No ha sido ninguna sorpresa. Se veía venir. Basta recordar
la sesión donde fue investido para darnos cuentas de que Mariano iba de
perseverar en su gobernanza. Y mientras que Ciudadanos pretendía
--hipócritamente-- hacernos creer que el PP iba a cambiar y el PSOE le llevaba
a la Moncloa mientras decía que iba a ser la oposición, Rajoy les ha hecho la
cobra a los dos.
Y ha empezado haciendo lo que mejor sabe: desaparecer, no
comparecer. ¿Alguien cree que el nombramiento de un nuevo gobierno merece ser
conocido por una nota, sin dar una rueda de prensa? Quiere demostrar desde el
primer momento que él sigue siendo el mandamás. No hay nada más que ver qué
ministros ha nombrado para saber que vamos a tener más de lo mismo, eso sí,
ahora con ayuda de esos dos monaguillos PSOE y Ciudadanos (ya verán lo que
tardan los naranjitos en entrar en el gobierno).
Había mucho que cambiar en la política anterior. Pues bien.
Los responsables de la política económica que han llevado a este país a una
desigualdad récord siguen siendo los mismos: De Guindos y Montoro, reforzados
por el nuevo ministro Nadal que hasta ahora era el jefe de la oficina de
economía de Rajoy. Y qué decir de la política laboral, que sigue estando en
manos de la inconsistente, ineficaz y siesa Báñez y su virgen del Rocio. En
Educación sigue el ministro continuador de Wert, que además, ‘como no tendrá
mucho que hacer’, tiene también la responsabilidad de la portavocía. Más Rajoy
y mucho Rajoy.
Y aunque haya cambiado de cabeza la cartera de Interior –que
conste que lo hecho, a pesar de su opinión, porque se ha visto obligado después
de que su amigo Jorge Fernández Díaz fuera reprobado por todo el parlamento--,
quien piense que Zoido, otro ministro meapilas, va a derogar la ley Mordaza va
de cráneo. Ha sido alcalde de Sevilla y precisamente su actuación no ha dejado
muestras de ser amante del derecho de participación y de la libertad de
expresión. Siempre ha defendido lo efectuado por el ministro anterior y no se
le visto una sola crítica ni a los CIEs, ni a la política de Inmigración, ni al
abuso de la fuerza contra manifestaciones, ni a ninguno de los improperios que
cometió Fernández Díaz.
Este gobierno no tiene desperdicio. Y lo vamos a ver. Rajoy
no es tonto, así es que ha hecho un gobierno a medida de su política. Por lo
tanto: seguirán los recortes y se ampliará la desigualdad, seguirá la
desastrosa reforma laboral, seguirá la ley Mordaza (aquí es posible que, de
forma obligada, haya alguna rectificación que no cambie lo esencial) y en
cuanto a Educación, ya veremos en qué queda esa promesa de revisar la LOMCE, me
da que en aguas de borrajas.
En fin, Rajoy antes de empezar, sólo con el nombramiento de
sus nuevos muchachos ha lanzado la primera piedra a sus socios C’s y PSOE, a
los que chuleará y en caso de que exista oposición les amenazará con nuevas
elecciones, a las que ambos partidos tienen terror, por su posible resultado
negativo. En resumen, la cosa ha empezado bien, Rajoy les ha hecho la primera
cobra, y ya verán como no será la única.
Sólo queda la posibilidad de que Unidos Podemos en el
parlamento y las organizaciones sociales fuera, se pongan las pilas y puedan
luchar contra esta Gran Coalición y la política que se avecina, porque más de
lo mismo, durante cuatro años, puede ser la puntilla.
Salud y República
1 comentario:
Para mi que la formacio´pn de este Gobierno, lo está haciendo con premeditación y alevosía, como todo lo que hace, con el fin de ir a nuevas elecciones aduciendo que no le dejan gobernar, ya verás... :(
Salud
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