Morenés: ¡otro que tal baila!

Cortados por el mismo patrón, en cuanto sienten algún atisbo que les puede hacer cambiar su status quo, revientan y sacan la patita neofranquista. No tienen remedio. A la menor, al igual que hacían ya desde el siglo XIX sus antecesores políticos, amenazan con los militares.

Morenés, durante cinco años consejero de Instalaza –fabricante española de las bombas de racimo— parece que fue nombrado Ministro de Defensa por Rajoy, pero por indicaciones del rey.

Bien, pues ha sido delante de su rey y de todas las autoridades militares, donde el tal Morenés ha salido por peteneras, durante la celebración de la Pascual militar. Peteneras graves, porque no es posible que cuando existe un problema político, se haga mención al ejército.

Las palabras de Morenés han sido: los miembros de las Fuerzas Armadas mantienen el ánimo “firme y sereno” y cumplen “calladamente” su deber “sin atender a absurdas provocaciones”.

La referencia a Cataluña es clara. Y es meridiano que al Sr. Morenés no le gusta que Cataluña pueda decidir su futuro. Desde luego no es el único, pero lo que no es ético ni viene a cuento es hacer ver que el ejército “cumple calladamente con su deber”. ¡Faltaría más! El ejército es un instrumento del poder y como tal debe estar calladito. No volvamos a las andadas. En este país se nombra a la bicha y aparecen tejeros por doquier.

Y hablar de provocaciones en este caso es provocar y meter el miedo en el cuerpo a los catalanistas. Porque la baza es política y los militares deben dedicarse a defendernos en caso de que hubiera algún ataque exterior. Hoy no hay ningún motivo para que no estén calladitos.

Más le vale al ministro que, en vez de hablar, esté contento por ese aumento de presupuesto de casi de 1800 millones de euros de su ministerio (un 30% más del presupuesto aprobado), mientras que los recortes nos están acribillando a los demás por todos los lados.

Y es que hay gente que parece normal hasta que se desquician cuando se mueve alguna columna de sus principios inamovibles. Y les gusta más el ruido de sables que a un tonto un lápiz. Sólo faltaba que salieran amenazando con el ejército. Ya lo hizo, otro pepero: Vidal Quadras, mencionando por el mismo tema a la guardia civil. Está claro que el lema pepero es meter miedo para evitar que el planteamiento de la consulta popular se consolide.

Pues bien, parece, por lo que he ojeado en medios catalanes, que lo único que ha hecho es echar leña al fuego. Ahora en Cataluña se ve que su posicionamiento hace mella en el gobierno central y como tal, la consulta, se consolida más en esa comunidad.

La torpeza es grande y los flecos militaristas han salido a relucir en tiempos que creíamos superados, y nada menos que por el Ministro de Defensa. En fin, otro que tal baila. Estos chicos tienen en su ADN una impronta franquista que intentan disimular pero que en momentos críticos, para ellos, les sale a flote. Y sus consecuencias no pueden ser sino negativas.

No se me ocurre decir nada más que: ¡Estamos rodeados!

Salud y República