No en vano se viene acusando a nuestra ley electoral como injusta y poco democrática. No sólo por su esencia --puesto que queda demostrado la gran diferencia de votos que cuesta conseguir un escaño para las distintas fuerzas—, sino también por lo que se deriva de su uso.
El PP ha empezado a mandar. Lógico y normal al ser el vencedor de las elecciones generales. Y lo ha hecho con uso y abuso de los beneficios conseguidos con esa ley electoral. Así, la mesa del congreso ha sido concertada de tal forma que no obedece a los votos de los electores, sino a la desviación que ha provocado esa ley. Por lo tanto, el PP, por intereses propios no ha hecho caso de los votos, sino de los diputados que tiene cada fuerza.
De los nueve miembros de la mesa, cinco son del PP, tres del PSOE y uno de CiU. Lo que no cuadra con los porcentajes de votos obtenidos y sí con los escaños conseguidos fruto de esa ley arbitraria.
Los porcentajes obtenidos en las últimas elecciones han sido:
PP: 44,6%. PSOE: 28,7%. IU: 6.9%. UPyD: 4,7. CiU: 4,2.
Por lo tanto de haber hecho la distribución de acuerdo a los votos, la mesa debería estar compuesta por:
PP: 4 miembros. PSOE: 3. IU: 1. UPyD: 1.
Total que los beneficiados por esta ley y su aplicación a la hora de nombrar componentes de la mesa han sido el PP y CiU. Como se saben partidos que además están a partir un piñón, comparten intereses, gobernabilidad en Cataluña por suavizar la mayoría absoluta en el Congreso.
La primera decisión del PP, indica claramente que va a haber una legislatura apisonadora, donde el grupo mayoritario impondrá todo, con alguna concesión a CiU, por aquello de parecer menos duros.
Desde esta pequeña pantalla, vengo luchando desde hace años por el cambio de la ley electoral. Desgraciadamente, no se ha conseguido nada. Y aunque es debido a que la defienden con tanto ahínco PP y PSOE, por aquello de consolidar el bipartidismo, también debemos hacernos una autocrítica en IU. Puesto que sí la ecuación “un hombre = un voto” es el principio democrático fundamental, desde nuestro grupo se debe defender con toda la fuerza, y eso pasa por anteponerlo a cualquier otra negociación, a cualquier otra premisa. Cualquier acuerdo --grande, pequeño o medio-pensionista-- con un grupo que defienda esta injusta ley, ha de pasar porque cambie su postura y se ponga a favor de una ley democrática, más justa.
No valen medias tintas. Sin esa premisa, esta democracia, hoy deficitaria no saldrá del hoyo donde se halla. No se puede acordar nada, a sabiendas de que lo principal está por hacer. Hay que empezar a refundar esta democracia, y el primer paso es una ley justa que represente de forma proporcional a los ciudadanos. Lo demás, vendrá luego.
Salud y República
8 comentarios:
Vi la noticia en el telediario y aunque me lo esperaba, no pensé que fuesen capaces, pero ya veo que aquello de "piensa mal y acertarás" con estos no falla nunca.
Bicos
Son capaces de cualquier cosa.
Llevas razón.Si falta la esencia lo demás es anécdota.
No se puede negociar nada de nada con quiénes no les da la gana de hacer un reparto más proporcional y justo de la expresión de los ciudadanos.
¡Salud y República!
En la Mesa del Congreso están representados los que no quieren que cambie nada del sistema electoral.
Y esto es solo en principio. Mas que rodillo va a haber apisonadora en esta legislatura.
Salud, República y Socialismo
Aunque voy y vengo, sigo de cerca la actualidad. Infumable la composición de la Mesa y cómo han dejado fuera a IU. POr cierto, tampoco es nada bueno para la organización (IU) el rifi-rafé entre Lara y LLamazares. Pena
Besos
La cosa no tiene remedio, como dice mariajesús, son capaces de cualquier cosa...
Salud
A IU la dejan fuera de la mesa y a Llamazares lo condenan al ostracismo total. Buen comienzo, si señor.
saludos
Dilaida, son capaces de esto y de mucho más, y si no, espérate...
Bicos
María Jesús, y de más. Bicos.
Felipe, pensamos igual.
Antonio, así la califico yo "legislatura apisonadora".
Carmen, lo de ningunear a Llamazares es un error. Ya hablaremos. Besos
Genín, y de más.
Txema, así es, y lo que nos queda por ver.
Salud y República
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