Desde luego no seré yo quien defienda la violencia. No seré
yo quien diga que el ataque contra los guardias civiles y sus parejas en
Alsasua no es un grave suceso. Ahora bien de eso a que los agresores sean
acusados por terrorismo me parece un exceso absoluto.
Siendo un hecho condenable, me gustaría exponer lo que de
verdad para mí es terrorismo:
Terrorismo es cortar la luz a personas más débiles llegando
a producir la muerte.
Terrorismo es dejar en la calle a familias por no poder
pagar el alquiler o la hipoteca.
Terrorismo es haber hecho de este país el paradigma de la desigualdad económica.
Terrorismo es disparar en el agua contra inmigrantes que
intentas salvarse del hambre.
Terrorismo es aplicar medidas que provocan que haya dos
millones de niños con hambre.
Terrorismo es que los trabajadores paguen de media un 20% de
su salario y los empresarios el 5%.
Terrorismo es encerrar en cárceles llamadas CIEs a personas
que no han cometido ningún delito.
Terrorismo es que se haya rescatado a las Cajas de Ahorro,
con nuestro dinero, y las personas se mueran de hambre.
Terrorismo es hacer pagar el copago a los jubilados con
pensiones míseras.
Terrorismo es que se haya financiado un partido político con
dinero obtenido por contrataciones públicas.
Terrorismo es llevarse comisiones de obras públicas y no se
devuelva ni un euro.
Terrorismo es desmantelar en parte el Estado del Bienestar,
cuando se prometió protegerlo.
Terrorismo es que se permitan manifestaciones franquistas
que conmemoran los episodios más tristes,
injustos y deleznables que hemos
vivido.
Terrorismo es haber provocado una precariedad que provoca miedo, inseguridad y sumisión a los trabajadores.
Porque no es posible que aquí muera una señora de 81 años y
la compañía eléctrica mire a otro lado. Porque ya está bien de desahucios a la
gente que se ha empobrecido totalmente por la crisis y no se legisle para
evitarlo. Porque ser el país donde ha crecido más la desigualdad –actuación
política que se ha hecho a conciencia— no puede ser un ejemplo. Porque robar a
costa de contratos públicos es un crimen económico que pasa muchas veces sin
ningún coste. Porque un país decente hace de la Sanidad y la Educación Pública
un bien máximo y las defiende.
Y, sin embargo, ya lo ven, una agresión como la de Alsasua
es terrorismo, mientras que todo lo demás no es “según los cánones peperos”
sino una política necesaria.
Menos bromas, o llamamos a las cosas por su nombre o mejor
nos callamos. Porque, aunque se siga negando, muchas decisiones políticas
causan terror y alarma, causan muertes y, sin embargo, como se hacen desde
instancias políticas o económicas de alto nivel, son simplemente ‘medidas
necesarias’. El terror se puede causar desde muchas instancias, pero desde
donde más se está provocando, sin duda, es desde el gobierno y otras instancias
poderosas como las grandes empresas que siempre ganan y juegan con las cosas de
comer, para comer sólo ellos.
Salud y República
1 comentario:
Yo no se si técnicamente se puede calificar de terrorismo, a mi me parece demasiado, pero lo que si espero es que les crujan bien a esos cobardes agresores...
Salud
Publicar un comentario