Pablo Iglesias ha tomado la
iniciativa y ha anunciado la posible composición de un gobierno presidido por
Pedro Sánchez y con él de vicepresidente. Además, anuncia que Izquierda Unida
entraría con un ministro por lo menos.
Con esta iniciativa ha
dejado al PSOE con la pelota en su tejado y al PP fuera totalmente de cualquier
posibilidad de formar gobierno. Rajoy queda fuera de juego y su amigo Rivera
desaparece del mapa de los influyentes. Los votos de PP y C’s no pueden evitar este
gobierno de progreso, si se consigue que el PNV –que ya ha manifestado su
absoluto rechazo a Rajoy— vote a su favor.
Parece que se abre una
verdadera oportunidad para que haya un gobierno de progreso. Un gobierno capaz
de atajar los problemas graves de este país. No será fácil, pero es la única
alternativa. El mayor enemigo que se presenta es la baronía del PSOE. Díaz,
García-Page y Fernández Vara son los únicos que pueden hacer que la formación
de este gobierno naufrague, porque oyendo a Sánchez he intuido que le gusta la
idea.
Ahora sólo falta la crónica
de una muerte política anunciada (la de Rajoy) y que Sánchez no encuentre
dentro de su casa los obstáculos suficientes para hacerle renunciar de este
proyecto. Creo que la izquierda española debe estar de enhorabuena. Es verdad
que el camino hasta que esté formado el gobierno no es fácil, pero la sola
noticia de esta posibilidad debería alegrarnos. Esta noticia si se confirma
podría dar paso a una nueva etapa que podría, por fin, dar a luz un gobierno
comprometido con los más vulnerables, que, por desgracia, hoy son muchos en
nuestro país.
El hecho de que Pablo
Iglesias haya pensado en Izquierda Unida le honra, porque ha sido capaz de
reconocer la importancia de un millón de votos y la invalidez de una ley
electoral que es de una desigualdad que asusta. Además de hacer justicia a un
líder como Alberto Garzón que merece por conocimientos, honestidad e ideología
ser miembro de un gobierno de verdadero progreso.
Ojalá que lo que hoy empieza
no se estropee. Cuenta con una mayoría que le apoya pero, también, es verdad
que los enemigos no son pocos. Algunos vienen de Europa, otros de organismos
internacionales y muchos están en nuestro país: políticos de derechas,
empresarios importantes, periodistas cavernarios.
Pero esta batalla se puede
ganar y hay que poner toda la carne en el asador, porque vale la pena. Si lo
conseguimos veremos cómo España en poco tiempo puede corregir una legislatura
comandada por Rajoy que nos ha llevado a un estado lamentable, cuyos efectos
más importantes han sido, los recortes económicos, los recortes sociales, el
desarrollo de tramas de corrupción, el empleo precario y la creación de una
desigualdad insoportable.
Hoy hay un atisbo de
esperanza y de luz, mañana puede ser realidad. No lo malgastemos y demostremos
que la Izquierda, al contrario que otras veces, puede permanecer unida.
Salud y República
4 comentarios:
Yo te voy a ser muy sincero, de ese Gobierno por parir no me fío ni un pelo, pero menos de Rajoy, y no quedan mas posibilidades, así que ajo y agua y ojalá que salga bien, pero lo dudo.
Salud
Aunque no me gusta un pelo un gobierno en el que el PSOE sea el partido principal, a estas alturas de la película no hay muchas más opciones, francamente. Me parece interesante el ejercicio de proponer un pacto concreto con cámaras y taquígrafos de por medio (ahora están todos de repente en el escaparate), de esta forma nadie podrá esconderse, hay que enseñar todas las cartas y ver si en el PSOE queda algo de izquierdas (que lo dudo). El día 30 nos enteraremos si, como pienso yo, "Gusanita" Díaz será la nueva "candipata" del PSOE o si apuestan de verdad por cambiar el rumbo.
Ojala me equivoque, y mucho, pero creo que otras elecciones no nos las quita nadie.
Les deseo suerte con esa apuesta.
Un abrazo
A mí me ha decepcionado mucho Podemos, por sus maneras arrogantes y excluyentes.Siempre se atribuye la verdad y tratan con frases despectivas, de pretensión chistosa, a los demás.Han convertido la política en un plató televisivo; todos sus actos los convierten en espectáculo y sobreactúan para ser el centro de atención. ¡Qué diferencia de la sencillez y nobleza con la que actúa Alberto Garzón!
Iglesias, en este último espectáculo, lleno de arrogancia y prepotencia, se retrata. Ha usurpado el papel político que corresponde a Pedro Sánchez.Le ha parecido más correcta su "lealtad institucional al Rey" que su lealtad a Pedro Sánchez con quien dice querer negociar y vemos que ha sido el último en enterarse de la propuesta. Iglesias tiene muchas tablas, pero ¿es eso lo necesario en un buen gobernante?
Iglesias y su equipo deberían leer a Lenin : "El izquierdismo, enfermedad infantil del comunismo".Les falta madurez para gobernar.
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