Hoy las noticias económicas tienen tres protagonistas. Las tres patas del banco que invocan al cielo lanzando proclamas para acabar con la crisis.
Se trata de dos señores y una señora que aprietan desde donde se debe apretar, desde lo público y desde lo privado. Desde las instituciones. El primero es el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez. El otro, el que lo hace desde lo privado, es ese que se ha hecho famoso por hundir empresas, las suyas y las que le caigan, el presidente de la CEOE, Díaz Ferrán. Y, por último, está Pilar González Frutos, presidenta de la patronal de seguros Unespa.
El ínclito Gerardo ha declarado sin cortarse un pelo y con la desvergüenza que le caracteriza que los trabajadores deben jubilarse a los setenta años. Seguramente su proposición es para que así con la aportación de los trabajadores mayores se pueda pagar la contribución a los parados que él genera. Ahí está Air Comet, y en puertas Marsans y la aseguradora Mercurio, de momento. Claro que ya sabemos que la culpa es de los clientes que estando como están sus empresas han querido viajar en Air Comet, comprar productos turísticos en Marsans y asegurarse con Mercurio. ¡A quién se le ocurre!, él nunca lo hubiera hecho.
Por otro lado, el gobernador Fernández Ordóñez, insiste en todas las recetas neoliberales que nos han llevado a esta crisis, pero además, se permite aconsejar que haya libertad de convenios para empresas pequeñas. Una de las cosas más graves que puede ocurrir. Si las empresas pequeñas, de pocos trabajadores, no están reguladas por un convenio agrupado, sea de sector o de otro tipo, habrán perdido la fuerza de negociación y perderán derechos recogidos en los convenios de nivel más alto, debido a su debilidad. Eso sí, también dice, este buen señor, que eso podría salvar algunas empresas, pues se podría conseguir no cerrar la empresa a cambio de bajar los salarios en los casos extremos. Él mismo descubre el pastel y se queda tan pancho. Yo le pondría a a trabajar en una empresa de diez trabajadores y a discutir un convenio con el dueño, sin acatar el convenio marco del sector. Probablemente se bajaría los pantalones. Exactamente lo mismo que está haciendo ahora con la patronal.
Por último ha aparecido la presidenta de la patronal Unespa, que se ve que quiere hacerse conocer y quién sabe si no es para suceder a Gerardo, que parece que tiene los días contados. Desde luego su aparición no ha podido ser más ilustrativa. Dice la buena señora que “suena raro pero hay que decir a los trabajadores que deben trabajar más” . Otra que tal baila, y quiere entrar en campaña. Pues señora, los trabajadores de este país trabajan más que la media europea y reciben prestaciones menores, claro que también en este país hay que mantener a empresarios que pagan menos impuestos que los trabajadores y tienen unos bonos de menéate y tente tieso.
Pues si es con estas tres patas con las que se quiere hacer el banco que nos salve de la crisis, apaga y vámonos, que volvemos a las cavernas.
Salud y República
14 comentarios:
Los tres tahures del Manzanares
Tremendos los tres, sí. Mira que decir G.D.F. que Air Comet era una piedra en el zapato (si no he oído mal)... Puf.
¿Que se puede esperar de la patronal?
Pero de este gobierno, yo si esperaba algo mas...
Salud
También sonará raro (solo a ellos) decirles que no tienen vergüenza. Pero así es.
Un beso
Pues como diría Díaz Ferrán, es como la lotería. Como son tantos pues tienes el riesgo de que alguno sea malo.
Lo raro es encontrar uno bueno. Debe ser una lotería trucada.
Y como dice Díaz Ferrán, pues mala suerte. Hay que fastidiarse, D. Kabi.
salud
Podemos celebrar el carnaval (ahora que está cerca)con todos estes y algunos más, yo propongo la figura del "Peliqueiro" que es un personaje que aparece en los carnavales de Laza (Ourense) y lleva seis cencerros colgados en la espalda. A estos se los colgamos al cuello y los paseamos por la rede ¿qué te parece?
Bicos
Vamos a acabar echándo de menos a José María Cuevas y más aún a Ferrer Salat.
Sigue, Rafa, que hay una cuarta pata (los bancos de tres patas son inseguros y ellos están siempre segurísimos).
Y se acerca el dialogo social¡¡¡¡¡QUE MIEDO¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
Saludos.
Producen auténtico asco
Cada día que oigo o leo una declarción de esta gentuza me dan ganas de vomitar.Además lo hacen con un desparpajo que alarma
Saludos
Lamenta uno leer que en todos lados siempre se corta por lo más débil. Los Bancos nunca han sabido de justicia, de razones sociales ni de banderas. Sólo su bolsillo les importa, que den los números, lo demás, que se salve quien pueda!
un abrazo!
P.D
muchas gracias por hacerte siempre un rato y pasar a leer mis cosas
¿y si le pegamos una patada al taburete? con semejantes patas cae seguro.
Jorge, este chico es así.
Pues sí, Genin, yo también.
No la tienen, Carmen. Besos.
Txema, sí, es difícil encontrar uno regular. Buenos no hay.
Estupendo, Dilaida, me parece bien. Pero, ¿quién le pone el cascabel al gato? Bicos.
Oiga, D. Bolche, el tal Ferrer Salat parecía más normal (dentro de lo posible)
Si buscamos, MªJesús, encontramos más patas del mismo banco. Seguro.
Haberlas haylas. Bicos.
Severino, es verdad, da susto.
Felipe, efectivamente, son vomitivos.
Llevas razón, Mónica, siempre por lo más débil. De ahí que tengamos que estarnos defendiendo siempre. Besos.
Javi, pues a darle, a ver si cae. Como decía Llach de la estaca: "tomba, tomba".
Salus y República
Hablando de patas, podríamos decir que la democracia es como una silla que tiene cuatro patas. Las patas son el Poder ejecutivo, el Poder Legislativo, el Poder Judicial y el Poder de los Medios de Comunicación. Cuando la patas de la silla se van fusionando es obvio lo que sucede. Esto es muy común donde existe socialismo.
Es un hecho que la independencia de los poderes políticos es fundamental para proteger las libertades del ciudadano. Sin embargo, destruir la independencia de los poderes por parte de los defensores del socialismo, sobre todo el poder judicial, ha sido constante; resultando que la democracia no deje de tambalearse.
Continúo en mi bitácora: Lodicecincinato.tk
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