que si gobierna otra legislatura nos podría hacer retroceder otros veinte años.
Aquí estaré, mientras que tenga fuerzas, porque entre otras cosas sé que, aunque el presente es duro, en el camino terminaremos convergiendo todos los que pensamos en un objetivo común, donde por encima de las poltronas y las siglas está la política, la posibilidad de un cambio real que este país se merece. Y allí, sé que me encontraré de nuevo con Tania, con María, con Hugo, con Jorge… Con todos aquellos que hoy parece que se alejan pero que sin duda están cerca, mucho más cerca que otros que se quedan.
Salud y República
6 comentarios:
Jode mucho ver que el tiempo no parece que pasa, la izquierda siempre peleada con su mayor enemigo, la izquierda, así no vamos a ninguna parte... :(
Salud
Me alegra leerte, porque en ti confío y estaba un poco desorientada.
Joder voy llorar
Joder voy llorar
Sabiendo lo que has defendido a Tania esta postura te honra. Sobre todo como persona.
Los políticos deberían ser así, como tu.
Un abrazo.
http://destinosconhistoria.blogspot.com.es/
Publicar un comentario