Han
tratado de imponer la bandera de la regeneración, la lucha contra la
corrupción. Sin embargo, a pesar del poco tiempo que llevan en la política
nacional, más bien parece que lo suyo es degenerarla.
Desde el
caso escabroso de su tesorero --ocultó la compra de un local en Barcelona y una
hipoteca en Bankia, además de tener bloqueadas sus cuentas en Brasil, por
fraude fiscal, y haberlo negado en el Senado--, que todavía sigue como si no hubiera
pasado nada, al engaño en su currículo de su lideresa en Barcelona, la
concejala Carina Mejias –quien ha añadido un master y un posgrado falso a su
expediente académico--, pasando por las modificaciones hechas en el currículo
del mismo Rivera, este partido es ‘un dechado de virtudes regenerativas’, como
se puede comprobar.
Pero ellos
erre que erre. Siguen atribuyendo a los demás todos los males, mientras que no
cumplen ni con sus propias normas. Puesto que en su ‘Compromiso por la
regeneración democrática’ –parte de su programa electoral, con el que han
engañado a miles de electores--, en su punto tres, dice claramente que hay que
apartar de su cargo a quien haya falseado su currículo o su formación
académica.
Está claro
que este punto estaba destinado a los políticos de otros partidos. Porque de no
ser así, Carina Mejías –que además de concejala en Barcelona, es miembro del
Comité Ejecutivo Nacional de Ciudadanos, órgano máximo del partido— y el mismo
Rivera deberían haber sido apartados de sus cargos.
Claramente
vuelve a funcionar la ley del embudo, tan conocida y practicada por las
derechas españolas. Sus proclamas van dirigidas a los demás, nunca a ellos
mismos. Es una vergüenza que el tal Rivera no diga ni pío de su currículo, y
que la tal Mejías diga que ha sido otra persona que hoy no está en Ciudadanos,
quien le ha colocado un master y un posgrado más falso que un euro de madera.
Eso sí,
siguen dando palos de ciego e inventando sobre los demás. Basta ver cómo el
propio Rivera sigue diciendo que Sánchez no es creíble, mientras él calla y
habla de errores, y su delfín en Madrid, Ignacio Aguado confunde la velocidad
con el tocino y saca conclusiones falsas y confunde las coincidencias que todo
trabajo doctoral tiene que tener, pues está basado en otros, con el plagio.
Claro que su malaje ha sido contestado en las redes sociales con unos cuantoszascas que le han obligado a borrar el tuit que lo generó, puesto que le
han llamado ignorante, entre otras lindezas, con razón.
En fin, una
más de estos muchachos que dicen haber venido a cambiar la política y lo están
consiguiendo. Eso sí, a peor. Han callado, como desvergonzados, últimamente con
el master de Casado, del que hay mucho que hablar, y tratan de acusar de plagio
a Sánchez, algo que se ha demostrado falso. Eso sí, para ello cuentan con la
inestimable ayuda de gente encantadora como el ABC, Okdiario (Eduardo Inda),
esRadio (Jiménez Losantos), 13TV, El Mundo y otros medios de comunicación
‘comedidos y neutrales’. Y es que algunos medios de comunicación también son el
espejo de su alma.
Salud y
República
2 comentarios:
Y ahora pretenden convertir a las mujeres en las vasijas del neoliberalismo con eso de los vientres de alquiler. (Lo que hizo Sor María pero más sofisticado y con pretensiones de impunidad absoluta).
Totalmente de acuerdo. Sigo pensando que Ciudadanos fue un invento del poder económico para frenar a PODEMOS y la marea revolucionaria del 15M. Por cierto, el PP no cumplió nada de su acuerdo de gobierno y ahí le siguieron apoyando. Gente falsa, muy falsa.
Saludos.
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