09 agosto 2009

La Iglesia y Almodóvar

Almodóvar hizo hace tres días unas declaraciones donde criticaba la visión que la S.I.C.A.R. (Santa Iglesia Católica Apostólica Romana) tiene sobre la familia. Una visión única, tradicional y excluyente. Una visión en la que ellos mismos, los sacerdotes y monjas, no cuadran. Y Pedro Almodóvar la criticó diciendo que el Papa debería salir más, fuera del Vaticano, para ver como son las familias de hoy Almodóvar(yo, francamente, estando de acuerdo con el director manchego en que la visión de la Iglesia sobre la familia, como sobre tantas cosas, está limitada por sus dogmas, no le diría que salga más del Vaticano, mejor que le pasen vídeos, que cada vez que sale cuesta un dineral y al final, en este país, seguimos pagando a la Iglesia, con nuestros impuestos).

Y se ve que a la Iglesia no le ha gustado, y ha mandado a uno de sus sicarios (S.I.C.A.R.) a contestar al cineasta. A mí, que la Iglesia se defienda o que critique a quien le critica me parece estupendo, no seré yo quien diga, como ellos hacen con sus infalibles dogmas, que hay verdades absolutas.

Lo que pasa es que quien ha contestado en nombre del Vaticano, el presidente del Tribunal Vaticano y rector de la Universidad Lumsa, el profesor Giuseppe Dalla Torre --no era nada lo del ojo y lo llevaba en la mano, como ven todo menos un mindundi--, lo ha hecho como un colegial, como si se hubiera tragado una purga y tuviera que vomitar la crítica.

Sin cortarse ni un pelo el ilustre sicario dice:

"la Iglesia Católica está presente en todos los contextos humanos y ciertamente conoce mejor cómo funciona el mundo".

Y no seré yo quien lo ponga en duda.  Dalla TorreEfectivamente se mete en donde no le llaman y conoce muy bien cómo funciona este mundo, por eso su responsabilidad en cuestiones sociales es mucho mayor que la de otras personas o instituciones. Por eso cuando el Papa habla y dice las tonterías, además de mentiras que ha dicho, sobre el preservativo, por ejemplo, tíene una gran responsabilidad. Al igual que cuando montan manifestaciones contra leyes aprobadas por un gobierno legítimo.

Y luego, Dalla Torre añade:

"los fenómenos a los que se refirió Almodóvar son casos marginales, si se tiene en cuenta el total del planeta".

Y esto, es lo más grave, o sea que esa Iglesia que se llena la boca de decir que apoya a los más marginados, a las minorías que lo necesitan, resulta que ahora es simplemente una empresa --a mí no me sorprende nada-- que se dedica sólo a acaparar el mercado despreciando las minorías. Aquí el buen rector ha dado en el clavo. Y así es. A la Iglesia le importa un pito las mujeres, los homosexuales, los inmigrantes, los pobres. Sólo les interesa los poderosos, aquellos a los que puede sacar algo. Esa es la clave de la SICAR. Y ya iba siendo hora de que ellos mismos lo reconocieran.

Salud y República

11 comentarios:

Martine dijo...

Que no salga, que no hable y que se vaya él y sus adosados a la....! (versión Labordeta Y/o FFG)
En serio, Rafa...

Un beso, Agnostico.

Dean dijo...

Lo miso digo, que se queden en sus cláustros que quien necesite su consejo lo irá a buscar.
Un saludo.

àngels dijo...

Querido Rafa, creo que ya te lo dije una vez: el anticlericalismo saca lo mejor de tí. Enhorabuena por la entrada. Salud (pública) y República!

Dilaida dijo...

A estos señores, que se meten donde nadie les llama, lo que les interesa es llenar el saco.
Bicos

Juan Navarro dijo...

Dos añadidos que abundan en tu reflexión:
1. Cuando monseñor dice que "...conoce mejor cómo funciona el mundo", ¿quiere decir mejor que antes, mejor que otras personas o instituciones? ¿Antes no lo conocían bien, lo conocen bien ahora? ¿Hay quienes lo entienden mejor que ellos? ¿Lo entenderán bien alguna vez, al completo, sin mutilaciones?
2. "...los fenómenos... son casos marginales". ¿Porque son realmente pocos, porque están mal contados, porque ellos los ponen al margen? Y, aún siendo una exhigua minoría, o precisamente por serlo, ¿no merecen el más profundo respeto? Y respeto, desde luego, excluye la propia exclusión.
Un abrazo.

m.eugènia creus-piqué dijo...

SICAR debería hacer el bien, vivir a lo pobre y dejar de meterse donde no les llaman y al papa que no le dejen abrir la boca por favor que cada vez que lo hace la ca..Besos.

SaiZa dijo...

Que éxito Rafa, hasta en chino tienes comentarios...ahora si lo entiendes ya, eres mi ídolo...jeje.

Bueno hay poco que añadir a lo expuesto, pues como tu bien dices más vale que no salgan del Vaticano, porque no van a solucionar nada y sin embargo el bolsillo del contribuyente se resiente. Ahora si van a repartir todas su riquezas adelante, pero eso si con el verdadero pobre, no sus lacayos ricachones. Un beso y siempre interesante tus entradas.

mariajesusparadela dijo...

Hace ya mucho tiempo, yo hice una entrada sobre "LOS MANDAMIENTOS DE LA SANTA MADRE IGLESIA". Supongo que los jóvenes no tendreis ni idea, pero aquello, que nos hicieron estudiar y cumplir, dice bien claramente qué es la iglesia.

mariajesusparadela dijo...

(La entrada es en mi blog el 7/11/08)

RGAlmazán dijo...

Hola Selma, que se vayan ... Un beso.

Dean, sí, mejor que se queden dentro por el calos. Cada vez qaue salen la cagan.

Gracias Àngels, pero no soy anticlerical, son ellos los que son contrakabileños. Un beso.

Sí, Dilaida, ese es su interés. Bicos.

Juan, bienvenido. Añadidos quedan.

María tu eres una pecadora y estás excomulgada, que lo sepas. Por cierto, no juntes al pobre Pedro con Benito... ¡Pobrecillo! Un beso.

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Gèni, no estaría mal que al Papa le amordazaran para que no hablara.

Saiza, ¿Has visto como domino el mandarín?
Y sí, lo tienes claro, estos chicos no conocen el verbo repartir, salvo para conjugarlo entre ellos. Un beso.

María Jesús, ya he leído tu entrada y veo que tú también eres una experta en Ripalda y Astete. Nos sabíamos el catecismo de memoria. ¡Qué horror! No sé cómo en nuestra generación, hemos podido salir medio normales.
Besos.

Salud y República

Daalla dijo...

Está más que demostrado que quien habla mucho se equivoca mucho. Así que, que hablen, que contesten, que entren al trapo... cuanto más lo hagan más pondrán de manifiesto su verdadero rostro, sus contradicciones. Ladran, luego existo...
Saludos, Rafa.