Y es que él es así. Muy amigo de quien le ayude, al margen
de cómo sea. Elige a sus amigos por interés. Le importa un bledo su ética, su
honestidad. Y así, ocurre lo que ocurre, que todos le salen torcidos, pero cumple
su objetivo: con su ayuda y colaboración ha conseguido llegar donde está,
aunque ello haya significado no ser muy escrupuloso.
Luego, cuando se desata la tormenta, cuando se levanta el
telón de la corrupción, él, primero les ayuda, pensando que vendrá el buen
tiempo, después, cuando ve que el diluvio no amaina, hace como si no supiera
nada, para terminar dejándolos en la estacada cuando la cosa no tiene solución,
olvidando lo que dijo de ellos y lo que ellos hicieron por él. “Un ejemplo de amistad y fidelidad”.
Y pobre de aquel al que Rajoy, por intereses, señale como
buena gente, buen gobernante, ejemplo de gobierno, modelo de político. Lo tiene
jodido.
Las pruebas son abundantes, aquí hay algunas:
De Jaume Matas, Carlos Fabra y Paco Camps este vídeo da
muestras de lo que pensaba Rajoy:
Hoy Matas, después de haber estado dos años en prisión,
tiene el tercer grado concedido y le quedan por dilucidar varias causas
judiciales más.
De Carlos Fabra decir que está en la cárcel y que le quedan
juicios pendientes.
Paco Camps ha sido un personaje afortunado, porque a pesar
de haber quedado como un guiñapo en el famoso juicio de los trajes por, entre
otras cosas, su relación personal con El Bigotes, nadie se explica cómo no está
imputado cuando ha sido presidente de la Comunidad más corrupta de todos los
tiempos.
A Alfonso Rus le prometió amor eterno:
Rajoy le declaró amor eterno y ahí le tienen, hoy
detenido como capo de una presunta mafia de corrupción, donde se cobraba
comisiones a las empresas que obtenían contratos. Es difícil de explicar que el
juez no le haya condenado a prisión preventiva, aunque le ha puesto una fianza
de dos millones de euros.
Y qué decir de Bárcenas:
La vida de Bárcenas es muy conocida, por lo que es inútil
volver a hablar de ella. Fue el tesorero del PP puesto por Bárcenas y hoy está
en libertad, después de haber pasado por la cárcel, en espera de juicio. Rajoy,
mientras decía no saber nada en público, le animaba en privado.
Y es que Rajoy siempre ha defendido a sus amiguetes
(hasta que la cosa se complicaba), sabía que su futuro dependía de ellos,
porque gracias a ellos, ha llegado donde ha llegado, pero le falló la Justicia.
Él esperaba poder parar todos los golpes y de ahí viene lo que dijo hace años
de dos de sus amiguetes del alma, Bárcenas y Galeote:
Todo lo anterior constata que un halago o un abrazo o un
piropo del gran Mariano puede ser peligroso, un signo de un futuro poco
halagüeño, un devenir de obstáculos judiciales y más parece una señal de
condena previa hecha por un mafioso que un acto de cariño.
Así es que con estos antecedentes tanto la Infanta Cristina...
...como Rita Barberá...
...no es de extrañar que estén temblando.
Y es que: Si Rajoy te apoya, te
piropea, te defiende o te ejemplariza, ¡échate
a temblar!, te espera un futuro muy oscuro.
Salud y República
1 comentario:
Cierto, no hay mas que ver lo que le está pasando por apoyarse así mismo... :)
Salud
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