10 julio 2008

Predicar con el ejemplo

Sí señor, como tiene que ser. No hay nada como dar ejemplo. Así lo han hecho los grandes mandamases de las ocho potencias mundiales, reunidos en una isla del Japón, cuyo objetivo oficial era llegar a un acuerdo para dos problemas fundamentales: las emisiones de CO2 y el problema del hambre en el mundo.

Para las emisiones de CO2, causa fundamental del cambio climático, estos grandes próceres han conseguido un “magnífico acuerdo”, en el que para 2050, vamos mañana, se comprometen a disminuir el 50% de las emisiones. Por primera vez, también USA está de acuerdo. Claro que hay trucos. Primero, de aquí al 2050, a este paso, todos calvos. Segundo, a USA le basta con no cumplir con sus compromisos como ha hecho otras veces y ya está. Tercero, la reducción es sobre lo que se está emitiendo ahora, no cuando se firmó el protocolo de Kyoto, lo que equivale al 20% de entonces. Cuarto, no están de acuerdo los del llamado G-5, las potencia emergentes –China, India, México, Sudáfrica y Brasil, que son los máximos emisores en un futuro próximo. Y tienen sus razones, ahora que ellos necesitan desarrollarse les piden que se paren. En fin, un exitazo como se puede ver.

En relación con el hambre en el mundo se ha llegado a un acuerdo de llegar hasta los 50.000 millones de dólares de ayuda, aunque claro, ya veremos. Del acuerdo anterior hay una “pequeña desviación” de 40.000 millones, quién dice que no se repetirán desviaciones de ese tipo.

Al referirse a la subida del precio de los alimentos el G-8 llama a que los países productores de alimentos liberalicen sus fronteras, para bajar el precio, puesto que les provoca desequilibrios e inflación en sus países. Lo del hambre es lo de menos, lo importante es arreglar la economía de los grandes. Hay que tener cara dura como si no fueran ellos (USA y Europa) los más proteccionistas. Lo que ha prometido USA de aquí a 2010 a los países pobres es lo que gasta en quince días en la guerra de Irak. Vamos una bagatela, una propina, que probablemente no llegue a cumplir.

Bueno pues éste ha sido el resultado de la cumbre. Como ven llena de “éxitos”. Es por ello que estos muchachos de los países ricos para celebrarlo y dar ejemplo se han reunido en un “modesto ágape”. Con sólo 25 chefs, 19 platos de los manjares más caros y delicados (no podían faltar ni el caviar ni la trufa ni otras menudencias) y algunos caldos y espumosos de los mejores del mundo.

En fin, no es de extrañar, había que celebrarlo. Hoy, y mañana más, muere más gente de hambre en el mundo que ayer. Pero, que nadie se preocupe, que son del Tercer Mundo.

Salud y República

6 comentarios:

m.eugènia creus-piqué dijo...

Que pena señor,y para mayor regodeo la comilona mientras la hambruna hace estragos,SinvergÚenzas !!

Antonio Rodriguez dijo...

Rafa
A los grandes solo les preocupa su futuro y cuando se ocupan de solucionar los problemas del mundo o de los desfavorescidos, lo hacen de manera que sus acuerdos contengan tantas subjetividades para que no les comprometan practicamamente a nada.
Salud, República y Socialismo

Martine dijo...

Verdades como puños Rafa y expresadas de manera Magistral como sólo tú sabes hacerlo... Ya sabes de mis calificativos hacia tí y tus escritos, y no quiero que me riñas ;-)

¡Qué contrastes y que poca vergüenza esta exhibición digna de Pantagruel y Gargantúa...

Un beso cariñoso Rafa.

Luna Carmesi dijo...

Lamentable...
Y es que no me salen mas palabras que añadir a tu comentario...

Besos

Anónimo dijo...

Las tres agencias de la ONU que tienen como prioridad la lucha contra el hambre acaban de recordar, por si a alguien se le había olvidado, que en los últimos 30 años el porcentaje de la ayuda al desarrollo dedicado a la agricultura cayó del 17% al 3%.

En la cumbre de Gleneagles de 2005 prometieron aumentar los niveles de ayuda a África hasta los 50.000 millones de dólares para 2010. Un informe reciente de un comité organizado para hacer un seguimiento de los resultados de esa cumbre revela, sin embargo, que al ritmo actual de gasto los países del G-8, se quedarán cortos en 40.000 millones cuando llegue la fecha límite.

Te doy estos datos como te podría dar unas decenas de ellos más. Supongo que esto algún día reventará por algún dado.

Gemma dijo...

Y lo peor es que tras la copiosa comilona, cuando toca levantarse de la mesa, sufren de pronto en sus bien alimentadas carnes un lapsus, y santas pascuas.

¡Adiós propina!