Ocurrió en Julio de 2004. Ante la falta de camas públicas Antonio Rivera, con un infarto, ingresó en la UCI de un hospital privado. Bueno, pues ahora la Sanidad Madrileña, siguiendo su línea habitual de velar por los intereses de los madrileños, no quiere pagar a la empresa privada el coste: 15.000 €. La razón es muy sencilla --??--, primero lo tiene que pagar el paciente y luego se lo reembolsarán. Así lo ha decidido el "defensor del paciente" de la Comunidad --con estos amigos, no me hacen falta enemigos. Parece ser que se trata de un problema jurídico (??).
El caso es que Antonio percibe una pensión de 600€, era autónomo, y debe pagar más de 200€ a la Seguridad Social para tener derecho a la futura pensión de invalidez, mientras que se le valora la minusvalía. Total que si alguien no lo remedia, tendrá que hipotecar su casa en Mejorada para pagar la factura, o conseguir un crédito por ese importe y esperar a que después se lo devuelva la Comunidad.
Ya sabéis, Aguirre y Lamela lo han hecho posible, no sólo privatizan la sanidad sino que además quieren que lo paguemos aparte y por adelantado. ¡Cómo está el patio!
Cuando te dé un infarto, es un poner, que no te ingresen si no es un hospital público, no vaya a ser que luego te vuelva a dar cuando te llegue la factura. Por cierto, esto debe ser "hacer patria pepera" para la Presidenta en cuestión, tiene güevos.
Salud y República
3 comentarios:
En muchos blogs amigos, optamos por tomarnos las cosas de Doña Espe a broma. Pero la verdad es que no tiene ninguna gracia. La situación de la sanidad, de la educación, del transporte o de la discapacidad es insostenible. Hoy no me apetece ser irónico.
Lo acabo de leer en "El País" y estaba comentando con mi hermano que nos parecía increíble. Encima, al parecer, la clínica privada que atendió a este hombre le está dando facilidades para que pague a plazos y así no tenga que pedir un crédito muy grande de golpe. Lo que hay que ver: la sanidad privada preocupándose más por el paciente que por el dinero y la pública preocupándose más por el dinero que por el paciente.
una verguenza...Pero esta señora no era la que iba a dimitir si en no se cuanto tiempo no acababa con las listas de espera?
pues venga, humo que chispea!
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