Huyendo del annus horribilis

Independientemente de lo que a cada uno le haya podido ocurrir durante 2012, nadie podrá negar que sus efectos colectivos han sido devastadores.

Un gobierno empeñado en cambiar el modelo social --imponiendo un neoliberalismo depredador, y en querer salir de la crisis a costa de cargarse la clase media y de enviar a la exclusión social a muchos ciudadanos, mientras los poderosos cada vez son más ricos, sin tomar medidas para paliar el desempleo y sometiéndonos todos a un adelgazamiento del Estado del Bienestar--, ha hecho de este año el peor que recuerdo.

Por eso, era necesario salir huyendo y, aunque las esperanzas no son muchas, entrar en el nuevo año con el deseo de que –luchando que es la única manera—, consigamos enderezar el rumbo, o al menos detener todo el deterioro social que nos están imponiendo. Y para ello qué mejor que la San Silvestre Vallecana.

Así es que, sin pensármelo mucho, me uní al grupo de mi hija Carmen y cuatro amigos más, para formar un sexteto. El de las Pussy Riot –ya saben esas muchachas rusas que hoy –dos de ellas—, todavía se encuentran en la cárcel por haber protestado contra el totalitario Putin en una Iglesia. Un representante, también, de un liberalismo que está haciendo de Rusia, el país de las mafias y de los nuevos ricos, mientras la mayoría de la población las pasa canutas.

Aquí estamos todos, los seis, minutos antes de salir corriendo:

Y ésta es mi pinta con el disfraz, cuando me lo probé por la mañana:

Fue una carrera divertida donde más de 40.000 participantes trataron de dejar atrás este año desastroso. Una carrera especial, donde abundaron los disfraces, y donde al tiempo que se corre se canta, se baila, se reivindican derechos y se grita contra las injusticias. Las dos consignas que más pude oír fueron: Libertad para Alfón y Sanidad Pública.

Entrar en Vallecas corriendo, es para muchos, también para mí, una forma de soltar el lastre negativo del año y empezar con buen aura el año siguiente.

Desde Kabila deseo a todos que 2013 sea un año menos malo (no me atrevo a decir: mejor) y que, entre todos, nuestra lucha pueda conseguir frenar a estos energúmenos empeñados en hundirnos en la más miserable ignominia.

Defender nuestro Estado del Bienestar es un derecho y una obligación. Hagámoslo por nosotros y por las generaciones venideras.

Lo dicho: a por ellos. Corramos juntos este año y enfrentémonos a estos desvergonzados que pretenden, de forma hostil e indecente, salir de esta crisis a costa nuestra. Juntos podremos.

Salud y República