04 diciembre 2016

Eduardo Inda, el “adalid” de la ética, es un farsante, mentiroso y maltratador

Este tipo que no deja hablar a los demás, que impone sus tesis con mentiras, que chilla más que habla y que siempre cree estar en posesión de la Verdad con mayúsculas, ha demostrado ser un mentiroso compulsivo, un farsante capaz de manipular pruebas y montar documentos falsos para atacar a los que dice son sus enemigos, fruto de una paranoia gigantesca. Y ahora, además, un maltratador puesto que no cumple con sus obligaciones familiares --al no pasarle los emolumentos acordados a su familia--, lo que es una forma de maltratar a su exmujer y a sus hijos, al tiempo que demuestra su catadura moral. Justo él que siempre trata de dar lecciones de ética personal y periodística.

Para Inda, Pablo Iglesias recibía dinero de Venezuela, algo que el juez echó abajo y acusó a Eduardo Inda de falsificar pruebas y hacer montajes falsos para denostar al líder de Podemos. Lo mismo hizo con Trías, el exalcalde de Barcelona, al que acusó de tener una cuenta en Suiza, algo que no ha podido demostrar y que otro juez ha archivado, y hoy es él el acusado por Trías, por haberle acusado en falso, lo que le puede costar sentarse en el banquillo.

Después de haber sido denunciado y haber perdido varias causas por mentir, manipular o falsificar pruebas –su obsesión contra Podemos e Izquierda Unida, así como contra los nacionalistas, le enloquece— ahora es acusado también de no pasar a su exmujer la cantidad de dinero acordado por el juez. Le debe más de 13.000 euros, por lo que le han embargado su sueldo y demás cantidades recibidas de La Sexta.

Un periodista, como cualquier otra persona, puede equivocarse, pero lo que Eduardo Inda hace es mentir a sabiendas, para calumniar, que ya se sabe que algo queda, aunque luego se descubran sus falsedades. Esa es su forma de hacer periodismo. Justo lo contrario de lo que se enseña en la facultad. Su exhibicionismo le lleva a vociferar, a gritar más que los demás, a no dejarles hablar, a inventar historias contra los que considera sus enemigos, y eso no es hacer periodismo, eso se llama goebbelismo. Repite y repite siempre las mismas mentiras para que haya quien cree que son verdades.

Algo incomprensible, por muy amigo que sea, es que García Ferreras le tenga como comentarista habitual en La Sexta, conociéndole como le conoce. Un tipo así sólo puede estar en diarios o programas libelo, como es su Okdiario. Todo lo demás es meter en casa a un impresentable exhibicionista cuyo fin es hacerse famoso a costa de construir historias cuyo parecido con la realidad son pura coincidencia. Hoy “Al rojo vivo” tiene una carga negativa al contar con un tipejo como Eduardo Inda, y Ferreras se lo debería hacer mirar, porque sin duda, le quita brillo, esplendor y veracidad al programa.

Salud y República

2 comentarios:

Genín dijo...

Pero no veas la pasta gansa que se embolsa por las tertulias esas teles, que son mas de dos, porque el tio hasta habla de futbol en el "Chiringuito"... :(
Salud

Unknown dijo...

A lo mejor García Ferreras es parecido a el. Yo no pongo las manos en el fuego por nadie. Saludos.