13 julio 2008

Nadal, un ejemplo

No voy aquí a descubrir a Rafa Nadal. Al fin y al cabo ganar cuatro veces Roland Garros y una Wimbledon ya le proclaman, con veintidós años, como el mejor tenista español de todos los tiempos. Pero no, no quiero hablar de sus éxitos, ni tan siquiera de su casta, de su fuerza o de su equilibrio mental. Todo eso lo tiene en grandes dosis.

Sin embargo, hay algo que le diferencia de otros deportistas, buenos profesionales, pero patriotas de hojalata. De los de pasear la banderita y residir fuera para no pagar impuestos. Los de presumir de españolidad y no pagar a Hacienda. Eso sí, muy legal todo. A esos, a los Alonso, Lorenzo, Pedrosa, Moyá y tantos otros que son unos peseteros, que les den tres duros.

A Nadal, gracias, por ser un gran deportista, por ser un tipo educado y comedido, y sobre todo porque cumple con su país. Reside en España y aquí paga sus impuestos. Como debe ser.

Salud y República

5 comentarios:

Martine dijo...

Buenos días Rafa,
Tienes razón, tu homónimo ( todo y ser del Madrid, nobody's perfect...)es coherente... Hablas de deportistas, pero me viene a la mente una voluminosa cantante de ópera que firma manifiestos en favor de la unidad del idioma en todo el territorio y que tiene residencia en el Principat de Andorra, paraíso fiscal donde los haya, y cuyos idiomas oficiales son el catalán (su idioma materno y paterno) y el francés, otro caso de "españolidad" a las antípodas de este brillante tenista...

Un beso muy cariñoso Rafa!

PD: ¿Hoy que toca, Cuscús ;-)?
¡La porción de paella que me has hecho llegar.... riquísima!

RGAlmazán dijo...

PUes sí, he hablado de deportistas pero en otras entradas anteriores lo he hecho también de artistas y cantantes, que presumen de su españolidad y por supuesto también de su lengua y se van a donde hablan otra. En fin, tú lo has dicho, es un problema de coherencia o mejor de falta de ella.
Querida Selma, hoy toca Spaghetti alla bolognesa, que valga la inmodestia, tampoco me salen mal. Que conste que quedas invitada.
Un beso gastronómico
SAlud y República

Martine dijo...

Con una nube de Parmiggiano... hummmmmmmmmmmmm me voy para Kabila, haganme un hueco "pequeño" ;-) lo bien que me va a ir esta dieta y vuestra compañía!!!


Ci vediamo dopo ! bacci e grazie mille!

Fasolt dijo...

Bien, bien, bien... mi primer comentario. Estoy de estreno.
Jejeje. Parece bastante divertido esto de la blogocosa; puede que incluso llegue a pasar un buen verano asomado a esta singular barandilla.
Sí señor. Me ha gustado su entrada. Concisa, directa, sin mayores alharacas. Y me ha gustado el contenido y el concepto.
Ya me dijo la señora que Vd. era de lo mejorcito que se paseaba por este curioso universo medio virtual. Llegaremos a hacer buenas migas, no le quepa duda don Rafael. De momento y para comenzar, lo saluda su seguro servidor... no, no, no... eso aquí no cuadra... lo saluda su amigo en ciernes.

Luna Carmesi dijo...

Los deportistas no deben ser serviciales a una bandera. Deben ser un ejemplo para la sociedad de donde han surgido. Nadal lo consigue.