Haz mal, y tal para cual

Sí, ya sé que es un refrán inventado. Pero no encontraba uno opuesto al "haz bien y no mires a quién”. Porque el hecho lo merece. Hoy está de nuevo la Iglesia en el candelabro (otro dicho que inventaron la tal Sofia Mazagatos o el Jesús Gil, vamos dos intelectuales de tomo y lomo). Y es que está claro que esta institución católica premia a los sacerdotes más infames con los puestos de honor. Que conste que no lo digo por Ratzinger, Rouco o Cañizares, que también.

Un curita de pro, decidió un día hacerse capellán castrense y entendiendo mal lo de castrense (pensó que había que preparar a los soldados para una posible castración), en su cuartel de destino en Ibiza, quiso ver qué tipo de material portaba la soldadesca, antes de la capadura. Estoy seguro que no fue mala intención sino ignorancia. Y al pobre le acusaron de abusos sexuales y le echaron del ejército (qué poco sentido del humor y del amor tienen entre los militares).

Pues bien, una vez retirado del ejército, este curita valenciano llamado Francisco Sirvent emigró a Puerto Rico, donde también se le castigo, por abusos sexuales –otra injusticia--, y se le prohibió oficiar misas y confesiones.

El pobre se vió obligado a emigrar, esta vez a Argentina. Allí, como era muy listo, se comprometió a realizar unos trabajos de asesoramiento en derecho político. Y, claro el Arzobispado de Mendoza pidió, para el una distinción. El caso es que sin hacer los trabajos fue nombrado “prelado de honor del Papa”, Nadie se lo explica, o mejor, nadie se lo quiere explicar. El prelado de honor del Papa está muy cerca de él y se supone que le tiene que ayudar en ciertos oficios. Y suponemos cuáles son los méritos y dotes que se le conocen a D. Francisco.

Así es que un ejemplo para la curia. Y colorín colorado: Si en la Iglesia quieres medrar, lo mejor es hacer mal.

Salud y República