Se apaga la luz. Mientras en Durban se consolida el fracaso en la cumbre del clima, el planeta da muestras de agotamiento y de grave enfermedad. Los cambios producidos por el aumento de la temperatura en los últimos años, se aceleran y afectan a muchos puntos del planeta, donde especies animales ya están sufriéndolo; donde en muchos países la sequía o las inundaciones es pan de cada día, en vez de excepción y anécdota.
Nosotros, los habitantes de esta casa que es la Tierra somos quienes la maltratamos, hiriéndola de forma grave. Y seguimos, sabiendo que estamos acabando con ella. El egoísmo, la insolidaridad, el afán desarrollista, el mantenimiento de un estatus económico dominante, todo ello conlleva a políticas cortoplacistas que se están cargando el Planeta.
Y es tanto el desatino y el egoísmo que no sólo llevamos una guerra sin cuartel por el control de las materias primas, de la tecnología punta, de los recursos existentes entre los distintos países, sino que nos estamos jugando el futuro de nuestros descendientes, de nuestros hijos, de nuestro nietos, sin que nadie haga parar esta locura miserable que condena a las futuras generaciones a una vida peor, en el mejor de los casos.
Ahí queda como muestra la cumbre del clima que se está desarrollando en Durban, donde no sólo no se consiguen avances en la limitación de emisiones, sino que parece que se va a quebrar el protocolo de Kyoto, incumplido hasta ahora, sin posibilidad de que se prorrogue su vigencia. Países en desarrollo como China e India no quieren sacrificar ni un gramo de ese desarrollismo en favor de generaciones venideras, mientras que USA, esa “democracia modelo” al ver peligrar su primacía en este mundo, quiere seguir en esa política suicida de emitir cada vez más gases nocivos. Otros países, escudándose en que los anteriores no quieren, también han decidido incumplir, o mejor dicho seguir incumpliendo, el protocolo de Kyoto.
Son las grandes potencias las que queriendo mantener su primacía en el mundo, basada en el desarrollo económico, no quieren cumplir con protocolos que les controlen las emisiones de gases. Sólo Europa (digámoslo y hagámoslo presente, ya que esta muestra de solidaridad, no es tampoco muy corriente en nuestro continente) junto a los países en vías de desarrollo –los grandes perjudicados--, ha sido clara y pretende que se respete el protocolo de Kyoto y seguir limitando las emisiones nocivas.
Mientras que los grandes políticos, juegan a cargarse el Planeta, sin pudor y con el ánimo de conseguir beneficios a corto plazo, los ejemplos del cambio climático son amplios y rotundos.
Por ejemplo, Pekín se ha visto obligado a cancelar centenares de vuelos por una nube tóxica que tapa su cielo y que hace que sus ciudadanos tengan que llevar mascarillas por la ciudad. Por otro lado, la sequía en Europa ha provocado que las las cordilleras, como Los Alpes, se encuentren sin nieve y gran parte del Danubio no pueda ser navegable por falta de agua. Y qué decir del deshielo del Polo Norte, donde peligran varias especies animales, y tantos otros ejemplos de cambios que ha provocado el aumento de temperatura de la Tierra.
Sin embargo, ahí sigue la mano del hombre devastadora. Acaba de aprobarse en Brasil un código forestal muy negativo para la depauperada Amazonía. Dos puntos hacen de esta ley, aprobada por el Senado brasileño, una tropelía ecológica. Por un lado se baja del 80% al 50% la tasa de protección de la selva amazóniza, con lo que se provocará una desforestación masiva. Y, por otro lado, se ha amnistiado a los hacendados que se habían saltado la ley y habían desforestado en zonas prohibidas. Como se puede ver, otra afrenta grave a nuestro Planeta.
Sin duda, el hombre es la especie animal más depredadora de la Tierra. Mientras que las demás especies luchan por mantener su hábitat y no esquilmarlo, él se empeña en obtener recursos de todo tipo y a toda costa, sin importarle las consecuencias. Esta generación será la culpable ante las venideras de haber dejado que el Planeta se degrade gravemente, habiendo podido tomar medidas para pararlo.
Se calcula que las víctimas mortales del cambio climático hoy son, trece millones al año.
Sin duda la economía de los poderosos ha aplastado, una vez más, a la ecología. O somos capaces de imponer un desarrollo sostenible o el Planeta no sobrevivirá muchos años más.
Salud y República
10 comentarios:
Están tan ciegos que aquí sigue valiendo aquello del sálvese quien pueda...pero no es así, si agotamos el planeta no habrá quien se salve.
¿Es que no ven???????????
Un abrazo.
Ni los gobiernos lo ven ni nosotros los consumistas que por estas fechas contribuiremos enormemente al calentamiento global, poco les dejamos de herencia a nuestros hijos y nietos.
Un saludo.
Los egoismos y los intereses económicos de los grandes paises van a terminan acabando conla salud del planeta.
Salud, República y Socialismo
No hay voluntad política de terminar con con los efectos que está produciendo el cambio climático.
Y no hay voluntad política porque ponen delante el desarrollismo(China)ante que los problemas de la polución.
Estas cumbres no sirven para nada dado que la falta de voluntad política las deja en aguas de borrajas.
¡Salud y República!
A mi es Canadá el país que me tiene mas decepcionado...
Salud
Lamentablemente estaba cantado el fracaso de la Cumbre en Durban. Las posturas de los más poderosos que son los más contaminadores, Estados Unidos y China, ya apuntaban maneras.
Lo de Brasil es de extrema gravedad. Efectivamente el planeta se muere y aquí nada importa. Sólo hablamos de la prima de riesgo que es lo que interesa al capital.
Un beso
Pues en nuestro país estamos a las puertas del más ecologista de los presidentes. Primo incluído.
Tú tranquilo, han encontrado donde cristo perdió al alpargata un planeta que puede albergar vida. Nos mudamos allí y ya está.
Estas cumbres sólo sirven para que unos cuantos se lo pasen bien a cuenta de los pobres contribuyentes. A la clase política no le interesan esas cosas.
Bicos
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