¡Vaya nombrecito!

Hay que ver los nombres que se llevan en nuestras Antípodas. Yo suponía que a lo más que se podía aspirar al poner nombres en Nueva Zelanda era: Esoj, Aíram, Olbap o Anasus, por ejemplo. Pues no, estos chicos no es que sean nuestros contrarios es que, simplemente, son raros. Y explicaré por qué.

Resulta que unos padres acaban de perder la custodia de su hija porque el juez lo ha decidido. Y este señor juez, ¿por qué lo ha hecho? Pues miren ustedes, porque los padres le habían puesto de nombre Talula does the Hula in Hawaii o sea, en castizo: Tahula hace el hula de Hawai. Hay que ser mamones para poner un nombre así a una hija. No me extraña que ante la queja de la niña, a la que no cesaban de vacilarla en el cole, les haya retirado la custodia de Talula...

El pobre juez se queja y con razón, por lo visto no deja de ver nombres sorprendentes, por ejemplo: Fish and Chips (Pescado con patatas fritas), o nombre de una parada de autobús, como Number 16 Bus Shelter.

Y es que en Wellington se han puesto de moda los nombres extraños. Siempre lo he pensado y ayer lo comentaba con unos amigos, los padres deberían tener en cuenta, al poner el nombre a sus hijos, la repercusión que puede tener. Porque si a nombre normales se les saca punta, ya saben lo crueles que son los niños a la hora de reírse de otros, imagínense lo que ha de pasar ese muchachito llamado Pescado con patatas fritas cuando pasen lista.

Miren ustedes yo sé que hay gente que tiene aversión a los nombres corrientes, a los normales, a los de siempre. Y no es que me parezca mal. Pero ¡ojo! que los niños también sufren. Porque si no, yo abogo por nombres descriptivos. Esperemos a que descubramos sus aptitudes, sus defectos o sus encantos y entonces ¡zas! el nombre que le pegue.

Por ejemplo, si fuera un niño desinteresado, apático podríamos llamarles Esteniñoesunmuermo. Si lo que tienes es un niño o niña que anuncia un cuerpo escultural le llamaríamos Luciendomicuerpo, si el muchacho o la chica en cuestión apunta hacia la bondad y la caridad, podríamos nominarle Hacebienynomiraaquién.

Eso sí, dando la posibilidad de que el interesado se pudiera cambiar de nombre a cierta edad si no está de acuerdo y, como venganza por haber lucido nombre innoble, pudiera optar por: Mipadreesuncapullo o Mimamaespija. Lo que haría más justo y equitativo el asunto.

Pero, en fin, que quieren que les diga, a mí me gustan los nombres de siempre y desde luego ante casos como el citado, apoyo al juez antípoda. Y pensarán ustedes que uno es un antiguo, pues no. La estadística que he podido encontrar sobre los nombres puestos en España en el año 2003 dice que los más usados son los nombres de toda la vida. Por ejemplo, comandan las listas: Alejandro y Lucia. O sea que si quieren poner nombres ultramodernos emigren a Nueva Zelanda (aunque el caso de Cuba y Colombia tampoco va a la zaga) y que no les toque el susodicho juez.

Salud y República