Partiendo de la base de que el concepto de dios es
discutible, en el remoto caso de que existiera, no me cabe la menor duda de que
es de derechas. De derechas, muy de derechas.
Si no, sería difícil de explicar que, siendo buena gente y
omnipotente como dicen, haya permitido que reine durante cuatro años, en este
país, una plaga como el PP que no ha dejado títere con cabeza, que ha
conseguido que los ricos sean más ricos y los pobres sean la miseria total; que
ha destrozado la clase media para convertirla en baja; que ha conseguido
culminar su legislatura con menos trabajadores en activo que cuando empezaron;
que se ha pasado estos cuatro años reprimiendo a los débiles y defendiendo a
los poderosos y que ha triunfado en la construcción de un pozo nauseabundo
donde gran parte de sus miembros se ha bañado en el lodo de la corrupción hasta
hartarse.
Además habría que añadir que es en la derecha, en el PP,
donde ha habido ministros que no sólo creen en dios, lo cual es una opción
personal respetable, sino que invocan, utilizan y homenajean a personajes
divinos en sus iniciativas políticas.
Ministros que pertenecen a órdenes hiper-religiosas como son
el Opus-Dei o los Legionarios de Cristo, y que se dedican a pedir favores
divinos para que tenga éxito alguna ley o para aparcar, y les condecoran o les
solicitan auxilio mientras precarizan el mercado laboral, hacen que muchos
jóvenes se vean obligados a emigrar, encarcelan a huelguistas o titiriteros, o
simplemente disparan contra inmigrantes en el mar y ponen concertinas para
evitar que entren, mientras dan gracias a su dios por ayudarles a llevar a cabo
su “digno” cometido. Cumpliendo perfectamente aquello de: “A dios rogando y con el mazo dando” o aquello de “La letra con sangre entra”.
Por eso, es relativamente fácil admitir que si estos peperos
creen en dios y actúan en su nombre, dios debe ser de derechas, sin dudas,
puesto que no les corrige y les deja actuar a su antojo. Dios deja hacer y deja
en manos de esta derecha el rumbo que nos trae por la calle de la amargura.
Y es que dios es un alumno aventajado de Rajoy, si no, no se
entiende que ese pasotismo característico del líder pepero se le haya
contagiado: Dejar pudrirse las cosas para que se arreglen solas, y así lo ha demostrado
constantemente. No hablar, no negociar y si puede imponer, eso es lo que le
gusta a D. Mariano. Y yo diría que es tanta su inanición que a veces pienso
¿dónde está Rajoy? ¿Existe Rajoy, o es una imagen nebulosa, un espectro que
sólo aparece para meter miedo o hacer propaganda de sus presuntos logros?
Pues ocurre lo mismo con dios. Con todos mis respetos, sólo
existe en la mente de los que creen en lo etéreo, en la de los que pretenden
vivir más de una vida. El espectro de Rajoy ya ha culminado su legislatura, yo
no existe. Dios, para no ser como D. Mariano, debería empezar a aparecer y
decir aquí estoy yo, con actuaciones favorables, porque si no, seguiremos
convencidos de su inexistencia. Y razón no nos faltará.
Salud y República Laica
2 comentarios:
Ná, ni es de derechas ni de nada, acuérdate del "archipielago gulag", o de los pedófilos, no existe...
Salud
Claro que si Rafa. Lo que hay que hacer es recomendar leer más a Gustavo Bueno, a la juventud, quiero decir, nosotros ya estamos más que graduados en ateismo. Saludos.
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