15 mayo 2007

Una sociedad deshumanizada

Compró en subasta un piso en Gerona. Cuando lo consiguió se fue al piso para ver su estado. Lo peor no fue el estado de la casa, lo peor fue el estado de la dueña. Estaba dentro, momificada, en un sofá, muerta desde hacía seis años.

Era una mujer que ahora tendría sesenta años. Una mujer a la que nadie echó de menos. Tenía familia en Móstoles, que parece que se conformó con denunciar la desaparición de la señora. Y ahí quedó la cosa.

Todo empezó con los impagos de la hipoteca. El banco, naturalmente, sin mayores indagaciones decidió quedarse con la casa y venderla al mejor postor para recuperar la deuda.

Y yo me pregunto:

¿Por qué se conformó la familia con poner una fría denuncia?
¿Por qué no intervino la policía y dejó sin acción una denuncia?
¿No se extrañaron los vecinos?
¿No tiene que intervenir un juez en el caso de una desaparición o en el caso de impagos, o para la autorización de la entrada en una casa vacía?
¿No debería el banco haber hecho alguna indagación más, antes de subastar la casa?
¿No ven los subasteros las casas antes de optar a ellas?

A lo mejor, hasta hay alguna respuesta lógica a alguna de las preguntas. La respuesta final es contundente: A esta sociedad le importa un pito las personas, sobre todo cuando están apartadas y no necesita de ellas. ¿Qué valores aprehendemos para llegar a estas situaciones? Lo importante es el negocio, lo demás accidental e intrascendente. ¡Que tristeza!

Vivimos en una sociedad deshumanizada, este es un caso más. Y nos ponemos de ejemplo. Estoy convencido de que en otras sociedades, que creemos menos avanzadas, no hubiera ocurrido. Los lazos familiares e interpersonales pierden peso y la incomunicación cada vez es mayor. Tendríamos que aprender de esas sociedades que sin el menor pudor llamamos atrasadas: ¿Alguien se imagina que esto podría haber ocurrido en una sociedad gitana o en nuestra misma sociedad occidental hace cuarenta años, donde la familia extensa era su núcleo central?

Salud y República

8 comentarios:

Corpi dijo...

He oído la noticia en la radio y yo también pienso que ahí hay algo extraño. Las cosas no cuadran.
Lo que más me ha dolido es que en la radio lo he escuchado en dos programas de humor y el cachondeo sobre la pobre mujer ha sido bochornoso. La dignidad de la fallecida la han pisoteado sin escrúpulos. No habrían hablado así de un familiar suyo.

Scout Finch dijo...

¡Qué fuerte! Había leído el titular pero no la noticia. La verdad es que es todo muy raro, sobre todo lo de la familia. ¿Ponen una denuncia porque ha desaparecido y no se le ocurre mirar en su casa por si le ha pasado algo dentro? Muy raro.

Tienes toda la razón, Rafa. Cada día damos menos importancia a las relaciones humanas y más a ganar dinero y aparentar. Qué triste.

RGAlmazán dijo...

Efectivamente, hay algo raro como decís. Ya me jode que se haga escarnio y mofa, como dices corpi, con este tema tan serio.
Con la familia, por lo que he escuchado, desde que se separó se llevaban mal y no tenían mucha relación. Ahora, ¿por qué denunciaron y luego pasaron? Secreto del sumario.

Salud y República

Anónimo dijo...

Terrible e incomprensible a la vez. Vivimos dándonos la espalda en nuestro propio mundo.
Salud.

Blanca dijo...

Solidaridad, comprensión, respeto, dignidad, amor, sentimientos, altruismo... ¿dónde quedó todo ésto en el caso de la pobre mujer momificada?, muerta de pura soledad y hastío por este mundo primero cuyos principios poco a poco se van quedando en nada.

¿Y la sociedad que la rodeaba? Inhumana, inmoral, egoísta, avariciosa, mala...

Que estas cosas pasen en España me destrozan los esquemas...

Paco dijo...

Yo también me he quedado perplejo esta mañana al oír la noticia. No entiendo como algo así puede suceder. se han dado un cúmulo de circunstancias que aunque no sean habituales dejan muy mal el estilo de vida que llevamos.

Maripuchi dijo...

Nos pasa a todos ... ¿quién comparte más allá de un triste hola en el ascensor con un vecino?

Pero es que si te intentas implicar más, te tachan de cotilla!!! No, oiga, que me importa un pito viudo, pero si un día necesita algo, me puede llamar al timbre...

A mi me cuidaba una vecina mayor que vivía un piso más abajo que nosotros cuando mi madre tenía que ir a hacer un recado. Ya no hay Vicentas.

Una lástima.

Daniel Isaac dijo...

Estos versitos para esta mujer, desconocida y sola...

"Me pregunto si tendrán mucha hambre./
Me pregunto si se olvidarían de mí
si abriese el pestillo,diera un paso atrás y me convirtiera en árbol./
Por ejemplo, en laburno, con sus columnas rubias
y las enaguas de cereza"

Sylvia Plath,
de Ariel.